'More Life' de Drake es un innegable y encantador éxito global

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'More Life' de Drake es un innegable y encantador éxito global

El Drake de la diáspora es el mejor Drake –y también el más natural.

Foto por Barcroft Media/Getty Images

More Life, la primera 'playlist' de Drake, comienza con un sample de "Building a Ladder" de Hiatus Kaiyote. Interpretada en la voz por Nai Palm, es un recordatorio constante del amor y el aplazamiento que está por venir. Tras el lanzamiento dela playlist, Drake lanzó un mensaje dulce y corto que hizo eco de un sentimiento similar: "He hecho tanto en mi breve tiempo y todavía hay mucho más por hacer", estableció. "Pero si alguien viene a cobrar, antes de lo esperado, al menos la vida que viviste fue para ti".

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En More Life, todo el bluff especulativo sobre las colaboraciones —como mi propia burla de un posible featuring con Wande Coal o versos de invitación a jóvenes raperos de Toronto como Puffy L'z o Smokedawg (ambos actualmente en gira con Drake)— estuvo completamente equivocado. En cambio, la juvenil cantante británica Jorja Smith adorna dos tracks: primero con un interludio totalmente suyo; luego asistida por Black Coffee en "Get It Together", un anticipado contendiente a la canción del verano. Antes de la playlist, las mayores influencias musicales africanas de Drake vinieron de Afro-pop pegajoso y contagioso a través de estrellas nigerianas como Wizkid, quien domina este género. Ahora, ha ampliado sus horizontes a la potencia de la escena musical sudafricana (algo así como Wizkid), incorporando tintes de sus raíces house e incluso añadiendo un riddim titulado Madiba, una respetuosa reverencia hacia Nelson Mandela. La producción de la playlist —un pizarrón de atmósferas dancísticas de los 80, abundantes flautas y teclados salidos de películas de terror— está dominada por gente de la ciudad y sus suburbios circundantes. Los créditos incluyen a Frank Dukes, Nineteen85, Murda Beatz, PARTYNEXTDOOR y, por supuesto, el mano derecha de Drake, 40. (También samplea un gran video de Jermaine y Trevaunn Richards de 4YallEntertainment). Desde su inicio hasta su fin, el contenido lírico de More Life, como casi todo el contenido lírico de Drake, está salpicado con chistes y recuerdos que funcionan para él y su audiencia más inmediata: Jóvenes de la ciudad de Toronto que comparten circunstancia y experiencias.

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Una porción masiva de la población de Toronto se define por venir de una diáspora: una palabra que describe a un pueblo disperso de sus hogares originales por diversas razones, a menudo en ciclos de desplazamiento. Dada su naturaleza, la probabilidad de superposición cultural compartida entre diferentes personas de diferentes composiciones étnicas es casi inevitable. Especialmente cuando ciertas condiciones más allá de nuestro control y a veces más allá de nuestra voluntad —como la complejidad de vivir en una ciudad que cambia rápidamente— dictan que muchos jóvenes de la diáspora vivan dentro de los confines de comunidades y barrios específicos que hacen que dicha superposición sea mucho más pronunciada. Esto no pretende ser una lección de historia o un argumento con intenciones de justificar algo que no necesita ser justificado. Tampoco lo es More Life. O lo entiendes o no lo entiendes (o googlea y platica con gente que sí lo haga).

Y a medida que la fama de Drake aumenta, el número de escuchas que lo agarran seguirá siendo una minoría. Y está bien. Lo que no está bien, sin embargo, es una insistencia en creer que lo que no se entiende instantáneamente no tiene ningún significado. O, peor aún, que su especificidad debe ser aplanada para adaptarse a una conclusión simplificada. La memeabilidad viene con el territorio y Drake —o quienquiera que lleve las redes sociales de Drake— lo hace suyo con brazos abiertos. La diferencia es que, en este caso, se cree que se puede hacer burla de una superestrella calculadora. En el otro, la historia y el futuro de un pueblo mucho más grande que Drake se borra por completo, como si nunca hubiera existido. (O como si continuara existiendo, a pesar de ello).

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Es a través del proceso de la diáspora que pequeñas sutilezas cotidianas crecen para formar contextos más amplios que informan cómo un pueblo habla, se mueve y vive. Esto está claro en Toronto, pero también en innumerables ciudades importantes del mundo que son el hogar de ola tras ola de migración. Londres, por ejemplo, es una de ellas. El jala y empuja musical entre las dos ciudades, entonces, tiene todo sentido. Giggs silenciosamente remezcló Mo-G y el primer hit viral de Smokedawg, "Still" en 2015. Skepta estuvo en Toronto para grabar la canción y el video de "Overseas" el año pasado. Tanto Section Boyz como Smokedawg prendieron sus pequeños shows de club con apariciones de Skepta y Drake. Incluso MC's como Stormzy, o los cantantes Sampha y NAO, que aún no han colaborado con ningún artista de Toronto, han llenado los venues de la ciudad con facilidad, una hazaña difícil incluso para los artistas locales. Esto habla de su innegable talento, sí, pero también de las formas en que Toronto y Londres están artísticamente sincronizadas. Para las personas que han estado prestando atención, la inversión mutua entre las dos ciudades que hasta hace poco eran consideradas como sitios de producción artística sin importancia, tanto por personas ajenas como por personas dentro de ellas, está lejos de ser innovadora. More Life justo trajo su efervescente unión al primer plano.

En la aventura de More Life, the Boy cruzó el charco, enlistando a Skepta, quien al igual que Jorja, tiene su interludio perfecto; Giggs suma dos colaboraciones; Santan Dave graba un exhausto correo de voz; y todo se redondea con la dulzura inimitable de Sampha en "4422." Drake, por supuesto, llamó a algunos de los nombres más grandes del rap americano: Kanye, con quien ha insinuado hacer un proyecto conjunto en el pasado canta en "Glow"; Jeffery a.k.a. Young Thug, cuyo tono suave y natural fue una sorpresa mas que bienvenida; Quavo y Travis Scott, el último de los cuales se presentó en una fecha del Boy Meets World Tour de Drake; y 2Chainz, que no necesita introducción.

A pesar de la prolongada espera al igual que su predecesor, cuando More Life se anunció para ser finalmente lanzado por OVO Sound Radio, hubieron dudas sobre si Drake y October Firm  —como Oliver, de 40 años, y the Boy se habían autonombrado— cumplirían con las expectativas, como siempre. Lo que cambió es que esta vez, las dudas podrían haber tenido cierto peso. Con el lanzamiento de More Life, Drake perfecciona lo que siempre le ha funcionado: ritmos pegajosos, rapear y cantar, luego cantar y rapear. Lo que More Life hace también, con precisión y habilidad, es formar los tejidos conectivos entre las sensaciones mundiales de vivir y respirar la cultura. Fue ahí donde Views se sostuvo en una nostalgia romántica. More Life ahonda en la claridad de sus presente. Es el Views más elegante, más riguroso, de un Drake que finalmente ha salido de su trance obsesivo con la percepción y lo que fue. Así que, salud a la novedad. A la felicidad, la unión y la riqueza. A más vida.

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