El circo sin payasos no genera ingresos ni llena gradas

Los eventos deportivos paralizan el mundo, los ojos se postran en las televisiones para observar alfombras verdes con personas que montan coreografías ensayadas durante los meses previos a que se lleve a cabo la presentación estelar. Si alguien falla durante la coreografía podría verse reflejado en el resultado, así son los deportes: precisión y azar.

Los Juegos Olímpicos forman parte de esa elite de eventos deportivos que el mundo espera, con la diferencia de que en muchas de las competencias que los conforman el resultado depende de una sola persona. El éxito o el fracaso recaen en un solo bailarín, no hay quién salve su error, no hay un jardinero que pueda salvar una mala actuación en el montículo: la soledad será quién juzgue la actuación.

Solo en cinco ocasiones el beisbol se ha presentado en los Juegos Olímpicos: Barcelona 1992, Atlanta 1996, Sydney 2000, Atenas 2004 y Beijing 2008. El medallero lo domina Cuba con tres preseas doradas: Barcelona, Atlanta y Atenas. Estados Unidos con una en el 2000 y Corea del Sur la más reciente, en 2008.

La decisión de dejar fuera al beisbol por parta del Comité Olímpico Internacional (COI) tiene distintas explicaciones, la mayoría meras especulaciones:

La infraestructura que tiene que construirse para poder albergar juegos de beisbol. El costo en algunas ciudades es complicado recuperar, debido a la falta de interés que se tiene por practicarlo. Los parques quedan vacíos, como cementerios de batazos y atrapadas: no se pueden ver pero se sabe que ahí sucedieron.

Otra de las especulaciones fueron los problemas que los peloteros comenzaron a tener con el uso de sustancias prohibidas, y el bajo control que la Major League Baseball (MLB) tenía sobre ellos.

La tercera y la que a mi parecer es más certera, es la falta de estrellas durante el evento. El dinero mueve al mundo, eso no es nada nuevo. Tiene bastante sentido que los equipos se nieguen a prestar a sus jugadores estelares para asistir a unos Juegos Olímpicos a mitad de temporada.

Y el más absurdo: la duración de los encuentros. En esta vida siempre carecemos de dos cosas: tiempo y dinero. La obsesión por mirar el reloj es tan engorrosa como la de morderse las uñas. Ambas las hacemos en la mayoría de las ocasiones por una vieja costumbre, aunque después del acto nos demos cuenta que nos estamos haciendo daño.

La selección del plantel mexicano para enfrentar el Pre Clásico Mundial tiene una carta fuerte y costosa: el ligamayorista Adrián González, primera base de los Dodgers. El nacido en San Diego es uno de los peloteros que nuestro beisbol tiene como referencia a nivel internacional. El "Titán" es el deportista mexicano mejor pagado, y el año pasado fue el primer jugador en conectar cinco cuadrangulares en sus primeros 12 turnos al bat. Una chulada.

Este año una de las sedes para la antesala al Clásico Mundial de Beisbol se jugará en Mexicali. El boleto lo disputarán entre República Checa, Alemania, Nicaragua y México.Los boletos restantes serán disputados en Sidney, Panamá y Brooklyn. Un total de cuatro grupos de los que saldrán cuatro clasificados para completar la lista de 16 invitados que asistirán en marzo de 2017 al Clásico Mundial. Los doce restantes reciben pases automáticos debido a su actuación en la celebración pasada.

La competición ha estado manchada por irregularidades en los pagos a los jugadores participantes, quedando la mayoría de las ganancias para los jugadores que la MLB suelta para asistir al torneo. Comienzo a creer que el mote del Rey de los deportes se debe a las ganancias que el juego genera, sobre todo en Estados Unidos. Uno de los motivos por los que fue retirado de los Juegos Olímpicos.

La entrada de dinero que un evento deportivo genera, es uno de los argumentos principales para darle continuidad, como pasa siempre, los organizadores se aprovechan. Me parece un acierto que Adrián González venga a nuestro país a disputar la eliminatoria, pero en gran parte se debe a las ganancias que el "Titán" genera en las gradas. El cebo perfecto para pescar billetes.

Es posible que el beisbol vuelva a aparecer en los Juegos Olímpicos en 4 años: Tokio 2020. Es verdad que genera menos atención que otros deportes de conjunto como el futbol, y mucho más si los seleccionados que los países utilizan para encarar el torneo no provienen de la gran carpa. Un roster repleto de jóvenes genera unas gradas vacías, poco interés y por ende poco dinero. Esperemos que el Rey vuelva de la mano de un país beisbolero.

Pensar en mover de fecha los juegos olímpicos para que puedan asistir ligamayoristas a la competición sería unalocura. Estoy seguro que la MLB no movería ni detendría su torneo (que seguramente genera más ingresos) para poder prestar algunos peloteros a sus respectivos países. El circo sin payasos suele ser aburrido y genera pocas ganancias.