Visitamos una panadería neerlandesa que exhibe pan y parafernalia de la Segunda Guerra Mundial

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Visitamos una panadería neerlandesa que exhibe pan y parafernalia de la Segunda Guerra Mundial

'Sonnemans' es una panadería holandesa pequeña y pintoresca donde puedes comprar pan fresco y ver cascos originales de la Segunda Guerra Mundial.

Mathieu Sonnemans y su hijo Rolf frente a su panadería.

'Sonnemans' es una panadería neerlandesa pequeña y pintoresca donde puedes comprar pan fresco y ver cascos originales de la Segunda Guerra Mundial que están en exhibición. La combinación no es tan sorprendente si tomamos en cuenta que el dueño de la panadería, Mathieu Sonnemans, es un panadero y un ávido coleccionista de cosas de la Segunda Guerra Mundial relacionadas con los nazis.

Las cosas que Mathieu colecciona y exhibe en su panadería son principalmente del Muro Atlántico, una estructura de defensa costera construida por los nazis. El Muro Atlántico se extendía por la costa de Europa y Escandinavia continental y parte de él se ubica en Burgh-Haamstede, el pueblo donde está la panadería de Mathieu. Algunos de los artículos de su colección son cosas que el mismo Mathieu desenterró alrededor de los bunkers en los bosques y las dunas de Burgh-Haamstede. El resto de las piezas llegaron a él por recomendaciones.

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Por cierto, Mathieu no es neonazi, solo está obsesionado con la Segunda Guerra Mundial: "Cuando tenía 13 años de edad, mi familia se mudó a Zelanda y poco después descubrí el primer bunker en el bosque. La guerra siempre me ha interesado", explicó cuando lo visité. "El Muro Atlántico tuvo un impacto tan profundo en Zelanda que, como habitante, es imposible escapar de él".

El interior de la panadería.

El álbum fotográfico a la izquierda pertenecía a un soldado alemán. El libro a la derecha es un regalo de Navidad de un soldado alemán para otro soldado alemán. Mathieu dijo: “Muchos alemanes conservan álbumes familiares que datan de la guerra. A veces, cuando dejo las ventanas de mi auto un poco abiertas, la gente mete sus álbumes fotográficos por la abertura. Muchos alemanes todavía se sienten muy avergonzados por la guerra y no quieren tener nada que les recuerde ese tema”.

Mathieu en su panadería.

Mathieu tiene varias lámparas que originalmente estaban colgadas en bunkers, como ésta.

“Estos coladores fueron hechos por Leen Verwest, un herrero que vivía en el pueblo y que, por cierto, también es el abuelo de Tiësto. Eran cascos alemanes pero después de la guerra se convirtieron en coladeras. ¿Qué más se podía hacer con ellos?”.

Una caricatura política hecha de Leen Jordaan sobre el partido nacional socialista neerlandés. “Durante la guerra, este tipo de caricaturas era ilegal y circulaba en secreto”, dijo Matthieu.

La panadería.

“Una vez, encontré una lata de la guerra que todavía tenía un poco de pan en su interior. Estaba en un bunker. Como era pan de centeno y estaba enlatado, todavía servía. Lo probé pero era un pedazo de pan e hace 75 años y estaba duro como una piedra”. El pan de la foto se llama pan bunker y era otro tipo de pan que comían los soldados alemanes. “Todavía vendemos este tipo de pan y usamos la misma receta que utilizamos los panaderos de esa época. Es pan de espelta”.

Izquierda: El motor de un avión de combate británico. Derecha: Un fogón de un bunker.

“No sé exactamente de qué fecha data esta motocicleta pero probablemente es alemana. Lleva parada tanto tiempo que prácticamente ya se convirtió en una naturaleza muerta”.

Una mina naval vacía que se volvió una maceta.

Izquierda: un baño de bunker que dice 'Nur für Arier' (sólo para arios) que ahora se utiliza como bote de basura. Derecha: una bicicleta de las que usaban los alemanes durante la guerra. “Un granjero de por ahí la guardó. Después de la guerra, nadie quería andar en una bicicleta nazi”, dijo Matthieu.

“Estas son copias de cianotipos de mapas que usaban los alemanes. Este tipo de mapas se dividían en partes más pequeñas y podías armar un mapa enorme juntando piezas separadas. Indicaban dónde estaban las minas, los soldados con ametralladoras, los bunkers y cuántas personas había en cada bunker”, dijo Mattieu. Los cianotipos originales fueron hallados en un gallinero cerca de Burgh-Haamstede.

Una caja de fusibles de 1939 que utilizaron los alemanes en la guerra y los panaderos después de la guerra.

"Este instrumento era muy caro. Los alemanes lo utilizaban para calcular la distancia antes de disparar los cañones. Después de la guerra, el herrero del pueblo, Leen Verwest [el abuelo de Tiësto], lo convirtió en un recogedor”.