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cambiando vidas por medio del deporte

El Mundial de Indigentes y cómo el futbol está cambiando vidas

Harold Smoke practica una vez a la semana con los Kodiaks Kelowna , un equipo de fútbol Columbia Británica formados por jugadores sin hogar . Esto cambió su vida y lo llevó a la Homeless World Cup en Amsterdam.
Photo by Tyler Harper

Harold Smoke llegó listo para jugar. Probablemente pudo haberse volado el entrenamiento y nadie lo habría culpado. Los incendios forestales al sur de la frontera de la región Interior de Columbia Británica ahogaron las montañas y colorearon el sol de un naranja óxido. No era el momento ideal para hacer ejercicio pero aún así Smoke se presentó. Era la hora más importante de su semana; malditos incendios forestales.

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Smoke se puso a correr en el campo. Al Kelowna Kodiaks le faltaban algunos jugadores así que decidieron jugar en solo la mitad del campo. Jugaron con todo. En cada gol y jugada defensiva los jugadores se animaban mutuamente. Sin insultos, sin mala vibra. Se rieron mucho pero pocas veces pararon de correr. Cuando todo terminó, algunos tenían un hogar que los esperaba. Pero la mayoría no.

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Smoke y el resto de los Kodiaks viven en las calles, y se juntan una vez a la semana para practicar. Dependen del equipo donado y del poco presupuesto provisto por Inn From The Cold. Una vez al año, un jugador de los Kodiaks tiene la oportunidad de jugar para Canadá en la Copa Mundial de Futbol Calle.

Este año, ese jugador es Smoke.

"Realmente es muy extraño para mi", dice. "Pensar que patear un balón me llevará por todo el mundo. Esto no le pasa a la gento como yo."

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La Copa Mundial de Futbol Calle, un torneo anual que este año se realizará en Ámsterdam del 12 al 19 de septiembre, comenzó en 2009 como una competición amistosa con el propósito de inspirar y ayudar a los indigentes. 48 equipos compiten en la categoría para hombres y 16 en la categoría femenil, aunque las mujeres también pueden unirse a los equipos de los hombres. La lista canadiense está conformada por siete jugadores seleccionados de 16 equipos por Street Soccer Canadá en todo el país.

El viaje a Europa fue el primero para Smoke. También fue su segunda vez volando —la primera fue en julio cuando los Kodiaks fueron a Hamilton, Ontario, para el Campeonato Nacional de Futbol Callejero. Aún le cuesta trabajo entender lo que le está sucediendo. No hace mucho, Smoke era una persona diferente viviendo una vida mucho más difícil.

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Smoke, de 42 años, es delgado, con una cola de caballo y mirada pesada. Tiene algunos tatuajes realizados en la cárcel pero no terminados en todo el brazo izquierdo y le hacen falta algunos dientes. Cuando ríe, saber aceptar un cumplido o habla de sí mismo, y desvía la mirada como si se sintiera apenado o confundido por su buena suerte. Su sonrisa es sincera.

Harold Smoke visitó Europa por primera vez y regresará a casa con un trabajo. Jugar futbol a transformado, literalmente, su vida. –Foto por Tyler Harper

Nació en Portage la Prairie, Manitoba, y creció en la cercana reserva Dakota Tipi First Nation. Smoke escapó de casa a la edad de 13 años, entró y salió de casas de ayuda y fue encarcelado varias veces por agresión, robo y traspaso de propiedad privada. Tiene una hija en Manitoba que va a la universidad que cada vez que es mencionada hace que se le quiebre la voz. "Ese es un tema difícil de hablar", dice.

Smoke, actualmente viviendo en una casa subsidiada y desempleado, se hizo adicto al crack durante su estancia de cinco meses en Edmonton, Alberta, que él considera el peor momento de su vida. Desesperado por terminar con la rutina de despertarse en callejones y en busca de una vida diferente, Smoke se mudó a Kelowna, C.B., a principios de 2010. Salió y entró de rehabilitación mientras vivió en la calle por casi cuatro años hasta que fue abordado por Tom Maxwell en un refugio local. Maxwell le preguntó si estaría interesado en jugar futbol, y Smoke aceptó. "Tenía que cambiar mi vida", dice Smoke. "Iba en picada. Si no hubiera sido por Tom y ellos, probablemente seguiría allá afuera o en la cárcel, o peor".

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Maxwell, un australiano de 31 años, se describe a sí mismo como un mal futbolista. Creció venerando al equipo nacional y viendo la Liga Premier inglesa. Después de leer GOAL! The story of the Homeless World Cup escrito por el cofundador del torneo, Mel Young, a Maxwell se le ocurrió armar un equipo de indigentes, pero no fue sino hasta que se mudó a Kelowna en junio de 2010 que puso manos a la obra.

Pero lo planes de Maxwell casi terminan en la basura. Su primer paso, una junta con los administradores de los refugios locales, no salió bien. "Unos cuantos se rieron de mi", dice. "Como diciendo, ¿qué estás haciendo? Simplemente creían que no iba a funcionar". Aún así, Maxwell encontró el apoyo en el Inn From The Cold y Street Soccer Canada, y busco a los interesados en participar. Los Kodiaks tuvieron su primera práctica en septiembre de 2010. Cinco personas se presentaron, pero solo una regresó la semana siguiente. En las siguientes tres semanas, Maxwell y su esposa Tiffany estuvieron con solo un jugador.

Decidieron esperar diez minutos más. Si nada se presentaba, descartarían la idea.

