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Música

El elegante dramatismo de Anna Calvi

Brian Eno la definió como “la artista más importante desde los tiempos de Patti Smith". ¿Le creemos?

Mirada feroz, la cara de frente, voz vibrante y elegante. Como una portada de Vogue.

Así se presenta Anna Calvi al público. Ha sido comparada con las heroínas espléndidas y peligrosas de David Lynch. Del mismo modo, su música, entre pasajes encadenados con gracia inaudita, percusiones vertiginosas y una matriz rock de fondo, la hace ver potente y en una simbiosis perfecta entre lo bello y lo dramático.

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Con esta idea bien impresa en la mente llamé al número que me dieron para hacer la entrevista. Tuve que marcar un par de veces más cuando me respondió una voz débil y apática. Pensé que a lo mejor había llamado por error a Björk.

Criada a punta de pan, María Callas y los Rolling Stones, de padre italiano amante de la música de primera, Calvi fue  descubierta en el 2008 por un artista de Domino Records, Bill Ryder Jones, que convenció al famoso sello de firmarla. Los rumores sobre su talento circularon rápidamente poco después de que un personaje llamado Brian Eno la inició en el misterio de la industria musical, colaborando en su disco debut publicado en el 2011. Ni siquiera Nick Cave logró escapar a sus encantos y en el 2010 ya la estaba llamando para que le abriera su Grinderman Tour. Su segundo álbum, One Breath, salió el pasado octubre y desde entonces no ha hecho sino recoger aplausos.

Para esta entrevista, tenía planeadas mil preguntas sobre Eno y Cave. Ella, por el contrario, no fue muy fan de mi idea y me lo dejó muy claro con respuestas monosilábicas y apenas perceptibles. Por fortuna logró retomó el carácter cuando hablamos sobre su modo de hacer música. Me contó cómo logró afrontar la fobia a su propia voz al comienzo de sus veintes, de aquello que define como el “elemento impresionista de la música”, de su amor por la Telecaster y del dramatismo de su presencia escénica.

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VICE: Tu música es increíblemente teatral, dramática. Esa característica es lo que le da tanta elegancia. En tu nuevo álbum, One Breath, parece que este elemento se ha amplificado, que ha sido mucho más explorado respecto al primer disco. ¿Estás de acuerdo?

Anna Calvi: Sí. Aunque teatral puede significar cualquier cosa. Es importante que mi música sea siempre una forma de libre expresión. Dramática, sí, pero no por un diseño preestablecido. El nuevo álbum es más cercano a la esencia verdadera de mi personalidad, a mi forma de sentir, también porque me editaron mucho menos que en el primer disco.

También el elemento orquestal me parece acentuado en este disco. ¿Tu te encargaste de esta parte?

Sí, yo, con la ayuda de un arreglista que colaboró con el disco. Siempre me ha fascinado la orquesta, crecí escuchando muchas composiciones para orquesta y con One Breath tuve la oportunidad de explorar este lado de la música. Pienso que seguiré haciéndolo.

Empezaste a tocar el violín a los seis años, después pasaste a la guitarra, a los nueve años tocabas piezas de Hendrix. La historia con tu voz sí estuvo complicada, ¿verdad?

Sí, tenía fobia de cantar desde que era pequeña. Solo la idea de sentir mi voz me bloqueaba y como no lograba superar ese miedo, la guitarra era mi voz. Hubo una época en la que me encerraba en mi cuarto a cantar piezas de Edith Piaf y Nina Simone. Gracias a ellas aprendí a no contenerme cuando canto.

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La persona que se ve desde el público y la que está respondiendo a mis preguntas parecen dos individuos completamente opuestos.

Sí, cuando estoy en el escenario me siento otra persona, potente, sin miedos. Puedo ser todo lo que quisiera ser en la vida real. Creo que esto siempre estará ligado a la idea de no reprimirme con el canto. Hoy en día la gente tiene miedo de su propia emotividad, y lograr experimentar todas la emociones proporciona un sentimiento increíble de fuerza.

Brian Eno te definió como “la artista más importante desde los tiempos de Patti Smith” y te acogió bajo su ala. Cómo ha sido trabajar con él?

Bellísimo, es decir, él es sensacional.

¿Y abrir el tour Grinderman de Nick Cave?

Fue bellísimo, sí.

En el pasado has dicho que te acercaste a la música por “el elemento impresionista” que se encuentra en ella. ¿Podrías elaborar un poco este concepto?

Me gusta la idea de contar una historia no solo con las letras, sino con la música, creando una unidad. Hacer música que sea en cierta medida  el vehículo de una imagen. Como dijo Debussy sobre La Mer, no es sólo el título el que revela el mar, la música en sí debe evocar los sonidos del mar. Escuché mucho tanto a Debussy como a Ravel de pequeña, sus composiciones han sido muy importantes para mi.

Se que tienes una gran colección de instrumentos en casa. ¿Hay alguno que sea particularmente importante para ti?

No tengo muchas guitarras en realidad, la que más uso, en el estudio y en el tour, es una Fender Telecaster. Que la tengo desde los 14 o 15 años. La elegí porque era la de Jeff Buckley y estaba enamorada de él en esa época. También tengo una Fender Baritone. La Telecaster tiene un sonido metálico bellísmo, vibrante, mientras que la Baritone puede tener un sonido profundo, envolvente. Son muy distintas.

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Hicieron falta más de dos años para hacer tu disco debut, mientras que terminaste One Breath en seis semanas. ¿Cuáles fueron las principales diferencias durante la grabación?

One Breath fue escrito en realidad durante un año, solo la grabación requirió seis semanas de trabajo. Mi primer álbum, en cambio, fue escrito en un par de años, pero simplemente porque estaba trabajando por mi cuenta, entonces podía tomarme mi tiempo. Esta vez John (Congleton, productor que ha trabajado, entre otros con, gli Swans, St. Vincent y Bill Callahan) sugirió hacer todo en un mes, pero le pedí más tiempo. Me parecía muy poco tiempo. Es super veloz haciendo discos. En todo caso tuvimos dos semanas más.

¿Te sirvieron al fin esas dos semanas de más?

Sí, porque tuve el tiempo justo, también busqué no ser tan perfeccionista. Y también dejar la cosas ser y no pensarlo todo puede ser fascinante.

¿Un álbum que no ves la hora de escuchar este año?

Uhm… el que va a sacar St. Vincent.