Logramos que tus bebidas ilegales favoritas para el verano supieran mejor

¿Por qué será que el desobedecer nos sabe tan bien?

Bueno, podría ser el azúcar. O el alcohol. O los colores brillantes y el estilo colorido. Pero no importa la forma en que lo viertas, nos encanta beber cócteles a medio derretir de costa a costa, ya sea que te estés tomando un Phrostie rojo, blanco y azul en Brooklyn o un Summer Cooler adornado con dulces en Oakland. ¿Mencionamos que ambas bebidas se compraban ilegalmente en gran cantidad en las redes sociales? (O tal vez todavía se compran, en los círculos más discretos…)

Ya sabes, emborracharte con pociones heladas y potentes es una prioridad cuando se trata de las amadas actividades de verano. Además, el elemento de peligro que acompaña el pedir bebidas a extraños en Internet, quienes podrían fácilmente rociarlas con veneno para ratas o lejía o codeína, también es muy atractivo. Pero pensamos que, si ya consigues las dudosas bebidas de temporada en Internet, tal vez sería estupendo pedirle a algunos barmans legítimos y creativos que experimentaran con su propia versión de esas bebidas.

En primer lugar, está el todopoderoso Phrostie, una especie de slushie con capas que combina las vibras de la fiesta de pueblo con un contenido ambiguo de alcohol. La Ciudad de Nueva York lo disfrutó, nos encantó, y luego se fue. Pero si hay otra ciudad en Estados Unidos que realmente adopte los deliciosos cócteles de mala calidad, esa es Las Vegas.

Es por eso que quedamos encantados cuando el Downtown Cocktail Room aceptó perfeccionar el Phrostie para nosotros, agregándole ron, mezcal, jarabe dulce simple, suero de leche y una pizca de hefeweizen para crear un licor de Slurpee increíblemente cremoso que puede usurpar al clásico cuando te sientas elegante.

Luego, Sam Anderson de Mission Chinese Food preparó el Summer Cooler con resultados totalmente psicodélicos. El caramelo de roca, las gomitas de patas de pollo y el Chartreuse verde forman el sueño favorito de sacarina de un científico loco.

Apodado The Secret Garden, inicia con una base de piña colada de limón, coco y piña, y luego se envuelve en Chartreuse verde y ron blanco para que te lleve a un excelente viaje a través de un mundo de caramelo tropical. La decoración es crucial. Ve a tu tienda de dulces local de la infancia o a una tienda de botanas asiáticas y apílalos en la parte superior.

Y si extrañas la adrenalina de ordenar estas bebidas en Internet, crúzate a mitad de calle con los ingredientes en la mano, solo para ser un poco rebelde antes de sentirte bien.