La Santa Cruda: La Pachanga del ‘Canelo’

Entre empujones, pisotones, baños de calor humano y chela, nos gastamos el fin de semana que esta vez, desafortunadamente, no tuvo puente para curarnos la resaca de todo principio semanal. Pero la verdad es que el "finde" no fue todo pachangueo, y también hubo harto deporte, empezando por la tunda —qué digo tunda, la humillación descarada— que el Barcelona le recetó al Real Madrid a domicilio, pasando por el clásico Pumas-América en la capital, y concluyendo con la velada boxística en Las Vegas que, estoy seguro, dejó a más de uno insatisfecho.

Neymar, Suárez e Iniesta —y prácticamente, todo el equipo blaugrana— se divirtieron en la pachanga de la defensa y mediocampo madridistas que nunca lograron ubicarse durante todo el juego. Al parecer, Benítez sufrió un ataque de locura a la "Mou", y creyó que podría ganarle la batalla en el medio campo al Barça, sin un contención fijo que pudiera contrarrestar los embates blaugranas.

El primer coscorrón de los dirigidos por Luis Enrique, cayó al minuto 11 después de una habilitación de Sergi Roberto que vio entrar a Suárez al área merengue como cuchillo en mantequilla. Como de costumbre "El pistolero" no perdonó. El segundo descalabro llegaría a manos —mejor dicho, a pies de Neymar— después de una jugada de Andrés Iniesta quien entró como "Pedro por su casa" desde los ¾ de cancha del Madrid y filtró un balón por la banda izquierda que el astro brasileño colocaría por debajo de Keylor Navas, "si Casillas hubiera estado en la portería, esa pelota no entra", exclamaron los mismos que pidieron su cabeza.

El tercer gol fue todo una obra de arte, ni Antoni Gaudí pudo haberlo construido mejor: Neymar, Rakitić, Iniesta, Suárez jalando marca, taquito de Neymar, y disparo soberbio con la diestra de "el manchego" que mandó el esférico al ángulo derecho. Ni Casillas en sus mejores tiempos atajaba ese balón. Y ya para culminar el baile, al 74', con Messi en el campo, Suárez coló el cuarto gracias a una asistencia de su cómplice Neymar. En pocas palabras, al Madrid le salió barata la derrota pues el marcador pudo haber sido más abultado. MVP del partido: Claudio Bravo. ¡Bravo Bravo!

"Mucho ruido y pocas nueces" fue la lección que nos dejó la anticipada pelea entre el mexicano Saúl "Canelo" Álvarez y el pueltorriqueño Miguel Ángel Cotto el sábado por la noche en Las Vegas. Una vez más, las promotoras, televisoras y jueces se rieron en la cara de millones de aficionados que pagaron el PPV y asistieron a la arena del Mandalay Bay para presenciar lo que se nos vendió como la que sería una guerra a muerte y la pelea del año, entre otras patrañas.

La contienda arrancó con los dos peleadores muy cautelosos y apegados a sus planes de pelea, Cotto paciente —algo que sería un abuso durante toda la pelea— y un Álvarez mucho más inteligente que en sus previos encuentros y con un juego de cintura y cabeza nunca antes vistos; en resumen, un "Canelo" desconocido y renovado. Es cierto que el jalisciense logró conectar más golpes de poder que fueron minando poco a poco a un Cotto que ya no está para aguantar castigo durante 12 rounds. Sin embargo, el de Caguas mantuvo a raya al mexicano con su jab durante gran parte del pleito y parecía que se encaminaba hacia la victoria; las tarjetas de los jueces mostrarían justo lo contrario: 117-111, 119-109, 118-110, decisión unánime para Saúl.

La verdad no sabemos qué pelea presenciaron los jueces, pero igual ya ni nos sorprende, pues hay que recordar que una juez vio un empate cuando "Canelo" se midió ante un Floyd Mayweather superior en todos los sentidos. Una vez más el boxeo se vio involucrado en un pasaje algo bochornoso.

Sabemos que los Pumas-América siempre son partidos hostiles, llenos de pasión —muchas veces utilizada como una excusa para armar desmadres y agarrarse a trompadas como viles animales— y con una gran convocatoria. Pero esta vez fue algo diferente, pues solo se registraron 33 personas detenidas, de las cuales 26 fue por reventa y el resto por alterar el orden público (¡milagro!)

Pues bien, el partido fue emocionante, donde ambas escuadras se cansaron de fallar oportunidades frente a la portería. El América fue el encargado de abrir el marcador en el Azteca por medio de Rubens Sambueza quien aprovechó un rebote del "Pikolín" después de un potente disparo de Darwin Quintero. Parecía que la noche se le venía a los dirigidos por Guillermo Vázquez, pero gracias a la incorporación del "Hachita" Ludueña, los auriazules lograron apoderarse del medio campo y al 25' Ismael Sosa logró empatar tras una pared entre Ludueña y Alcoba. El partido terminarían 1-1, y ambas fanaticadas se irían a casa con relativa satisfacción.