​Cinco mandamientos para follar en lugares públicos

Hace unos días publicamos una brevísima historia del sexo callejero. Esperamos que lo hayan disfrutado o que al menos les haya arrancado algún mal pensamiento. Si les quedó sonando el parche y algún día se atreven a salir de cacería, aquí les va un decálogo de los mandamientos del buen cruiser que nos compartió Fernando, el personaje de la historia.

Si se dispuso a la aventura, relájese, no se arrugue.

"Uno debería hacer ejercicios faciales como los actores. Relajar los músculos. No llegar tan tenso a una experiencia que debería ser gozosa. Si uno llega muy tenso posiblemente todo sea muy dramático y no le va a brindar al otro la cordialidad y, sobre todo, la capacidad de sonreír. La tensión acaba tallando el rostro para siempre".

Ni machito ni fachito. No acose, llegue a acuerdos.

"Pienso que la aventura es un juego, hay que disponerse, considerar al otro y respetarlo. Hay que considerar el cuerpo del otro y no invadirlo tanto. Hay que saber interpretar los signos, los gestos. El cuerpo está ahí entregado y si el cuerpo se abre uno obviamente lo aborda, pero hay actos muy invasivos y acosadores que a veces los otros no saben interpretar. Si uno no quiere, no quiere".

Lo cortés no baja la arrechera. Te lo enseñó Barney: "por favor" y "no, gracias".

"Uno tan jodido porque lo han discriminado por ser marica, no faltaría más que a los maricas viejos nos trataran como me ha tocado a mí enfrentar algunas cosas muy malucas. Es un espacio de convivencia forzosa, porque tenemos que confluir todos. Esa actitud tan colombiana de que uno llega y si uno al otro no le gusta sale disparado, es una forma evidente de decir qué asco, está muy viejo. Aquí hay mucha intolerancia. Nos deberíamos relajar más, ser más cordiales, ser más relajados".

Cuidarás de tu prójimo y echarás los prejuicios al retrete.

"Hay un fenómeno reconocible: De tanto circular por estos ambientes, uno se da cuenta de que hay una población fija. Uno va a un lugar de aventura y, de diez, aparecen siete personajes que son los mismos con las mismas. Hay muchos que quieren carne fresca y eso les fastidia, pero yo digo que deberíamos relajarnos. Hay algo que me da gusto hacerlo y es cuidar a los otros mientras culean. Sin embargo, hasta ese ofrecimiento, muchos lo recibe agresivamente. Todos llegan con los prejuicios colgados y es tenaz".

Respetarás el templo (esto incluye recoger los condones).

"Hay que anotar que dentro de la locura es bueno ser un poco cautos, no hay que matar la gallina de los huevos de oro. Algunos parches los hemos dañado nosotros mismos porque somos muy osados. No hay que ser tan evidentes, porque entonces se jode el parche".