FYI.

This story is over 5 years old.

Comida

Los miembros de una pandilla en Nueva Zelanda están alimentando a niños hambrientos

En respuesta a la incapacidad de los políticos por abordar la pobreza infantil, los Tribal Huks de Ngaruawahia, preparan más de 500 sándwiches por día.

Actualmente la situación de las comunidades rurales en Nueva Zelanda es complicada, sobretodo para los menores, en donde uno de cada cuatro niños vive por debajo de la línea de pobreza.

En respuesta a la incapacidad de los políticos por abordar la pobreza infantil, los Tribal Huks de Ngaruawahia, una pandilla de Nueva Zelanda, ha estado haciendo más de 500 sándwiches por día en un esfuerzo por alimentar a los niños que son enviados a la escuela sin comida.

Publicidad

Los Tribal Huks han operado en la Isla Norte de Nueva Zelanda desde 1958, llegando a las noticias por sus violentos asaltos y robos. MUNCHIES se juntó con Jamie Pink, el presidente de la pandilla desde hace varios años, para aprender más sobre sus actividades como hacedores de sándwiches.

MUNCHIES: Hola Jamie. ¿Cómo empezó todo esto? Jamie Pink: Decidimos empezar a alimentar a los niños hace dos años y medio. Muchos de nosotros en la pandilla crecimos en el campo y fuimos niños hambrientos. Esta es la razón por la que quisimos llegar a los 70.000 niños desnutridos en Nueva Zelanda. Nuestra población es de tan sólo 4.2 millones y las ovejas nos superan diez a uno. Tenemos los recursos, así que algo debemos hacer al respecto.

¿Cómo lo hacen? Empieza la noche anterior. Cocinamos cinco bandejas de huevos. A las chicas les gusta eso. Tenemos que tener el toque femenino. Luego, a las seis de la mañana, obtenemos el pan de un lugar que se llama Cupons. Cuestan 90 centavos por barra de pan. Nos hacen un buen descuento. A las 7 de la mañana, empezamos a hacer los sándwiches – de carne, huevo, tomate y lechuga. Algunos de jamón y huevo, también. Hay algunos niños musulmanes que no comen jamón así que les damos de carne, tratamos que sean lo más saludables posibles. Los niños cristianos no les importa comer carne y huevos, pero tenemos que atender a todos. Para las 8:30 am terminamos de hacer unos 500 sándwiches y luego partimos.

Publicidad

¿Entonces, tienen un sistema? ¿Cómo lo financian? Bueno, tenemos dos grandes granjas de 50 acres. Tenemos dos porquerizas con más de 100 cerdos, y también 50 vacas y más de 60 ovejas. De ahí obtenemos mucha de nuestra comida. Tenemos un pequeño hotel y un hostal de mochileros en Hamilton, enfrente al casino, que nos da algo de dinero. Tenemos 150 miembros así que pasamos el sombrero de vez en cuando y obtenemos dinero de esa forma también.

Genial. ¿Cómo reaccionan los niños cuando son alimentados por miembros de una pandilla? Como nosotros los alimentamos, ellos vienen y nos escriben cartas y cosas por el estilo. Cada Navidad, obtenemos cientos de cartas, nos hacen dibujos y nos agradecen. Nos hace sentir muy bien al respecto. Pronto tendremos una gran navidad en donde obsequiaremos regalos, en compañía de un Santa Claus, un Santa Claus Maorí. Uno grandote.

¿Entonces crees que son un buen modelo a seguir para los niños? No diría que somos los mejores modelos a seguir porque somos miembros de una pandilla. Honestamente muchos de nosotros venimos de pasados muy malos y somos bastante violentos. Pero esto es más importante. Creo que somos malas personas en cierta forma, pero no estamos haciendo cosas malas en este momento. No diría que seamos personas grandiosas, pero sí hacemos cosas buenas.

No quiero que los niños sean como nosotros. No quiero eso. Preferiría que se educaran y obtuvieran empleos, se convirtieran en doctores e hicieran algo por la sociedad. Pero si la gente quiere crecer y ser miembros de una pandilla, no los vamos a detener.

¿Cuáles dirías son los riesgos mayores que enfrentan los niños en tu área? Si no son alimentados, crecen con rabia. Es tan simple como eso. Nosotros crecimos con mucha rabia y eso te hace algo. Sabes, vas a la escuela y ves a otros niños con comida y la animosidad empieza ahí. Ellos tienen un sándwich de jamón y unas galletitas y tú no tienes nada. Allí mismo te molestas un poco. Los niños que pasan hambre tienen más posibilidades de unirse a las pandillas y al crimen. Les hace algo mentalmente y físicamente al alma. Puedo dar fe de ello.

Gracias por hablar conmigo.