FYI.

This story is over 5 years old.

Serie: Venezuela en Bogotá

Les preguntamos a varios venezolanos qué piensan del transporte en Bogotá

"De pronto podrían bajarle al pasaje en lugar de gastar tanto dinero en la publicidad del pato".
Daniel Senior.

En términos generales, las migraciones en el mundo van del hemisferio sur al hemisferio norte, de oriente a occidente, de ciudades sin metro a otras que sí lo tienen. Pero a veces los caprichos de la geopolítica obligan a las personas a migrar hacia lugares que no necesariamente están más desarrollados (lo que sea que eso sea) ni tienen una mejor infraestructura de transporte.

Y ese podría el caso de los venezolanos que han migrado a Bogotá en los últimos años: muchos de ellos se fueron de una ciudad como Caracas, en la que hay un metro y los pasajes valen un 0,006% del salario mínimo mensual, a una como Bogotá, en donde no tenemos metro y el pasaje de Transmi vale un 0.3% del mínimo.

Publicidad

Les preguntamos a varios de ellos qué opinan del transporte público de la ciudad. Al fin y al cabo, hablar mal del Transmi es casi un sinónimo de ser bogotano.

Del Valle, 25 años, está en Bogotá hace un mes

Bueno, hablaré del Transmilenio que es el que más he usado.

Primero, me parece caro para la CANTIDAD de gente que circula a diario en él. De pronto podrían bajarle al pasaje en lugar de gastar tanto dinero en la publicidad del "Pato". Porque si la gente se cuela es por algo, ¿no? Imagínate a alguien que paga cuatro pases al día.. ¿Casi diez mil pesos diarios? ¡Es mucho! En Venezuela al menos te dan una rebaja por comprar 10 pasajes y los estudiantes y abuelos pagan un 75%. Segundo, deberían poner un control en las puertas todo el día, ya que la gente, literalmente, se mata y es muy común escuchar a la gente diciendo: "ay, cuidado me aprietas" o "señora, no respiro". En Caracas, dónde viví casi toda la vida, hay un sistema parecido al Transmilenio que se llama Bus Caracas. Ahí ponen a una persona en cada puerta del sistema para controlar que la gente no se mate entrando y saliendo, ni que haya sobrecupo en los vagones.

No todo es malo: me gusta el sistema. Es cómodo a ciertas horas y me ha llevado por toda la ciudad. También me gusta que sea de tarjetas, cosa que me parece buena y que no existe en Venezuela.

José García, 34 años, está en Bogotá hace cinco

Yo uso el Transmilenio todos los días y me parece maloso. Me refiero a que casi siempre está colapsado, no cabe la gente en los buses, ni siquiera en la estación. No sé si una ciudad tan grande de abasto con este sistema, de pronto, si existiera un metro, sería mejor la cosa. En Caracas hay metro: digamos que va igual de lleno y que también es malo, pero al menos se mueve más rápido.

También uso el SITP a veces: es menos lleno pero lo que pasa es que los conductores son malísimos. Claro, ¿quién va aceptar un salario tan bajo por manejar un bus todo el día? Los conductores buenos se quedaron en sus buses viejos.

Publicidad

Ailen, 42 años, está en Bogotá hace uno y medio

A pesar de todo el conglomerado de personas que lo usamos, me parece organizado. Las rutas y los números no parecen fáciles de usar, pero la aplicación de Sitp te ayuda a desenvolverte por toda la ciudad. Además, los buses azules prestan un servicio constante hasta la media noche. No es lo deseado, pero te ayuda a llegar rápido a donde requieres. Es más fácil quejarse que ver las bondades.

El sistema en general es mucho mejor que el que usaba en Barinas, Venezuela. Allá lo más moderno que hay son unos buses parecidos a los alimentadores.

Francisco, 26 años, está en Bogotá hace tres

Digamos que es igual de mierda, pero la diferencia es que aquí es un transmilenio que va sobre la superficie y allá es un metro subterráneo. Bueno, la otra diferencia es que allá es aún más peligroso. En el metro de Caracas a cada rato se montan a atracar la gente entre parada y parada. Y allá es con pistola.

Pero son lo mismo porque ninguno de los dos se puede usar: allá en Caracas me movía a todo lado en mototaxi y aquí en Bogotá me compre una moto luego de los primeros seis meses en Transmi.

Sara, 46 años, está en Bogotá hace uno y medio

Es caótico, ¿no? Pero el caos es peor en Caracas. Allá yo usaba el ferrocarril, un tren que va de Caracas a las pueblos de las afueras de la ciudad y a hora pico era una pesadilla montarse. Además había colados, vendedores. Bueno, muy parecido acá pero sobre rieles.

Pero el transporte de Bogotá me gusta más: aquí se monta un abuelo o una mujer embarazada pide una silla y se la dan. En Caracas, se hacen los dormidos.

Publicidad

Adriana, 25 años, está en Bogotá hace uno y medio

Yo pensaba que no había nada peor que montarse en hora pico en el Metro de Caracas, como a eso de las 6:00 P.M., cuando todos salen del trabajo y hay un desespero por regresar a casa. Hasta que me tocó vivir en una ciudad en la que vive más gente que en Caracas —más del doble— y en la que ni siquiera existe un transporte público masivo y rápido que sirva.

En Venezuela tenía carro: era sin duda lo más económico, ya que la gasolina es prácticamente gratis, vale menos que una botella de agua. Aquí no puedo darme ese lujo y además no quiero vivir en trancones y depender del Pico y Placa.

Hoy en día, admiro el Metro de Caracas: es, en realidad, de los mejores de Latinoamérica. Tiene más de 50 años funcionando y también tiene MetroCable para llegar a las zonas vulnerables de la capital, bastante parecido al Metro de Medellín.

Me gustan los buses azules. Hay una ruta que pasa frente a mi casa y no son tan concurridos. A Transmi lo odio, nunca lo uso. Siempre está lleno. Uno tarda mucho en montarse y la sensación de inseguridad es mucho mayor.

Algo que funciona mejor en Bogotá que en Caracas es el sistema de taxis: en Venezuela ni siquiera usan el taxímetro. Todo se cobra al ojo. Además, aquí hay Uber y a veces hasta te puede tocar un conductor guapo, en Venezuela no hay Uber del todo.

Oneida, 52 años, está en Bogotá hace dos meses

El Transmilenio me parece la manera más rápida de moverse por la ciudad, sobre todo los fines de semana. Cuando pides asesoría a los empleados del sistema, no son muy claros en sus sugerencias: hace dos sábados di más vueltas que un trompo siguiendo sus instrucciones.

Lo malo es que hay demasiada gente, con todos los problemas que eso implica: he notado que a veces cuesta abrir las puertas. Los vendedores ambulantes, neoartistas y gente que pide ayuda en el sistema, se vuelven de lo más fastidioso, generalmente no compro nada ni doy nada. Me parece un sistema complicado, porque aún no conozco mucho la ciudad, pero lo utilizó 100%.

En sus inicios, el metro de Caracas prestó un buen servicio, pero desde hace algunos años su deterioro ha sido enorme. Allá los precios están controlados, prácticamente no vale nada el pasaje, y ese es en gran parte el problema del servicio. Si no pagas casi nada por el pasaje, el sistema se vuelve inviable. Acá el Transmilenio parece caro pero creo que es justo si quieres mantener el sistema a tono.