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Música

El colectivo que está impulsando la música electrónica en madrid

Hablamos con los integrantes de Valle Eléctrico sobre el presente y el futuro de la escena en la capital.
Imágen vía @pelonio

*Esta entrevista se publicó en, i-D.

Aunque su escena cultural se haya visto dañada en los últimos años, Madrid siempre ha tenido propuestas muy interesantes; solo hay que buscar en los lugares adecuados. Valle Eléctrico es uno de esos proyectos: un festival que empezó a caminar en la primavera de 2012 y que a lo largo de su (corta) trayectoria ha traído a los artistas más imprescindibles de la electrónica nacional e internacional.

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Desde TRST a Jessy Lanza pasando por una de nuestras obsesiones actuales, Brigitte Laverne. Tres años en los que el equipo formado por Diego, Yeray y Tito ha conseguido publicar vinilos propios, un fanzine ligado al festival y una fiesta de aniversario con varios conciertos simultáneos en diversos locales de Malasaña.

¿Lo último? Cuatro días de conciertos en Ifema con un cartel formado por East India Youth o Liz que lo convirtieron en el evento musical del año en la capital gracias al apoyo de Absolut. A continuación, ellos mismos nos cuentan su historia y su futuro ya que todo indica que a este festival le queda mucho que enseñarnos.

Llevás varios años en el panorama madrileño. ¿Cómo se les ocurrió poner en marcha este proyecto?

Valle Eléctrico nació como una plataforma reivindicativa en torno al sintetizador. Existían y existen festivales o salas que acogen esta oferta, pero solo para aquellas formaciones del género que disponen de relativa popularidad.

Sin embargo, nosotros queríamos crear un espacio íntimo justo en el momento en que se cimientan los proyectos nóveles internacionales. Esa posibilidad de ver al artista evolucionar en sus primeros pasos y al mismo tiempo, vimos que en Madrid estaba surgiendo un movimiento latente con nuestra visión idealizada por la cultura musical electrónica.

De este modo, desde la visión más romántica por la gestión cultural, sin experiencia previa, surgió nuestro particular laboratorio. Teníamos un dinero ahorrado y muchas ganas por cambiar las cosas.

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Imagen vía @valleelectrico

¿Quién se ocupa de qué en Valle Eléctrico? ¿Hay consenso a la hora de hacer el cartel y organizar todo?

Actualmente, somos un tripartito con buena comunicación. Diego Sánchez realiza la escenografía de cada evento -así como su puesta lumínica-, Yeray Dorta es el director de arte y además gestiona todas las redes sociales del proyecto y Tito Ruano es el programador y responsable de comunicación y producción. Cada uno tiene total libertad para desarrollar su área de trabajo.

No hay una imposición entre nosotros, sino que construimos cada edición sumando desde nuestra parcela. Además de esta independencia creativa (apareciendo así más proyectos, lejos de la organización de conciertos), nos retroalimentamos como una pequeña familia, proponiendo nuevos artistas con los que trabajar o nuevas ideas locas. Tito siempre dice que habla más con Yeray que con su pareja, pero esta vocación sin fondo es lo que ha hecho que Valle Eléctrico continúe cambiando cada año.

¿Es difícil compaginar su vida diaria con este proyecto?

Es muy complicado. Ningún miembro dispone de un soporte económico familiar robusto, así que desde el comienzo nos hemos visto obligados a conciliar trabajo, estudios y Valle Eléctrico.

Afortunadamente tenemos parejas muy comprensivas, pero es cierto que si hemos reducido el número de eventos, es por motivos personales. Esperamos dar el paso a la profesionalización y pisar el pistón en algún momento.

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Imágen vía @marioandrei

Hace poco pudimos asistir al Absolut Electrik Factory: un evento de 4 noches en Ifema cuyo cartel fue confeccionado por ustedes con nombres como Liz o Jessy Lanza. ¿Cómo consiguieron formar parte de la organización de estos conciertos?

Desde que iniciamos el camino de Valle Eléctrico, el estudio Pelonio nos ha apoyado. Ellos nos propusieron como programadores del evento, avalados por los tres años previos de conciertos, y entramos a formar parte de ese equipazo. La verdad es que ha sido un sueño.

¿Les ha costado convencer a algún artista para que actúe en el festival a lo largo de estos años?

Con respecto a los artistas locales, siempre han apreciado muchísimo nuestro trabajo. Salvo alguna excepción, aceptan nuestras propuestas indecentes y Valle Eléctrico se ha convertido en un punto de encuentro para muchos de ellos. No obstante, en el caso de artistas internacionales, no es una tarea sencilla.

No disponemos de un gran presupuesto y escogemos salas, como nuestra actual residencia en Café La Palma, cuyos aforos son muy reducidos. En nuestro caso, el formato de mini-festival con una imagen y una puesta en escena tan personal, nos ha permitido romper muchos imposibles. Hay que tener paciencia y saber transmitir el valor de tu punto diferencial, de cómo mimas cada detalle.

Imágen vía @absolut_es

Haciendo balance de los años que llevan con Valle Eléctrico, ¿cuál consideran que ha sido el mejor concierto hasta la fecha?

Esta pregunta es muy difícil (risas). Somos talifanes de los artistas por los que apostamos, pero sí que hay varios artistas que han marcado un antes y después en nosotros. Battlekat (o su proyecto actual, FAE) o Kill J son grupos que han hecho de nosotros mejores personas.

Jessy Lanza, Labyrinth Ear o TRST nos han demostrado que lo imposible puede venir a nuestro escenario y cada vez que les volvemos a ver o reprogramar, lloramos como magdalenas. A nivel nacional nos es imposible escoger a uno porque cada uno ha pasado a formar parte de nuestra familia. Tal es así que, cuando Role se marcharon, nos sentimos obligados a organizar su despedida.

Son un proyecto que siempre se ha reinventado. Empezaron en el antiguo Nasti, han sacado vinilos por su aniversario, han participado en el Festival Autoplacer y en noviembre pudimos disfrutar de su colaboración con Absolut. ¿Cuál es el próximo paso?

El próximo año continuaremos con nuestras ediciones de conciertos en Café La Palma y estamos intentando aprovechar la respuesta de Absolut Electrik Factory para elaborar otro proyecto de otra dimensión. Ojalá Autoplacer nos vuelva a invitar, porque nos encanta trabajar con ellos y, como exclusiva, Yeray quiere que hagamos Synthzine II, así que es probable que dejemos de tener vida personal a partir de marzo.