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Activo Psicoactivo

Me leí completo el decreto de marihuana medicinal y esto es lo que opino de él

Queda plazo hasta el 20 de noviembre para que los ciudadanos envíen sus inquietudes al Ministerio de Salud acerca del decreto que regula el uso del cannabis medicinal en Colombia. Un experto nos dice aquí las suyas.

Aprovechando que el Ministerio de Salud aclaró en su página que había plazo hasta el 20 de noviembre para que la ciudadanía opinara sobre el decreto que regula el uso del cannabis (y derivados) con fines medicinales, me atrevo a darmi punto de vista al respecto y proponer algunos temas que pueden hacer falta.

Lo que no entendí

Las declaraciones del presidente Juan Manuel Santos, quien dijo que a partir del pasado jueves 12 de noviembre tendría 3 o 4 días de lapso para firmar el decreto. Es decir, hasta el 16 de noviembre. Lo curioso es que la convocatoria para opinar está abierta hasta el 20. Eso implica una de dos: o la firma se va a demorar hasta que se incorporen las opiniones de la gente o el presidente va a firmar sin tener en cuenta nada de lo que se diga en la página del Ministerio.

Lo que falta

La reforma constitucional 002 de 2009 abrió la puerta para que en Colombia pudiera regularse el uso medicinal del cannabis. Esto quiere decir, entonces, que el decreto no legaliza nada sino que regula el tema, lo aclara, lo pone sobre la tierra para que sea efectivo. Hay que tener en cuenta que esa reforma constitucional autoriza también el uso medicinal de otras "sustancias estupefacientes o psicotrópicas". Faltan, entonces, más decretos.

Le sirve más a los grandes productores

Como se esperaba, este es un decreto diseñado para que los productos finales tengan altos estándares de calidad: normas de seguridad, vigilancia especial, etcétera. Y claro que esto es positivo, estamos hablando de la salud de los pacientes. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que la medida dejará por fuera a los fabricantes artesanales que venían haciendo lo mismo desde hace años. No se lee por ningún lado en el decreto de algún plan especial para integrarlos: ahí los veremos, como consecuencia, en el mercado negro. Iniciar un negocio bajo los estándares legales del Ministerio de Salud luce bien inviable para los pequeños productores.

¿Y los que antes eran delincuentes?

En esta lucha por regular el cultivo de cannabis muchas personas han sido procesadas por el delito de porte, fabricación o trafico de drogas. Es el caso del Lorito Dorado, que sigue luchando por su libertad tras ser capturado por comprar cannabis para sus jabones, pomadas y ungüentos. Creo que es gracias a la lucha de estas personas que hoy se han logrado estos avances. Debería crearse una revisión especial de estos casos y que, al contrario, les den la licencia para acceder a la legalidad. Porque, de no ser así, estarían revictimizándolos.

Implementación

Por la especificidad de los requisitos, por la burocracia del Estado, por la novedad del proceso y por la inexperiencia de la industria, tanto Estado como nuevos empresarios tendrán un largo camino por recorrer para que veamos cannabis en las farmacias. La realidad de la implementación generará muchos retos que requerirán constantes consultas y ajustes. El decreto deberá ser modificado en un año a partir de las primeras experiencias. No creo que veamos de un momento a otro cannabis medicinal vendiéndose en el mercado. Este es apenas un primer paso.

¿Quién lo receta?

El decreto deja por fuera toda normatividad relacionada con quién formula o prescribe el uso del cannabis. Es decir, orienta muy bien en cómo producirla, pero no dice quién la va a usar ni tampoco qué autoridad dice cómo se usa.

La industria nacional

Hay que exigirle a las empresas dedicadas al cultivo y explotación del cannabis que se asocien con entidades encargadas de la prevención y reducción del riesgo en el consumo de drogas, y también con universidades que tengan centros de investigación sobre el tema. A pesar de que la industria nacional debe fortalecerse, no se regula nada acerca de la participación de empresas extranjeras en Colombia. Deberían, al menos, plantearse unos mínimos para que no lleguen de otros países a apoderarse del mercado.

Usuarios finales:

Este decreto deja por fuera el tema de las asociaciones de usuarios o consumidores enfermos. No prioriza la producción nacional ni tampoco habla de impuestos o manejos de la publicidad del tema.

El decreto, así sea un primer paso importante, no deja de estar crudo.

Y, como decían los activistas del cannabis en Internet, léalo usted mismo, que no se lo cuenten. Descargue aquí el proyecto de decreto directamente desde la web del Ministerio.

https://www.minsalud.gov.co/Normatividad_Nuevo/Pro…