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Especial moda 2014

PODER

La evolución de la masculinidad negra a través de la moda.

FOTOS POR AWOL ERIZKU

ESTILISMO: IAN BRADLEY

DIRECCIÓN ARTÍSTICA: ADRIAN PHILLIPS

Asistentes de estilismo: Dawn Nguyen, Dennine Dyer, Tyrone Walls

Arreglos: Michael Anthony

Peluquería: Triana Francois para Hair

Modelos: Aly Ndiaye y Randy Bowden, de Boss Models NY; Anthony Ruffin, de RED; Jeremiah Phiniezy, de St. Claire; Keem White, Magor Mbengue, Renald Seme, Röze Traore y Yunis Torres

Todas las miradas se centraron en Shayne Oliver cuando entró a la sofocante iglesia del Bronx en el caluroso verano de 2001. El joven esbelto se dirigió al vestíbulo; llevaba una camiseta corta de color blanco que dejaba ver un abdomen duro y en forma. Su piel negra asomaba por los rotos hechos a mano de sus pantalones, que le iban tan apretados que tuvo que cortarlos y usar imperdibles para coserlos de nuevo. El outfit de Shayne lo distinguía del resto de los hombres de la congregación, que usaban trajes. Él y su madre aún no se habían sentado en los bancos de la iglesia cuando el pastor empezó a lanzar un venenoso ataque verbal de comentarios homófobos desde la tarima. Pasó un instante hasta que Shayne se dio cuenta de que el pastor lo estaba atacando a él. “Básicamente, el pastor me echó de la iglesia”, me dijo recientemente. “Dejé de ir después de eso”.

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Ahora Shayne tiene 26 años y es diseñador de una marca de ropa para hombre llamada Hood By Air, donde los estilos provocativos —junto con marcas como Telfar y Third Floor— están forjando una idea nueva de masculinidad para jóvenes negros. En los desfiles de moda de Shayne no es extraño ver a sus modelos desfilar con maquillaje y vestidos. Sus abdómenes quedan expuestos frecuentemente, y la mitad del tiempo no se puede distinguir si son hombres o mujeres. Pero lejos de parecer afeminados, sus looks son tan contundentes como un jugador de futbol americano aplastando a un quarterback o dos espadas chocando en una película de acción. El año pasado, en el debut de desfile de moda de Shayne en la Semana de la Moda de Nueva York, el lugar estaba tan abarrotado que tuve que estar todo el tiempo de puntillas para poder apreciar su visión de la ropa andrógina para hombre. Con raperos como A$AP Rocky en la pasarela, y famosos como Kanye West y Waka Flock Flame entre el público deshaciéndose en halagos, el desfile significó el nacimiento de una nueva era en la evolución de la masculinidad negra.

Muchos otros han innovado de forma similar en el pasado. Antes de Kayne y A$AP, los artistas negros como Sly and the Family Stone en los 60, y Cameo en los 80 usaban ropa que parecía salida de la feria leather de Folsom Street en San Francisco. En los 90, Tupac desfiló en una pasarela de Versace en un exuberante traje de color dorado.

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Pero una de las cosas que distingue esta nueva ola es que hombres heterosexuales como Kanye y Rocky no tienen ningún problema en reconocer que algunos de sus looks se originaron en la comunidad gay. Este tipo de inclusión es uno de los muchos elementos que suponen un cambio en la manera en que hombres negros se comportan en una época donde las viejas conductas machistas, fortalecidas por 400 años de esclavitud y leyes discriminatorias, siguen siendo combatidas.

