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Quizá mueras tú antes que tus DVD

No van a estar ahí por siempre, pero no te vas a librar de ellos en 50 años.

Cuando hace unos años las grabadoras trabajan a velocidad x1 pensabas que lo que luego salía de la tostadora iba a ser tu compañero fiel para el resto de la vida, que no se rayarían como los malditos vinilos, ni se romperían como las cintas magnéticas, los casetes de toda la vida. La Asociación de Content Digital de Japón cifra la vida de los CD y DVD en nueve años y eso nos ha parecido demasiado poco.

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Los 'haters' de los soportes físicos son unos agoreros. No le dan a los CD y DVD ni diez años de vida. Pero es que ellos son fans de otras formas de almacenamiento virtuales y prefieren vivir en la nube. Un poco nostálgicos, hemos convocado a dos expertos para ver si nos tenemos que preocupar por las fotos de nuestros viajes y por ese disco grabado que llevas en el coche con baladas de amor. Sometemos a José Manuel Sánchez, coordinador de Tecnología en el diario ABC, y a Santiago de Bernardo, gerente de AVEI (Asociación Videográfica Española Independiente), al mismo cuestionario y nos hemos quedado un poco más tranquilos.

VICE: ¿Es cierto que estos soportes tienen un periodo de vida limitado?

José Manuel Sánchez: Los expertos no han conseguido averiguar del todo la vida media útil de ambos formatos, pero sí se sabe que, aunque ha cambiado el consumo de contenidos audiovisuales, puede deteriorarse con el paso del tiempo. Se estima en una durabilidad de entre treinta y cincuenta años. No son tan eternos como pareciera. Ralladuras, alteraciones a consecuencia del calor u otros motivos debido al uso (excesivo en ocasiones) pueden producir fallos y una mala reproducción de los discos ópticos, que por cierto pueden estropearse también fácilmente.

Santiago de Bernardo: Su vida es en teoría 'ilimitada', especialmente en los discos procesados en laboratorio, aunque hay quien les da un margen cercano a los 30 años. Lo cierto es que los VHS con el tiempo se iban a desmagnetizar completamente (como las cintas de casete) y a perderse su contenido… y pones una cinta de vídeo de hace 20 años y se ve igual que entonces o casi (vamos, no muy bien), así que el futuro de la longevidad de un DVD o un Blu-ray pasa por ser un enigma, aunque en el caso de los discos grabados en grabadoras domésticas podrían llegar (o eso dicen) a los 100 años sin perder los datos que contienen.

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¿Envejecen o simplemente se nos están muriendo como dicen?

J: Este tipo de discos están fabricados en varias capas de policarbonato fotosensibles a agentes externos. El contacto con determinados materiales, polvo, agua puede adelantar su muerte. Envejecen, francamente, mal, aunque su capacidad de almacenamiento y su calidad de reproducción son excepcionales. El problema no es que mueran, sino que su uso es, cada vez, menor a consecuencia de servicios en la nube y de la irrupción de internet en nuestras vidas.

S: La evolución del DVD y del Blu-ray va paralela a la evolución tecnológica y a los cambios de gustos de los usuarios: En el pasado reinó el vídeo en cinta (especialmente en VHS), luego llegó el DVD y más tarde el Blu-ray, aunque su implantación ha sido tan tardía que es imposible que llegue a estar en todos los hogares como sí hizo el reproductor de VHS o el de DVD. Los formatos físicos van camino de convertirse en reducto de los aficionados que aplicamos la norma de “hay que tener” y que queremos tener cada película o serie con nosotros, nada de en la nube o similares. El streaming es el siguiente paso (hay más de 130 plataformas y canales de Video On Demand disponibles únicamente para España), aunque el formato físico (apenas se venden ya 1.000 copias de una película en DVD en estos momentos) pervivirá como lo ha hecho el LP o el CD, pero con carácter cada vez más minoritario.

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¿De qué depende la conservación?

J: Sobre todo, del uso que se dé de ellos. Almacenarlos debidamente en sus respectivas cajas, retirarle las motas de polvo de manera cuidadosa, utilizar lectores ópticos de calidad y no descuidarlos puede hacer que no pierdan calidad y, sobre todo, que no acaben en cualquier rincón. En mi caso, un melómano maniático, guardo todos los discos compactos y DVD en un armario, perfectamente organizados, por grupos, géneros musicales y año de lanzamiento y tratando de que no se queden dentro de los reproductores.

