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FIGHTLAND

Conor McGregor predijo su éxito y sus ambiciones económicas

“Mystic Mac” podría también tener el poder de la adivinación.

En junio de 2014, antes de que se apoderara del mundo, Conor McGregor era otro peso pluma desconocido con sueños, esperanzas y una lesión en la rodilla. Diez meses antes, en UFC Fight Night en Boston, Massachusetts, el joven irlandés se había desgarrado el ligamento anterior cruzado durante su pelea contra MaxHolloway, que terminó en victoria por decisión unánime y los doctores lo hicieron tomar un descanso de casi un año. Fue la misma lesión que había enviado a Georges St-Pierre a la banca casi tres años antes, y McGregor sin tener algo mejor que hacer, empezó a decirle a todos que se recuperaría más rápido que el excampeón wélter. Y así fue. Entonces podemos contar ese momento como el inicio de la Era McGregor, una época en la que predecir resultados y anunciar cada paso que das (incluyendo sobre lo rápido que sanarán tus ligamentos) estaría a la orden del día.

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Adelantémonos diez meses, al 4 de junio de 2014. La rodilla de Conor McGregor ya había sanado para entonces y estaba de regreso en el gimnasio entrenando. El oponente al que enfrentaría McGregor el 19 de julio, Cole Miller, tuvo que retirarse de la pelea debido a una lesión y rápidamente fue reemplazado por el brasileño Diego Brandao. McGregor, que para ese momento tenía casi un año en la banca, enfrentando otra noticia y probablemente muy aburrido, acudió a Twitter para dejar ver su ambición cuando el mundo le presentó una pieza más de incertidumbre: soñó con que algún día sería el rey y todo estaría en el lugar correcto.

Ahora, estamos al final de 2016, tres años después de aquella lesión que aquejaba al campeón y que lo obligó a estar fuera de la acción, y el irlandés es el primer campeón de dos divisiones (al mismo tiempo) en la historia de UFC. Al derrotar a Eddie Alvarez en UFC 205 el sábado pasado, McGregor hizo lo imposible y validó los sueños que tenía cuando era un chico de 25 años, con mucha energía y tiempo en sus manos.

Ese acto de vaticinio fue lo suficientemente impresionante, pero pensar que el primer vistazo que le dio McGregor a sus sueños de tener acciones de UFC lo publicó junto con su deseo (¿Plan? ¿Destino?) de ser campeón en dos divisiones al mismo tiempo, y que ganara ese soñado segundo cinturón sucediera dos meses después de que los nuevos dueños de UFC lo invitaran a formar parte de los nuevos inversionistas de la compañía y que una semana después se diera a conocer un documento en el que se demostraba el impacto económico que McGregor tiene en la promotora, dándole al irlandés el momento perfecto para decirle al mundo que no peleará de nuevo hasta renegociar su contrato para que incluyera acciones equitativas en la compañía.

Los fans del irlandés lo han llamado "Mystic Mac" desde hace años, en honor a su habilidad de predecir sus victorias, como lo hacían Babe Ruth y Muhammad Ali. Pero este tipo de presagio, profecía y augurio es suficiente para que cualquier escéptico dude sobre el arte de la adivinación. Ahora lo admito: Conor McGregor, además de ser uno de los mejores peleadores de MMA podría también tener poderes para adivinar el futuro.

Claro, el poder más grande del campeón —incluso más que sus habilidades de pelea y su habilidad para predecir el futuro— siempre será su facilidad para promover sus peleas. Después de todo, no fuimos nosotros ni ningún otro medio los que buscamos esa publicación en Twitter para comunicarle al mundo sobre la premonición de McGregor. Fue él mismo y lo hizo porque sabe que tener los poderes más grandes, inescrutables y misteriosos del mundo no importan si nadie los nota.