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Cultură

El ojo-nudo mundo de Charlie Roberts

El artista, no el aventurero

La mayor parte del trabajo del artista americano Charlie Roberts se parece al flujo mental de un adolescente obsesionado con los comics y con una receta médica de Ritalin: mira ese gnomo pegándole pollazos al tronco de árbol; mira ese hacha; estoy comiendo patatas fritas; estoy haciendo surf; yo en zapatillas; mira ese gnomo gritando; es una pistola; es un rifle; es un hombre muerto de un tiro en la cabeza; ah, mira, sangre; ese tío está vomitando; quiero construir una cabaña; dame tus pistolas de agua; me estoy haciendo un huevo frito; veo tetas; quiero un bate de béisbol; molaría ser un murciélago; Batman; gorra de Batman; copa de helado; rampa de skate; cazuela de oro; mira ese gnomo hablando por su móvil… La tormenta de información que te arrolla cuando estás echando un vistazo a su arte te hace sentir como un pandillero mareado por la testosterona a punto de dejar un saco de mierda ardiendo en el portal de un vecino.

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Es bastante ojo-nudo.

Además de estos enérgicos trabajos de grafito y guache sobre papel, Charlie hace postes de tótem y estatuas con las maderas que encuentra cerca de su casa, en el bosque noruego donde vive con su mujer y su hijo de cuatro meses, a quienes dedica canciones inventadas con títulos como “Sr. Hombre del espectáculo” y “Quítate de las vías”.

Tuve una charla con Charlie sobre todo esto de aquí arriba.

VICE: Hola, Charlie. ¿Qué has estado haciendo hoy?

Charlie Roberts: Hoy me he levantado y he preparado un desayuno de huevos y bacon para mi mujer, Heidi. Luego he dado una vuelta por el lago con mi hijo, Oskar. Después he pasado un par de horas en el estudio, luego otra vuelta por el lago con Oskar y nuestro perro, Kompis (que en sueco y noruego significa ‘amigo’). Le di un baño y un vaso de leche al pequeño y ahora está dormido, así que puedo trabajar un par de horas más en el estudio antes de ir a pegar ojo.

¿Qué es lo que más te gusta ilustrar?

Las escenas de acción son las más divertidas. Las peleas y el sexo. Cuando llevo varias horas delante de una hoja de papel y empiezo a empanarme, me gusta pintar una pelea a cuchillo o un poco de sexo. Me despierta y normalmente me hace reír. También me gusta dibujar perros.

¿Dibujabas mucho de pequeño?

Dibujaba un poco. Recuerdo haber dibujado cómo le pegaban una paliza a Saddam Hussein. Esto fue durante la primera Guerra del Golfo. También dibujaba cosas de deportes, me gustaba el béisbol. Pero era muy desordenado e impaciente, y recuerdo enfadarme porque nunca lograba que los dibujos saliesen como quería.

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¿Por qué suceden tantas cosas en cada una de tus obras?

Comienzo en un rincón y pinto unos cuantos centímetros cuadrados cada día hasta que el papel está lleno. Eso puede tardar dos meses. He leído que así es como trabajan mucho novelistas: inventándose la historia y el mundo sobre la marcha.

¿De qué van todas las pinturas de cabezas?

Empezaron como esbozos para unos óleos que estaba haciendo, pero las hojas con cabezas resultaron más divertidas que los cuadros. No tienen mucho significado. Las hago entre cuadros más grandes para entrenar la mano e inventarme nuevos personajes.

Parecen tablas de razas biológicas.

Nunca se me había ocurrido. Pintar únicamente caras sonrosadas es aburrido, así que hago variaciones. También soy muy fan de rap, así que pinto muchos de esos tíos.

De la serie Choppy World, que Charlie describe como su “imperio global imaginario de mercados cruzados, un poco como lo que hizo Wu-Tang con Wu Wear, con los cómics y los juegos y todo eso”.

¿Qué es lo que más te ha molestado que un crítico de arte dijera de tu trabajo?

Un tío se metió mucho con un comunicado de prensa que escribí al estilo de un póster de wrestling o uno de esos evento de camiones con ruedas monstruosas: “Ven a ver al GRAN DEMOLEDOR… SÓLO UNA NOCHE… el APLASTADOR DE KANSAS…” Pensé que era un comunicado de prensa divertido, porque esas cosas suelen ser tan tiesas y áridas. Parece que él no pilló la broma.

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Hay un artista de performance que se llama igual que tú. ¿Le quieres pegar?

Ese tío tiene que retirar su página. Confunde a todo el mundo. Ven mis dibujos en algún sitio y luego encuentran la web de este tío, este otro Charlie Roberts haciendo arte corporal de mierda, envolviéndose con cinta adhesiva y untándose crema de cacahuetes por la cara. A veces, por error, salas en las que he expuesto han puesto en el programa links a su web. Me cabreo solo de pensar en ello. Solo hay espacio para un Charlie Roberts. Debería ser como en Hollywood, donde todos tienen que registrar sus nombres para que no haya confusión.

¿Tienes una página web?

No.

www.charlieroberts.com también está cogida, pero al menos él es un aventurero que mola… Deberías registrar elcharlierobertsreal.com ¿A qué se debe que te mudaras a Noruega?

Nací y me crié en Hutchinson, Kansas, USA. Conocí a mi mujer estudiando arte en Vancouver. Vivimos en NY una temporada y luego nos mudamos a un bosque cerca de Oslo. Llevamos aquí unos cinco años.

¿Qué artistas te gustan?

Me gustan Pieter Bruegel, Thomas Houseago, Eddie Martinez, Heidi Johansen, John Currin, Lil Wayne, Gucci Mane, Van Eyck, Anton Henning, Nathalie Djurberg, todo lo de Batman, Disney y Rick Ross.

Buena mezcla. ¿Y en qué estás trabajando ahora?

En unos dibujos inspirados en los de los americanos nativos, y en unos tótems enormes para la David Risley Gallery en la Armory Fair.

Genial, Charlie. Gracias por hablar conmigo.