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México vs. EUA: Por un mundial sin muros

A pesar del resultado, tanto gringos como mexicanos vivieron el partido a lo máximo.

No tenía precio la cara de Sunil Gulati durante la conferencia de prensa de Jurgen Klinsmamn, el técnico de la selección de futbol de Estados Unidos. Al presidente de la federación de futbol de EE.UU seguro le venían a la mente cómo justificarle a su afición que México había roto un maleficio y había ganado en su cancha más sagrada. Durante 15 años el MAPFRE Stadium de Columbus, Ohio fue la fortaleza y la fórmula perfecta para ganarle a México y mantener a la afición mexicana lo más alejada posible. Pero la cara de Gulati no es por la derrota, su preocupación es que ganó Donald Trump y puede afectar gravemente sus planes.

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No es el primer partido Estados Unidos contra México que voy, ni será el último, pero éste clásico del futbol mundial tenía una expectativa diferente. Era una mezcla del frío, un atardecer con cielo quebrado, y una combinación de olores y sonidos muestra de la integración cultural entre los dos países. Es la gran cultura americana del "tailgating" que nos dejó ver todo lo contrario a las expectativas de los medios morbosos a la búsqueda de un cántico racista, un pleito o una muestra de política en contra de los mexicanos. El partido se llevó con un sentimiento generalmente muy pacífico, de unidad, respeto y de mucha hermandad.

Pero si hay algo que el presidente de la federación de Estados Unidos puede estar orgulloso es de su afición y la madurez con la que tomaron la derrota. Que a pesar de la tensión política generada por los resultados de las elecciones presidenciales, no hubo muestras de racismo, xenofobia o discriminación que hacer notar. Para Sunil Gulati este puede ser un triunfo político a nivel nacional y global, en Columbus no hubo muros.

Esto es muy importante porque la federación de EUA está trabajando muy fuerte en promover que el mundial de 2026 se lleve a cabo entre su país, México y Canadá. Lo que sería un mundial de proporciones enormes, con 40 equipos y 16 sedes en los tres países. Para lograr esto, la federación debe tener una relación muy alineada con todos los actores políticos involucrados de manera nacional e internacional.

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Culturalmente en Estados Unidos el futbol es seguido por una afición diferente al grueso de la población. Podría decirse que sus aficionados son de un corte más educado y global que el de otros deportes. El "soccer" en EEUU está muy atado al pensamiento político demócrata y como evidencia la familia Clinton siempre ha aportado apoyo al futbol. Bill Clinton incluso fue parte muy activa de la candidatura de los Estados Unidos para el mundial del 2022.

Será muy interesante como el cambio político en Estados Unidos va a afectar la posibilidad de realizar el sueño de un mundial norteamericano. Los valores xenófobos, racistas y de discriminación de Donald Trump y su administración seguro afectarán este plan y la federación tendrá que navegar políticamente cómo va a pedir el apoyo del gobierno. Aún falta más de un año para que los candidatos al mundial del 2026 tengan que presentar sus planes ante la FIFA, lo cual es tiempo suficiente para que Sunil arme un plan de acción político junto con las federaciones de México y Canadá.

Mientras tanto en Columbus se demostró que existe hermandad entre las dos aficiones. Tanto gringos como mexicanos vivieron el partido a lo máximo y a pesar de la derrota, los estadounidenses no tuvieron nada que lamentar. Aquí las fotos de lo que viví previo y durante el juego, un sentimiento de unidad, paz y respeto por cada afición. Me quedo con la celebración en el estacionamiento con mexicanos y gringos bailando música banda y tomando cerveza.

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