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Hay científicos en Colombia que sienten que Colciencias es una rosca

Una de dos: o no hay un buen manejo de los recursos, o no se están haciendo las preguntas correctas.

Ilustraciones por Paula Osorio

La población colombiana padece un virus de contagio emocional masivo basado en la queja. Este fenómeno consiste en que las personas que se indignan, aunque no tienen una idea clara de por qué lo hacen, responden a los estímulos masivos del entorno en el que interactúan. Este virus se caracteriza por ser efímero y mutante; cuando un nuevo escándalo llega, el anterior se olvida por completo.

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La semana pasada, todo el mundo tuvo que ver con la polémica salida de Paula Marcela Arias de Colciencias, la entidad que en Colombia se encarga de regir el destino de la investigación en ciencia y tecnología. De repente, una manada de defensores de la academia y la innovación salió indignada por la posible reducción de $125.000 millones destinados a esta entidad, por parte del Ministerio de Hacienda. Mientras se esclarecía el asunto, las redes sociales se llenaron de comentarios polarizados apoyando a la exdirectora, juzgando al gobierno y sentenciando a Colombia como un país que no piensa ni en la educación ni la investigación "y por eso es que estamos jodidos".

Y bueno, la noticia no es vieja. Todos sabemos que Colombia está quedada en cuestión de inversión para la ciencia: según el Banco Mundial, el país asigna menos del 0,4% del PIB para estos fines, mientras que Brasil gasta el 2%, Argentina el 0,6%, México el 0.5% y Sudáfrica el 0,8%. Ahora, ¿el problema es la falta de recursos o la mala distribución de los mismos?

Para responder a estas cuestiones, apartada del virus de contagio emocional, decidí indagar en el gremio de científicos colombianos que, con razón y más conocimiento sobre el tema, expresaron sus opiniones. Finalmente, estos investigadores dependen de estos recursos para llevar la papita a la casa.

Dar con los miembros de las comunidades científicas no es fácil y entrevistarlos tampoco. De repente arrancan a hablar de química pura, aminales heterociclos, esquistosomiasis y filariasis, moléculas orgánicas con nitrógeno, y solo puedes sonreír y asentir con la cabeza, como si entendieras. También puedes toparte con algún miembro honorario de la Academia Colombiana de Ciencias que, como respuesta a tu correo electrónico, te dice que no se siente bien "saliendo en VICE, Soho, Playboy u otros demonios" porque nuestros artículos le hacen "tragarse la lengua". Nuevamente, sonríes y asientes con la cabeza, como si entendieras.

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Más allá de los pormenores encontré también a tipos juiciosos, que desde sus laboratorios, se quejan del quehacer científico en  Colombia. De hecho, uno de ellos, Gustavo Armando Morales, doctor en medicina veterinaria y zootecnia de la Universidad Nacional, se limitó a responderme: "Colciencias nunca ha sido una herramienta para impulsar la ciencia y la investigación en Colombia; es un muñeco del Gobierno para fantasear si algo le preguntan".

Con este preámbulo, al primero que agarré fue a Augusto Rivera, químico de la Universidad Nacional, docente de la misma y doctor en ciencias químicas, con especialización en química orgánica. Rivera adelanta una investigación sobre moléculas orgánicas, provenientes de aminales heterocíclicos, que podrían ser utilizadas para la industria farmacéutica. Este científico tolimense tiene colgadas brujas de todo tipo en su oficina en vez de los diplomas y menciones especiales a los que ha sido merecedor (que son muchísimos).

Foto por la autora

VICE: Augusto, puedo ver que tienes años de experiencia en la investigación. ¡Qué cantidad de publicaciones!  ¿Alguna ha estado apoyada por Colciencias?

Augusto Rivera: Los proyectos que me ha financiado Colciencias han sido porque he tenido asociaciones con grandes empresas que me llaman a participar. De los míos propios ninguno. Lo que sucede con ellos es que tanta "democracia" al escoger no funciona. Allá no se gana si eres un químico puro como yo, porque a ellos no les conviene mostrar una investigación que no tenga ruido mediático. No hay claridad en el momento de escoger y tampoco precisión. Creo que si Einstein fuera colombiano y llegara a tocar las puertas de Colciencias se las cerrarían, porque los jurados dirían: "¿relatividad? ¿Qué es eso? No vale la pena".

