Es oficial: Twerkear en Rusia te puede llevar a la cárcel

Aunque dentro de su propio país Vladimir Putin es considerado por muchos un héroe, gracias a la gran campaña mediática que ha implementado desde su primer campaña presidencial, en la que se vende como un hombre "todo-terreno", o figura de acción viviente, disparándole a tigres en la selva, montando en caballo descamisado por Siberia, volando en parapente junto con grullas en peligro de extinción, etc, su imagen en otros países occidentales lleva un rato en declive (menos en la mente de su amigo Steven Seagal), por actos como la prohibición de la homosexualidad, la represión que sufrieron las integrantes de Pussy Riot, la invasión a Crimea, su creciente alianza con Irán, etc. Y ahora, el gobierno de Putin le ha añadido una estrellita más a su lista de logros con su decisión moralista más reciente: Desde ayer, el twerking en Rusia es oficialmente penado por la ley.

Mientras que en México el perreo ya hasta es usado en campañas para promover la lectura, el repudio al twerking por parte del gobierno ruso empezó hace un par de semanas a causa de un video viral (con más de 23 millones de vistas en YouTube hasta este momento) filmado en la ciudad de Orenburg. En el video, titulado “Winnie-the-Pooh y las abejas”, se observa un recital de baile de unas chicas que estudiaban danza en una academia local, disfrazadas de abejas mientras tientan a una botarga de oso con la miel de su twerking. El video inmediatamente se hizo viral, lo que captó la atención del poderoso comité de investigaciones que es la autoridad “competente” en estos temas del diablo.

Al enterarse del suceso, el gobierno ruso inmediatamente abrió una investigación penal que incluyó el cierre de la escuela de danza llamada “Kredo”, que —a pesar de que la inclusión del twerking en su repertorio docente fue por petición de los padres y las alumnas— fue considerada responsable de este enseñar este baile “indecente y vulgar”, y sus dueños pueden enfrentar hasta 15 años en prisión por las "acciones lascivas". De ahí surgió una investigación más amplia para revisar los programas de otros estudios de danza con el objeto de ejecutar un indicador moral para evitar “incidentes similares” en el futuro. El propio ombudsman de los niños en el Kremlin, Pavel Astakhov así como el alcalde de Orenburg Yevgeny Arapov, están tomando cartas en el asunto para orientar a la juventud a bailes más respetables. Este último declaró “Tenemos bailes étnicos respetables, esos son los que tienen que ser enseñados. Vivimos en ésta tierra y tenemos que enseñar nuestros bailes regionales”.

Saltemos al día de ayer, en el que tres mujeres fueron encarceladas por haber grabado otro video viral, en el que junto con otras tres twerkean enfrente de un memorial de guerra en la ciudad de Novorossiysk, al ritmo de la canción "Touch You Tonight", de la artista jamaiquina de dancehall Aidonia.

El video que causó el arresto.

Margarita Radetskaya, de 18 años, fue penada con 15 días de cárcel, mientras que Yana Kutakova, 24, y Yekaterina Scherbedinskaya, de 26, sólo fueron sentenciadas con 10 días por "actos vandálicos". Alla Korkach, 28, y Viktoria Yurieva, 22, únicamente fueron multadas, mismo caso que el de los padres de la sexta bailarina, cuyo nombre no fue revelado por ser menor de edad, por "no tomar medidas que faciliten el crecimiento físico, intelectual, psicológico, espiritual y moral de su hija", además de que serán monitoreados.

Los fiscales encargados del caso declararon que el "erótico y sexual baile del twerk" era una falta de respeto al recuerdo de todos aquellos que lucharon en la segunda guerra mundial. El video fue hecho con el objetivo de promover clases de dancehall en la academia local, Art Dance, la cual ahora está siendo investigada por el estado, y las acciones de estas mujeres se encuentran bajo una investigación más severa, en la que la policía está revisando si violaron un estatuto en contra de "desecrar cuerpos muertos y sus lugares de entierro."

Desgraciadamente estos casos sean sólo el principio de una nueva ola de represiones en contra de la libertad de expresión en Rusia, y un motivo más —por más ridículo que sea— del alejamiento entre los gobiernos occidentales y el de Putin. Mientras tanto, si van a Rusia, ahórrense enseñar lo que aprendieron en su club de lectura, y mejor pórtense como si fueran de Guanajuato.

José Memije twerkeará disfrazado de Tiger si rebotan con él en el Bosque de los Cien Acres. Síguelo en Twitter.