Los problemas de dinero sacaron del retiro a Manny Pacquiao

Manny Pacquiao, uno de los boxeadores más icónicos del Siglo XXI hasta el momento, confirmó su regreso al cuadrilátero el cinco de noviembre, día en el que enfrentará al campeón wélter de la OMB, Jessie Vargas, en el Thomas & Mack Center de Las Vegas.

Los rumores de su regreso comenzaron a circular a finales de junio, a pesar de asegurar en su última pelea ante Timothy Bradley que sería su última actuación.

El mes pasado, Pacquiao, quien se supone está comprometido con su papel como senador de las Filipinas, negó rotundamente los reportes de que se ausentaría de sus labores políticos por un período para participar en otra pelea.

"No hay verdad alguna en los informes de los medios de que planeo ausentarme de mis obligaciones en el senado para pelear de nuevo arriba de un ring", declaró. "Quiero dejarlo bien claro, mi prioridad son mis labores legislativos.

"Mi próxima pelea aún no se ha negociado. Si fuese el caso, me aseguraría que no interfiriera con mi trabajo en el senado. Cuando me propuse como senador en las elecciones del 9 de mayo, hice la promesa de estar presente en todas las sesiones. Se lo debo al pueblo".

A pesar de las grandes cantidades de dinero que "Pacman" recibió en el pasado, principalmente después de enfrentarse con Floyd Mayweather Jr. en la "Pelea del Siglo" en mayo de 2015, el pugilista en varias divisiones reveló que su razón principal para regresar al entarimado es el dinero.

"El boxeo es mi fuente principal de ingresos. No puedo depender de mi salario como servidor público", Pacquiao explicó después de anunciar su regreso al boxeo.

"Ayudo a la familia de mi esposa y a mi propia familia. Muchas personas también se me acercan para buscar ayuda y no se las puedo negar", dijo hace dos días.

¿Comprometido con el senado?

Una de las cosas que Pacquiao mencionó después de dar la noticia de su regreso fue que seguirá comprometido con el senado durante su campamento de entrenamiento. Para garantizar que nada los distraiga de sus labores, realizará su preparación en las Filipinas.

Pacquiao prometió que tendría un historial perfecto de asistencia cuando fue elegido como senador en mayo pasado, y al parecer sigue comprometido con su meta.

"Toda mi preparación se hará en las Filipinas para que pueda asistir a mis labores legislativos. Lo prometí en mi campaña y estoy determinado a cumplirla", comentó Pacquiao.

Cuando Pacquiao colgó los guantes —el único hombre con campeonatos lineales en cinco divisiones diferentes— el presidente de la Asociación Internacional de Boxeo (AIBA), Wu Ching-Kuo, le ofreció la oportunidad de representar a las Filipinas en los Juegos Olímpicos de Río 2016. No obstante, consciente de que su decisión podría generarle bastantes críticas, Pacquiao decidió alejarse de las Olimpiadas.

Ya que la tentativa participación del senador en los Olímpicos le trago mucha publicidad, el cinco de noviembre se espera que traiga aún más críticas.

Pelea poco atractiva

Si dinero es lo que Pacquiao busca, un combate con Jessie Vargas tal vez no sea la mejor forma de encontrarlo. Top Rank confirmó que la pelea de noviembre estará disponible en pago por evento, pero como su última aparición no fue algo de otro mundo, la promoción parece correr algo de riesgo para la leyenda.

"Estará rondando las mismas cifras, entre 400 y 500 mil. Estamos haciendo los cálculos, pero estará cerca de esos números", comentó Bob Arum, promotor de Top Rank, para ESPN después de la trilogía con Bradley.

Arum también subrayó su creencia de que los comentarios negativos de Pacquiao en contra de los homosexuales tuvieron un impacto en las ventas de la trilogía.

"Sin duda, los comentarios de Manny contra los gays nos mataron", confesó Arum. "Nos afectó mucho. Pero aún así creo que la reacción fue menor que cuando enfrentó a Mayweather. Floyd también fue castigado (por los consumidores)".

Arum debe estar confiado que los detractores de Pacquiao lo han perdonado previo a su combate del regreso. En teoría, la pelea con Vargas es mucho menos interesante que el tercer enfrentamiento con Bradley, a pesar de que el peleador apodado "La nueva generación" aseguró la corona vacante wélter de la OMB en su pelea con Sadam Ali en marzo.

Sin embargo, Pacquiao no se ha alejado precisamente de sus posturas controversiales. Hace tres días salió en defensa del presidente filipino, Rodrigo Duterte, quien pretende hacer válida la sentencia de muerte para los traficantes de drogas condenados.

"Debemos hablarle a estas mentes criminales en el único idioma que entienden", dijo Pacquiao. "Deben entender que nuestro gobierno pondrá un alto a la impunidad. Han lucrado con miles de jóvenes filipinos. Debe haber un alto".