La hipermasculinidad ha sido una manera para que algunos hombres negros puedan lidiar con el estatus y el privilegio que les han sido negados históricamente en Estados Unidos. Es una reacción a la desmasculinización institucionalizada que fue un aspecto importante de la esclavitud, en que los hombres eran calificados despectivamente como “boys” y “negros”, y frecuentemente obligados a presenciar cómo sus esposas e hijas eran violadas salvajemente sin poder defenderlas. Ese énfasis en el machismo de la cultura negra ha generado críticas de los nuevos estilos más andróginos que están llegando al público en general, gracias a diseñadores como Shayne. Lord Jamer, quien tiene la batuta del hip-hop y adquirió fama con Brand Nubian, lanzó recientemente un tema lleno de insultos llamado “Lift Up Your Skirt”, en el que se refiere a Kanye como “maricón” por usar un “vestido” y por introducir “los skinny jeans a la escena del rap”. “Yo pienso que [estas reacciones] tienen que ver con toda la lucha de ser negro y tener miedo de que eso muestre debilidad y fragilidad en la comunidad negra”, me dijo Shayne. La emasculación sistemática de hombres negros en la cultura norteamericana es un tema serio, en casi todas las barberías de gente negra se habla de una conspiración de los blancos. Y considerando los personajes ridículos y dolorosos que han sido representados en la cultura popular —desde los acercamientos grotescos de los viejos tiempos hasta hoy con Tyler Perry— eso tiene sentido. Después de dejar su programa en Comedy Central, Davie Chappelle le dijo a Oprah: “Cuando veo que visten a cada hombre negro en las películas con un vestido, en cierto punto de su carrera artística, empieza uno a entender lo que está pasando”. El comediante recordó una vez cuando un escritor, director y productor de una película en la que trabajaba intentó convencerlo de repente para que se vistiera de drag. “¡No me hace falta usar un vestido para ser divertido! ¿Qué es esto? ¿Brokeback Mountain o qué?” Puede parecer ridículo que un hombre se enfade por el corte y la silueta de las prendas de otro hombre, pero la moda —incluso mucho antes de la Guerra Civil de Estados Unidos— ha desempeñado un papel significativo en la forma en que los hombres negros expresan su masculinidad. El doctor Akil Houston, un profesor de estudios culturales y de medios en el Departamento de Estudios Afroamericanos en la Universidad de Ohio, me detalló la importancia histórica de eso en una entrevista.

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“Tienes que recordar”, dijo el Dr. Houston, “que los hombres negros eran considerados 3/5 de una persona a efectos electorales durante la era de esclavitud. No tenían demasiadas maneras de demostrar su hombría. Pero lo que podían hacer era usar su cuerpo, y la mayoría de hombres negros históricamente recurrieron a la moda para ello”.

La manifestación más clara de esto en la comunidad negra se refleja en su tradición de usar sus mejores prendas para asistir a misa de domingo. Seis días a la semana, los hombres esclavizados portaban ropa rota y harapienta. El domingo les brindaba la oportunidad de purificarse después de una larga semana de trabajo y mostraban orgullo, un elemento esencial de la masculinidad, pero una emoción peligrosa de expresar para un esclavo que ni siquiera tenía el derecho de aprender a leer o escribir.

Durante mucho tiempo, el espectro de la esclavitud ha tenido un impacto resonante en la masculinidad de los hombres negros.

En la época de la esclavitud, la sociedad blanca propagaba estereotipos de estos hombres (decían que eran volátiles, libidinosos, estúpidos, brutos), y así ayudaban a justificar la práctica del esclavismo. Retratar a los negros como animales hizo que fuera más aceptable tratarlos como tales. Y desafortunadamente, estas justificaciones se siguen manifestando en las prácticas autoritarias actuales, desde la ejecución de leyes de acoso (Stop-and-Frisk) en Nueva York a la aplicación incorrecta de las leyes de Stand Your Ground en Florida.

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Para los hombres negros, estas mentiras se pueden manifestar en lo que W.E.B. Du Bois llamó una doble conciencia, la cual describió en una edición de 1897 del Atlantic Monthly como “el sentido de verse siempre reflejado en los ojos de los otros, de medir el alma de uno con la vara de un mundo que lo ve con desprecio y lástima”. El fenómeno de esta doble conciencia puede poner frecuentemente a los hombres negros en dos distintos caminos de masculinidad: ya sea para definirse en directa oposición a esos estereotipos, o adoptarlos y personificarlos. En los guetos negros de Estados Unidos no es raro ver más del segundo que del primer grupo.

“En las calles, hay un concepto distorsionado de la masculini-dad… Cuando tienes agujeros en los zapatos y ves a otros ganar dinero, ellos se convierten en tus primeros héroes”, dijo Daniel Dapper Dan Day en la sala de su majestuosa casa de ladrillo en Harlem. “Pero la masculinidad real no es poder infligir dolor. Es poder soportarlo”.

