Foto: Idris Erba/Mayweather Promotions
Dejemos de lado por un instante los nombres más sonados de un tiempo para acá en el boxeo profesional masculino. Borremos de nuestra memoria a "Canelo" Álvarez, Floyd Mayweather, Golovkin, Chávez Jr., Joshua, Crawford, Lomachenko; sólo por nombrar algunos. Lo sugiero porque muchas veces cuando se busca debatir e intercambiar ideas y opiniones en torno al boxeo profesional tendemos a dar por sentado —pésima costumbre— que las mujeres 1)no existen y 2)su único desempeño arriba del ring es cargar carteles gigantescos con números mientras recorren las cuatro esquinas mostrando sus atributos físicos.La velada del sábado pasado en el Barclays Center de Brooklyn no sólo acogió una dramática cartelera abanderada por los campeones supermedianos Badou Jack y James DeGale, sino también —me atrevo decir mucho más trascendente— atestiguó lo que podría ser el renacimiento del boxeo profesional femenil en el 2017.Y es que el hecho de ponerle una etiqueta a las cosas —"femenil"— y no "boxeo" en general, sin barreras, ni distinciones, en estado puro, nos habla ya de un problema muy grave que hace de las suyas bajo la tinta y que se cuela en el subconsciente del aficionado. Después se convierte en un círculo vicioso que muchos no ven y muchos otros no quieren ver.
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Sin embargo, todo mal tiene una cura y qué mejor terapia que disfrutar una gran pelea de campeonato mundial —protagonizada por mujeres— como no se veía hace mucho en la televisión nacional estadounidense. Dos latinoamericanas intercambiando metralla como debe ser, sin prejuicios, sin complejos, subvirtiendo el estigma social de que las mujeres no saben y no deberían pelear.Más allá del resultado de la magnífica contienda entre la mexicana Yazmín Rivas y la puertorriqueña Amanda Serrano que se realizó la noche del sábado en el Barclays Center de Nueva York, y en la que se puso en disputa el cinturón pluma junior de la OMB de la boricua, tendríamos que agradecer que entre tanta fiebre de poder y dinero de promotoras y televisoras exista aún gente dentro de la industria que apoye el crecimiento de nuevas estrellas, específicamente de las mujeres.
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El garrón entre Rivas y Serrano fue el primero de su tipo en Estados Unidos, es decir, la primera pelea de campeonato televisada en inglés desde hace poco menos de 9 años. De acuerdo con ESPN.com, la última contienda femenil por un título mundial transmitida en inglés y en territorio estadounidense la protagonizaron Mary Jo Sanders y Valerie Mahfood un 30 de marzo de 2007, cuando Sanders retuvo su faja de peso mediano de la Asociación Mundial de Boxeo. De haber existido un compromiso real de la industria con este tipo de contiendas, ¿se imaginan lo mucho que se habría progresado en este lapso de tiempo?El boxeo femenil, utilizaremos el horrendo adjetivo para fines meramente prácticos, podría beneficiarse del auge que otros deportes de contacto —específicamente las artes marciales mixtas donde las mujeres han sido las protagonistas— han experimentado. No es descabellado pensar que un futuro no muy lejano, Serrano pudiera convertirse en la Ronda Rousey del boxeo de existir un apoyo real. El problema es que todavía no lo existe; no vemos a promotores defender y exaltar a sus estrellas como UFC hace con Rousey o en su tiempo lo hizo con Miesha Tate. El boxeo aún tiene mucho que aprender del MMA en este aspecto.Leer más: El legado de Jackie Nava y Ana María Torres en el boxeo
Si de aliadas se trata, Serrano no está sola. Jackie Nava, una de las mejores boxeadoras mexicanas de todos los tiempos, junto con Ana María Torres (retirada), tiene planeado su regreso al cuadrilátero este 4 de febrero después de una pausa de dos años. Nava decidió alejarse temporalmente del boxeo para continuar su carrera como diputada de su estado natal, Baja California.La ex campeona de la AMB y el CMB reaparecerá en el Centro de Convenciones de Rosarito para intentar retomar el deporte que la catapultó al estrellato y al cual le aportó muchísimo. Su rival todavía no se confirma, pero la noticia de su regreso se da en un momento crucial para las mujeres en el deporte, desde el fenómeno Rousey hasta más recientemente el fichaje de Alex Morgan con el Olympique de Lyon.Si los promotores deciden apostar por las mujeres en el 2017, no sólo ayudarán a que el boxeo explore una tierra parcialmente desconocida y rica en aportaciones, también educarán al fanático promedio y colocarán a las mujeres en el lugar que se merecen. Floyd Mayweather Jr., principal promotor de la velada del sábado, declaró que decidió arrancar su promotora, Mayweather Promotions, para "ayudar a los peleadores, no robarles. He estado en la misma posición, y sé cómo se sienten. Se necesita hacer mucho para alcanzar este nivel". Crucemos los dedos para que así sea.