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Queremos que Carmona siga (haciendo cosas)

El PSOE se quiere cargar al concejal madrileño que más diversión nos ha regalado, conduciendo autobuses y disfrazándose de bombero. No es justo.

Antes de nada, me quito la careta. Las cartas sobre la mesa. Creo que ya lo he confesado antes por aquí: Antonio Miguel Carmona fue profesor mío. Y ahora viene lo gordo: fue uno de mis mejores profesores. Durante la carrera, claro. Antes de estudiar Periodismo tuve otros buenos maestros y, por qué no decirlo, mejores que el concejal madrileño (un saludo, Amparo). Pero lo poco que sé de economía -la llave a mi primer empleo en el diario Expansión- lo aprendí de cuando este señor todavía era rubio y le llamábamos Meat Loaf, por su parecido con el músico operetas. Ahora el PSOE quiere cargárselo y "piden" que se vaya del Ayuntamiento de Madrid. Yo, que no soy objetivo, me alegro de que su respuesta sea la de revolverse como lagartija. Yo, como tantos otros, quiero que Carmona siga haciendo cosas.

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El concejal madrileño ha hecho más cosas en un año que Teo juntando todos los libros de su colección infantil.

Porque Carmona, al que algunos se refieren despectivamente como "cuñado", es nuestro Jello Biafra versión lagrimita, nuestro Obama sin oído musical, nuestro Leo Bassi si Leo Bassi fuera político. Carmona no es un simple showman, es omnipresente. Ayer, apenas se había venido abajo un edificio en Madrid, compartió en redes sociales una foto acompañada del mensaje "tras visitar el derrumbe de Carabanchel, enhorabuena a los servicios de emergencias, necesidad de rehabilitar viviendas en Madrid". Si no compartió una imagen del interior de las viviendas cuando empezaban a tambalearse es porque la foto salió movida. Pero Carmona estuvo allí. Seguro. Como el Pequeño Nicolás. Como los protas de la última de Jarmush. Carmona siempre está. En todos los pasajes de la historia.

Antonio Miguel Carmona, el 'Mocito Feliz' de la política, junto a Alejandro Amenábar.

Y no está de forma pasiva, sin más. Está haciendo cosas. Está cocinando en las fiestas de Hortaleza, conduciendo un autobús de la línea 57, asistiendo a una ceremonia en la Mezquita Central de Madrid, jugando al fútbol con el equipo Aviación, intentando parar desahucios, de tapas en el Mercado de Las Águilas, bailando en un centro de mayores, levantando pesas en el Club Deportivo Moscardó, repartiendo juguetes en el hogar del Padre Ángel, pedaleando con asociaciones de ciclistas, haciendo teatro en el Poblado Orcasitas y abrazando a gitanos rumanos en Vallecas. Tú di cualquier cosa que él ya la ha hecho o incluso puede que la esté haciendo en este mismo instante.

Ahora ha venido su jefe, Pedro Sánchez, a través de la nueva secretaria general del PSOE de Madrid, Sara Hernández, a intentar impedir que siga haciendo cosas. ¡Venga hombre! Le ofrece, a cambio de abandonar el Consistorio, un escaño en la Cámara Alta. ¿Carmona senador? Carmona es madrileño. Tiene que seguir haciendo cosas en Madrid. ¿Qué digo en Madrid? En Malasaña, su barrio de nacimiento. Ahora que todo el mundo lloriquea porque esta zona gentrificada ha perdido su esencia, él la puede recuperar. Reabrir el Camacho, el bar Noviciado, los Campa… Exigir, como ya hizo con el también caído Café Comercial, la vuelta de estos bares emblemáticos.

Ante la jugarreta, Carmona no se rinde. Carga contra la dirección, se niega a ser destituido y se resiste a que la concejal Purificación Causapié sea la nueva portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid. Y es que muy poca gente en el mundo puede decir que le han dedicado un tumblr como el suyo: Carmona haciendo cosas. Solo lo pueden decir los más grandes, como Joaquín Torres o Kim Jong-UnKim Jong-Un, pero ninguno de ellos ha cantado en el programa de Ana Rosa ni en ¡Qué tiempo tan feliz!. Larga vida al creador del "pim-pam, propuesta".