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¿Crees que el presupuesto actual destinado en Colombia para la innovación e investigación es suficiente?

La inversión acá es demasiado baja. Mira países como Israel, Egipto y más cercanos, como México, y te darás cuenta de que estamos mal. Las becas para estudiar existen, ahí Colciencias tiene una importante participación, o la misma Universidad Nacional. Pero hace falta, con urgencia, inyectarle a los proyectos.

¿Ése es el problema verdadero, o más allá de la plata existen otras trabas para la investigación?

Lo que yo he hecho lo he logrado con poca cosa y con apoyos de la universidad. Me ha tocado estar arrinconado compartiendo laboratorio y sacar de mi plata para pagar equipos (como mi primer computador). He corrido con la suerte de tener grandes colaboradores. Pero la verdad, yo, con el apoyo que entidades como Colciencias le han dado a algunos, ya habría llegado muchísimo más lejos. Acá todo siempre va para los mismos y tú ya lo sabes. Pero bueno, todo sea por la ciencia.

Nunca imaginé que la oficina de un químico estuviera llena de brujas y matas…

El 31 de octubre es el día del químico, y eso de andar mezclando cosas que sacan humo para meterlas en tarritos, hace que la gente me ascocie con brujas. Cada año me regalan montones. Las matas son más una cosa de terapia psicológica. Mientras las siembro, mi cerebro se expande y llegan las ideas.

Curada de la química y los recuerdos angustiosos de exámenes rajados en el colegio, encontré una científica dedicada a un área más amable: la biología. Manuela Carrasquilla es bióloga de la Universidad de los Andes. Una  joven investigadora apasionada por los mosquitos, sus adaptaciones al medio ambiente y la transmisión de enfermedades a través de estos. A su corta edad ha trabajado en centros de investigación en Berlín y, actualmente, en Estados Unidos, donde realiza investigaciones sobre la malaria en el laboratorio de Manuel Llinás, profesor de la Universidad Penn State.

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Foto cortesía de Manuela Carrasquilla.

VICE: Estás empezando a formar este camino de investigación ¿Ves a Colciencias como un apoyo?

Manuela Carrasquilla: Nunca he tenido proyectos con Colciencias. Es una rosca. Hay fondos pero se los dan a los mismos, que no necesariamente son los mejores para la ciencia. Es una cosa de burócratas y no con fundamentos científicos.

¿El problema es la plata o existen otras trabas?

No se trata de la cantidad, sino de la distribución. A mí me da miedo volver a Colombia porque aunque tenemos todo, desde enfermedades y biodiversidad, es preferible afiliarse con otros grupos porque hay mayor financiación y más posibilidades.

La cosa se estaba poniendo seria… De forma algo fortuita había enviado unos 30 correos electrónicos a científicos colombianos, y solo había dado con una inconformidad que trasciende la cuestión de recursos:  la rosca. Así que me enfoqué en buscar a una persona que sí hubiera recibido ayuda de Colciencias. Entonces, apareció Sven.

Sven Eloy Zea Sjoberg, es biólogo marino de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, tiene una maestría en biología marina de la Universidad Nacional y es doctor en biología de la Universidad de Texas en Austin. Reparte su vida entre la docencia y el trabajo de campo en el mar, razón por la que está radicado en Santa Marta, como parte del convenio entre la Universidad Nacional y el INVEMAR, para desarrollar allí el programa de posgrado (maestría y doctorado) en ciencias-biología, con énfasis en biología marina.

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Foto por Andia Chaves. Expedición: Bocas del Toro.

VICE: Sven, tú has tenido varios proyectos con Colciencias. ¿Cómo te ha ido con ellos?

