Quizá no recuerden a Jahvid Best. Si usted ha seguido de cerca de los Lions de Detroit, entonces quizá le suene el nombre. Haga memoria. Una pista: Draft del 2010, egresado sobresaliente de Cal. Otra más: usaba el 44 y corría como si lo persiguieran sus acreedores. ¿Nada? Nadie se lo achacará.Jahvid Best era un velocísimo prospecto en una franquicia malquerida por la suerte. Y a Best tampoco lo excusaron de esta mala racha: los traumatismos cerebrales lo obligaron a colgar el casco y los botines a la segunda temporada como profesional.Su talento para el sprint es innegable y él mismo continuó entrenando como deportista de pista. Era terreno conocido para él: en bachillerato fue estrella de atletismo. En 2015, después de pasar una temporada como entrenador asistente en el equipo de futbol americano en su alma mater, Cal, se unió a ALTIS, el centro de entrenamiento de atletas olímpicos en Arizona.Ahí comenzó a rebajar sus tiempos hasta lograr un 10.6 en 100 metros en un clasificatorio. Ese tiempo y la nacionalidad santaluciana de su padre, le permitieron ser elegido como representante olímpico de la isla de St. Lucia en el caribe. Con esta designación, Best se convierte en el segundo jugador de la NFL en competir en juegos olímpicos. El primero, Jeff Demps, corrió en el equipo estadounidense de relevos en los Juegos Olímpicos de 2012 y después jugó en la NFL. Best es el primero en hacer el recorrido en el sentido inverso. Así reaccionó Jahvid.
Dreams may/will change…. Never stop pursuing them. Above all else never stop believing in yourself. — Jah (@J4hvidbest)16 de julio de 2016