Dan era un estafador de Harlem que se convirtió en leyenda de la moda en los años 80 por los lujosos trajes a medida de la boutique que lleva su nombre. Las prendas, usadas por celebridades negras como Mike Tyson y poderosos traficantes de crack como Alberto Alpo Martínez, se engalanaban con las firmas de casas europeas de moda como Gucci, Fendi, Luis Vuitton, mientras esas empresas producían principalmente artículos de piel y accesorios. Cuando esas casas de moda finalmente se dieron cuenta de lo que estaba haciendo Dan, lo demandaron hasta la bancarrota pero se apropiaron de forma sutil de su estilo, el cual ha servido como un modelo tanto para ropa de hombre de alto nivel como para ropa de calle.

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“Estaba tan enfadado que no sabía lo enfadado que estaba”, dijo asombrado. Dada su influencia en la forma en la que nos vestimos hoy en día, es difícil entender por qué no se convirtió en más que una leyenda callejera. Sentado frente a mí en un exuberante sillón, con un chaleco de color oxidado en piel de cordero y pantalones diseñados por él mismo, Dan intentó explicarlo. “Lo único que lo impidió fue… pues, no fue tanto mi color de piel como la percepción que yo tenía de ser negro”.

El peso de la historia y la verdadera lucha racial que existió durante su época le impidió buscar alianzas con personas que lo podrían haber ayudado a seguir construyendo su sueño.

“Nunca me permitiré limitarme solo a gente como yo”, dijo. “No hay crecimiento en eso. Necesitas [estar acompañado de] gente gay, heterosexual, blanca, negra; españoles, ingleses, de todo…” Y luego miró a su hijo, Jelani, que estaba sentado en el sillón de enfrente y traía unos pantalones negros y un gran peinado afro, y dijo con orgullo: “pero mi hijo no es como yo, él es diferente. Él no creció enfadado con la vida”.

Lo que Dan dijo de su hijo representa mucho de lo que vi con esta nueva ola de artistas creativos, que parecen ser muy conscientes del pasado pero no muestran cicatrices. Su alejamiento de la historia que forjó a hombres como Dapper Dan los ha ayudado a ser más valientes y a estar mejor equipados para emprender nuevos caminos.

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Esto fue evidente cuando me encontré con Darryl CurT@!n$ Jackson, el director creativo de En Noir, la incipiente marca de ropa urbana de lujo. Cuando le intenté preguntar acerca de la cultura negra y la masculinidad, se resistió a dar su opinión. “La verdad es que nunca pienso de manera racial. Sé que soy negro, ¿pero qué es negro?”

Al principio, me sorprendí de que CurT@!n$ no quisiera admitir la relevancia del rol que la raza tiene en la vida de un hombre negro. Especialmente considerando que su ropa se vende en Barneys, un centro comercial de lujo donde personas negras fueron acusadas injustamente de robar después de haber comprado ropa cara de diseñador de forma legítima, por el simple hecho de ser negros.

Por nuestra charla, me di cuenta de que no se trataba de que CurT@!n$ negara la existencia o la historia del racismo; él se niega simplemente a que eso afecte su imagen o su entorno. “Si dices: ‘puedo alcanzar el cielo’ ese pensamiento vive en tu mente. Aunque no puedas alcanzarlo físicamente, siempre piensas que sí puedes alcanzarlo, solo piensas ‘no lo he logrado aún’”.

Por lo que se refiere a ampliar el ámbito de la masculinidad, eso tampoco lo hemos logrado todavía. Incluso Kanye admite que tuvo miedo de usar una falda escocesa de piel en su ciudad natal de Chicago, y Shayne me dijo que cree que hoy, más de una década después, seguirían echándolo de la iglesia del Bronx por su peculiar apariencia. Como James Baldwin apuntó brillantemente en su ensayo de 1955 Stranger in the Village (Un extraño en la aldea), un reflejo del legado de la esclavitud, “la gente está atrapada en la historia y la historia está atrapada en ellos”.

Si Baldwin tiene razón —y yo creo que sí—, cuando este movimiento nuevo de diseñadores y artistas finalmente pase a formar parte de nuestra historia, tendrá la capacidad de fomentar un nuevo nivel de libertad y expresión propias. Con suerte, nos sentiremos lo suficientemente liberados como para ser nosotros mismos en lugar de un simple reflejo del dolor del pasado.

Para saber más sobre la evolución de la masculinidad negra, puedes ver las entrevistas completas de Wilbert al Dr. Akil Houston, Daniel Dapper Dan Day, y Darryl CurT@!n$ Jackson, en VICE.com.