Ayer anunciamos el headliner del cartel de Trópico en el Cine Tonalá presentando el documental original de Noisey sobre William Onyeabor, el músico nigeriano de los 70 al que homenajea este súper-grupo rotativo que navega bajo la bandera de ATOMIC BOMB! (por eso al final de su nombre dice “Who is William Onyeabor”) que es el titular de esta edición del festival. Aquí abajo pueden ver el documental. Y más abajo está todo lo que necesita saber sobre el festival.

La alineación del grupo en esta ocasión consta de David Byrne, Alexis Taylor (Hot Chip), Pat Mahoney (LCD Soundsystem), Luke Jenner (The Rapture), Money Mark, Sinkaney muchos otros. Agárrense sus calzoncitos.

Tal vez para escuchar a este músico inglés sea necesario usar trajes de buzo para evitar que la piel se deshaga con tanto jazz y funk en frecuencias altas. La música de este señor sirve para hacer las cosas buenas de la vida mientras te llenas de arena.

¿Recuerdan la última vez que escucharon voces en su cabeza? Ese padecimiento esquizofrénico viene adherido a la música de Blonde Readhead. Vuélvanse locos un ratito.

Las excusas para bailar pegadito son infinitas y, sin embargo, lograr que una morra te deje tocarle el culo mientras se mueven, es una tarea difícil. Vayan pensando qué van a decir cuando se escuche esta rola.

Alexis Taylor es uno de los genios detrás de Hot Chip, una banda británica que se ha dedicado desde principios de los 2000 a crear música llena descargas eléctricas para estremecer nuestros oídos. Alexis viene Acapulco para aventarse un dj set lleno de choques de energía incontrolable. Absténganse los cardiacos.

Cada que se cierran los ojos y se imaginan sentados a la orilla de la playa con un coctel entre las manos, el soundtrack de Kalabrese debería estar reproduciéndose simultáneamente en su imaginario. Hagan su sueño realidad en diciembre muchachos.

Si clonáramos a Nicolas Jaar y le inyectáramos un poco más de movimiento seductor a su música, David August sería el resultado óptimo. El año pasado nos volamos los sesos con Darkside, este año David podría volver hacer nuestra cabeza añicos.

Esa época disco en donde todos inhalaban polvos, los hombres usaban trusas y las mujeres trajes de baño completos, no es tan lejana como aparenta. Vayan pidiéndole su speedo a papá y dejen que les crezca el bigote. Dj Harvey trae todo el flow y ya casi es diciembre.

La voz de esta mujer es impresionante. En cuanto suba al escenario nunca van a estar lo suficientemente cerca de la bocina. El R&B que genera con las cuerdas con sus cuerdas vocales es mucho más fuerte que el sonido de las olas del mar en un huracán.

El año pasado la pasamos bien con los Pachanga. Nos ayudaron a revivir después del after del after. Hay algo en su música que provocan que los colores del amanecer sean mucho más brillantes.

Cuando ustedes (probablemente) aún estaban en la edad de la punzada, Eric “Dunks” Duncan ya estaba volviendo loca a la gente en algún club privado en el centro de una ciudad Cosmopolitan. Él sabe más sobre baile y estupefacientes que lo que ustedes van a poder conocer en toda su miserable vida. Es un genio.

Toda buena fiesta debe tener sus momentos de descanso. Espacios en los que uno pueda relajar los brazos, cerrar los ojos y dejar que la cabeza ruede. Museum of Love arma a través del sonido el ambiente perfecto para aflojar los músculos y prender uno.

¿Cómo se puede armar una buena fiesta en la playa sin psicodelia? De la misma manera en que no existiría el agua salada del mar sin arena. Es imposible hablar del mejor reventón sin dosis de pop psicodélico altamente alucinantes.

Los mexicanos somos los güeyes más cabrones para echar fiesta. Rebolledo es mexicano. Fin de la historia.

Tal vez los Pachangaboys no serían lo mismo sin tener dos personajes tan opuestos. Rebolledo se encarga de inyectar adrenalina y Superpitcher es el encargado de hacer perdurar la emoción durante plazos prolongados.

Porque seguramente van haber miles de parejitas restregándole su amor al mundo mientras se toman selfies y presumen que están llenando de miel al Trópico, los organizadores se está genialidad les pusieron espacios con música sensual para sus tiernos y desagradables noviazgos.

Little Jesus es el mejor remedio para la depresión post fiesta. No creo que exista un mejor aliviane que un clamato con chela, morras finas en bikini y el sonido de “Norte” escurriendo de los altavoces.

Hay veces que mover los pies es necesario, muchas otras veces, la cuestión es de vida o muerte. Eric Duncan podría evitar que el paro cardiaco provocado por tanta mierda que se metieron el fin de semana no logré completarse.

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