S: De no exponerlos a la luz o al agua (¡como con los Gremlins!) y que los vaivenes de los cambios de las temperaturas no sean excesivos. Conservándolos de una manera correcta, es decir, dentro de su caja y procurando que no se manche o raye la cara por la que se leen, conservarás en condiciones tus DVD y Blu-ray.

Podrás ver siempre que quieras tu DVD de Papa Piquillo.

Por qué fallan este tipo de soportes cuando siempre se nos vendió que eran los mejores.

J: A consecuencia, precisamente, de su cuidado y conservación. Realmente, y aunque entiendo que en esta vida rápida y vertiginosa en la que nos adentramos cada vez más, a veces no reparamos en que un CD, por ejemplo, hay que manipularlos con meticulosidad, evitando dejar marcas de los dedos, tratando de que el polvo no acuda a ellos como una muerte indolora, almacenarlos en el lugar más seco posible. Consejos estos que pueden hacer que podamos disfrutar de este disco o esa película que nos enamoró una vez más.

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S: Porque sencillamente había que seguir vendiendo: Si tenías una película en VHS, mejor era tenerla con extras, más calidad de imagen y su formato de pantalla correcto en DVD, y claro, en alta definición (pero sin extras o éstos en formato SD normalmente), o sea, a comprarla en Blu-ray. Cada época un formato, y eso de que va a durar eternamente y sin mácula hay que entenderlo sencillamente como una estrategia comercial. Claro, que si uno guarda sus películas y series en discos duros corre aún más riesgos de que éstos fallen y perderlas todas…

Crees que en algún momento se dejarán de producir.

J: Sí, estoy convencido de que en algún momento aparecerá un formato mejor, más robusto, más rápido. La tecnología avanza muy rápidamente. Hasta hace unos años la cinta casete era el soporte ideal. Pequeño, cómodo, manejable, reescuchable, aunque incómodo en sus cortes, por ejemplo. Pero la cinta magnética tenía su encanto, la verdad. Con la llegada de la era digital y, con ello, el CD, la industria protagonizó un cambio radical. Pero al igual que la Betacam o el VHS murieron, le sucederá lo mismo al disco compacto. El vinilo, que goza de una segunda y privilegiada segunda juventud actualmente, tuvo su momento, pero queda relegado a unos pequeños amantes de este formato. El casete se quedó en la guantera de aquel viejo coche, y los discos compactos, que fueron el pilar de la digitalización de la música, se venden cada vez menos. En el nuevo paradigma del consumo de música y cine internet y la nube ha permitido, por ejemplo, que se solucione el tema del espacio (ahora puedes tener diez mil canciones en solo un clic).

S: No, pero como ya he comentado, su público van a ser los aficionados que quieren tener sus DVD y Blu-ray en estanterías… vamos, prácticamente los únicos que los compran en la actualidad y a los que se debe tratar con mimo con las mejores ediciones posibles (algo que muchas editoras y distribuidoras no parecen entender).

Y cuál es la situación de los Blu-ray, ¿empezarán también a fallar también?

J: El problema de este formato ha sido su escasa penetración en el mercado, al menos en cuanto a películas se refiere. Para las actuales consolas es su motor. A su favor está la gran capacidad de almacenamiento mayor que la del DVD, que está agonizando. El Blu-ray tuvo un gran impulso hasta 2012. La necesidad de un reproductor propio sumado al mayor precio de venta ha hecho que muchas personas se cuestione incorporarlo a su consumo domestico.

S: Fallarán como los DVD. Seguro que cada uno tiene en su casa algún DVD que no puede leer o se le para en plena reproducción. Es normal que alguno salga defectuoso, otra historia es que uno se haya hecho con una importante colección de películas y series y en unos años compruebe que sólo tiene una colección de posavasos. Esperemos que no, pero aún no parece haber pasado tiempo suficiente para ver si eso ocurre o no y cuándo. En lo referente al Blu-ray, lo mismo, te puede fallar alguno… pero nada que ver con la actual avalancha de Blu-ray (en formato BD-R, es decir, grabable) que están asolando el mercado español, con discos que fallan más que una escopeta de feria (es como si uno los grabara en su propia casa). Sobre el origen de los mismos y sus derechos, mejor ni comentar (aunque sorprendentemente luego cuentan con la correspondiente calificación por edades concedida por el ICAA y el ICEC).