Anoche fue muy especial. Para Tame Impala, porque dieron el show en solitario más grande de sus vidas, tocando para 18,000 personas en un Palacio de los Deportes con las entradas completamente agotadas. Y para Clubz, porque la banda australiana los eligió para fungir como teloneros en sus dos fechas en México, en la capital y en Monterrey. Para los regios fue importante por poder presentarle su música a tanta gente nueva, por supuesto, pero lo impresionante no fue eso, sino que varios de los asistentes no sólo los conocían, sino que se sabían sus canciones y las cantaban a todo volumen. Aquello fue un buen indicio de que les esperan cosas buenas, especialmente una vez que publiquen su LP debut, Destellos, pero además de eso fue una gran experiencia, especialmente en comparación con cómo suelen ser las experiencias para las bandas teloneras en este país, en donde muchas veces suelen ser abucheadas.Daniel Patlán estuvo con los regios para retratar el antes, durante y después de ese día tan especial, y esto es lo que nos envió.
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