"Te lo juro, cuando dijimos, 'Ok, se acabó,' como unas seis o siete personas entraron al campo", dice Maxwell. "Estaban en todas partes. 'Oye, ¿ustedes son los del futbol callejero?', y me dije, 'No manches, realmente funcionó'. Y desde ese entonces supimos que esto iba a funcionar."

Generalmente, 10 jugadores conforman el equipo. A veces practican jugadas, pero casi siempre tienen juegos de práctica. Maxwell, quien también trabaja en el refugio Inn From The Cold, no le habla a sus jugadores sobre la vida fuera del futbol. Su equipo tiene que ver solo con el deporte. Cuando se enfrentan a otros equipos, los Kodiaks no dicen que son indigentes. No quieren compasión. En el terreno de juego son futbolistas. Es todo lo que importa.

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Cuando la gente se acerca a los Kodiaks les toma algo de tiempo ganarse su confianza. James Tarrant, quien ha estado con el equipo desde el principio, recuerda haberles dicho a los Maxwells que lo dejaran en paz cuando se le acercaron. "No creí que íbamos a jugar futbol", dice Tarrant. Cuando se le preguntó lo que pensó que realmente harían, Tiffany Maxwell respondió por él: "Más persona diciéndote qué hacer".

Tiffany Maxwell y James Tarrant relajados en el campo de futbol.—Foto por Tyler Harper

Tarrant se ríe con Maxwell cuando recuerda cómo solía traer puesta una gabardina y botas (Tarrant dice que era una persona violenta en ese entonces). Solía toser después de correr 10 yardas. "He aprendido a respirar. Ha ayudado a mi salud mental".

La historia de Smoke es similar a la de Tarrant. Antes que de jugara futbol, dice haber estado molesto con la sociedad y con el sistema judicial. Pero también se dio cuenta de que estaba envejeciendo, que necesitaba hacer cambios positivos. El cambio fue mucho más difícil por su adicción.

"Especialmente cuando vienes saliendo de las drogas, tu mente comienza a trabajar de forma diferente", dice Smoke, quien ha estado sobrio por dos años. "No sabes cómo controlarlo. Comencé a sacar toda mi ira en el futbol. Comencé a jugar con todo, a practicar más. Ahora tengo una mejor perspectiva de la vida, a donde quiero estar, a donde quiero ir, ese tipo de cosas".

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Tom Maxwell es realista acerca del lugar donde las organizaciones para indigentes necesitan destinar sus recursos, y respira profundamente cuando se le pregunta sobre la gente que lo critica por utilizar el deporte como ayuda para los más necesitados. "Todo el tiempo nos dicen lo mismo. ¿Por qué desperdiciar tu tiempo jugando futbol? Bueno, hasta el momento las formas convencionales no han funcionado, así que por qué no intentarlo.

Maxwell ha viajado dos veces a la Copa Mundial de Futbol Calle con el equipo canadiense. No hay un incentivo financiero por ganar, pero ha atestiguado el cambio de sus jugadores. "Es increíble, te hace más humilde. Todo es muy amigable. El entorno es indescriptible. Una vez que regresas, te encuentras con miles de solicitudes de amigos en Facebook. Tu interfaz comienza a hablar en portugués, español, francés; es muy divertido."

Tarrant se acerca a Smoke durante la práctica de los Kodiaks. "Todo lo que sentirás es dolor, querrás acostarte", dice riéndose. "Lo digo en serio. No lo veas como vacaciones. Tendrás tu propia experiencia. Yo tengo la mía. Tienes que ser organizado. Estás en un país diferente donde el idioma es una barrera."

Aún así fue una experiencia positiva para Tarrant. Dice haberle dado confianza y ayudado a mejorar su salud. Tarrant recuerda lo orgulloso que se sintió al vestir el uniforme de la Hoja de Maple, mientras escuchaba el himno. También reconoce que representar a Canadá podría devastar a un indigente que regresa a la vida en las calles. "Llegas a casa y tienes que bañarte, tienes que hacer tu comida. Estoy marginalizado, bajo asistencia social, y tengo que ver cómo le voy a hacer, cómo empezar de nuevo."

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Los resultados de la Copa Mundial de Futbol Calle no importan para Street Soccer Canada. Los jugadores no son seleccionados por sus habilidades. Maxwell nominaría a todo su equipo si pudiera, pero Smoke va todas las semanas. "Tampoco le hacemos el feo al hecho de que es muy bueno para el futbol", dice Maxwell.

El futbol les ha devuelto la sonrisa a los Kodiaks. —Foto por Tyler Harper

Smoke se ejercitó todas las mañanas para prepararse para el torneo, y practicó con sus amigos siempre que no había entrenamiento con los Kodiaks. También consideró seriamente el consejo de Tarrant sobre el regreso a casa. Smoke cayó en depresión después del torneo en Hamilton, y trabajó con Maxwell para fijarse metas a futuro. Smoke es amante del futbol —le va al Barcelona y dice que Lionel Messi es su futbolista favorito— pero, de alguna forma, el deporte es secundario para él.

"Quiero experimentarlo", dice Smoke. "Es lo que me emociona. Nunca pensé que iría a Europa. Siempre dije que si me iba del país algún día, iría a Ámsterdam. Y mira, aquí me tienes viajando a Ámsterdam."

Smoke llegó al entrenamiento con buenas noticias: cuando regrese a Canadá tendrá un trabajo de tiempo completo como constructor de techos. Planea quedarse ahí hasta que pueda encontrar un trabajo como cocinero. Asistir a la Copa Mundial de Futbol Calle no solucionará todos sus problemas, pero Smoke cree que es un buen comienzo.

"Es increíble", dice, "lo rápido que las cosas pueden cambiar".