Sven Zea: Me ha ido bien. Ahora mismo soy coinvestigador de uno, pero lo malo es que siento que he tenido que estar cambiando constantemente tanto el tema como la profundidad de las preguntas de investigación para poder seguir las modas. Cuando me inicié me financiaron un proyecto en taxonomía, pero luego tuve que dedicarme a la ecología, y más adelante a la acuacultura, para poder seguir obteniendo financiación, pues mis temas pasaban de moda.

¿Crees que el presupuesto actual de Colciencias es suficiente?

No conozco el valor del presupuesto, pero siento que no es suficiente. Ahora que las universidades están exigiendo y premiando la investigación, se requiere de más. Somos demasiados para tan poco dinero. ¡El país debe aprovecharnos! Nunca he podido llevar un tema hasta sus últimas consecuencias, pues siento que las etapas más avanzadas no serían financiadas.

¿Existen otros problemas para la investigación?

Las regalías serían una buena cosa para la investigación si se entregasen a Colciencias para su manejo absoluto y no con la intermediación de los políticos locales y regionales. Ese enlace es perverso y creo que hasta ahora no está funcionando. Yo en lo personal le tengo pánico y prefiero sustraerme.

Para equilibrar un poco el asunto, quise hablar con la directora de Fomento e Investigación de Colciencias, Lucy Gabriela Delgado, para entender la visión de la entidad frente a todo este malestar. Gabriela lleva diez meses trabajando allá, pero alguna vez fue una científica más que envió su proyecto a la entidad como cualquier otro, luchó por él y logró su aprobación.

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Foto cortesía de Lucy Gabriela Delgado.

VICE:¿Qué puede hacer el gremio de científicos para cambiar el panorama de la investigación en Colombia?

Gabriela Delgado: La investigación va primero que la innovación, y ésta, si se organiza, es la base de la educación. Lo que las personas no han entendido es que la investigación es la raíz para transformar las sociedades.  Los científicos tenemos que encontrar argumentos democráticos, irnos para el Congreso, y acercarnos con las palabras adecuadas para exigirles mayor apoyo al gremio. También, los investigadores y docentes tienen que crear productos que impacten a la sociedad de acuerdo a las prioridades del país.

¿Y qué puede hacer Colciencias?

Nosotros damos muchas becas y apoyo financiero para los proyectos. En cuanto a becas estamos muy bien pero, debido al corto presupuesto, el apoyo no puede ir más allá. El problema es que no hay un músculo de proyectos que sostenga a estos científicos formados, y ahí está la falta de apoyo estatal. A veces los científicos no entienden que, aunque para ellos su tema sea vital, a veces no tienen el impacto para cambiar la sociedad colombiana, que es el aspecto que nosotros más tenemos en cuenta. Ésa es la razón, además de la falta de recursos, por la que algunos proyectos se quedan por fuera.

Muchos científicos se quejan de la rosca que hay en Colciencias…

Esa es la percepción que tiene la gente, pero Colciencias tiene derecho a su buen nombre. No puedo hablar por las anteriores administraciones, pero ésta (desde que estoy trabajando con ellos), se basa en un proceso universal de evaluación por pares. Ni siquiera es Colciencias el que decide quién pasa y quién no. Los proyectos son revisados por académicos, expertos en las áreas, que en su mayoría son extranjeros y sus identidades pueden ser revisadas en la red, porque se hacen públicas. El criterio está fundamentado en un sistema cuantitativo, en el que cada ítem de evaluación se llena con un puntaje de 0 a 100, y los que obtienen de 70 para arriba pasan automáticamente.

¿Qué le dirías a estos científicos inconformes?

Las personas al recibir la evaluación de su proyecto pueden corregirlo y enviarlo de nuevo. El que pide la evaluación y la retroalimentación se la otorgan. Te lo digo yo como investigadora; hice el trámite como una persona normal, no lo aceptaron, lo arreglé, y lo logré. Todos los procesos de Colciencias están en veeduría ciudadana, entonces, si tanto dicen que esto es injusto, que nos demanden. En este país las personas somos unos chismosos culturalmente. Esos odios heredados y rivalidades, se las transmitimos a los estudiantes y eso no está bien.

Natalia anda por Twitter haciendo preguntas y recogiendo denuncias como @natalia9177