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Los gatos callejeros de Marrakech necesitan un nombre

¿Por qué escribir de alfombras cuando puedes escribir de gatos?

Voy a Marruecos al menos dos veces al año a comprar telas para mi fábrica de zapatos, TEN&Co., así que conozco el país muy bien. Cuando uno de los editores de VICE me preguntó si quería escribir un artículo sobre las bellas alfombras que utilizo para hacer mis zapatos, pensé: Sí, lo puedo hacer, pero por qué escribir sobre alfombras cuando puedo escribir sobre los gatos de la ciudad.

Lo mejor de Marrakech, una de mis ciudades marroquíes favoritas, es que tiene una gran población de gatos callejeros. Amo a los gatos y tengo una cierta debilidad por aquellos con deformidades o con sarna, así que Marrakech es una especie de paraíso para mí —la gente amable, la comida deliciosa y las increíbles alfombras son algunos de los highlights de la ciudad— sin embargo, para mí la mayor atracción son sus gatos. Me encanta ponerles nombre y cogerlos en brazos sin importar lo sucios que estén. Estos son algunos de los gatos que conocí en Marrakech.

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Llamé a este gato París. Tiene un ojo torcido y bonito. Lo conocí en el valle Ourika mientras buscaba telas un día lluvioso. Tiene las patas pequeñas.

Esta es mi amiga Alex abrazando a tres de los cinco gatitos que nos encontramos mientras comíamos. Uno de ellos era ciego, lo cual es muy triste, sin embargo, parecía alegre. Dormían en una caja de cartón… Podría ser peor.

Este es el gatito que estaba ciego. Se está comiendo un hueso de pollo. Qué monstruo.

Él es Moto. Siempre estaba descansado bajo la sombra de una motocicleta.

Esta es la Gata del Palacio. Cada día se sentaba frente a la puerta del palacio para protegerlo. Nunca vi a nadie sentarse en ese banco aparte de ella.

Él es Miau. Lo llamamos así porque maulló mucho cuando le estábamos tomando la foto. Después, se me acercó para que lo acariciara. Los gatos de Marrakech suelen ser bastante amistosos.

Es bastante raro que un local en Marrakech tenga un gato como mascota; sin embargo, a algunos gatos les gusta merodear y se convierten en gatos de tienda. Uno puede encontrar a este gato tomando el sol junto a un puestecito de arte, al dueño no le importa porque el gato se come a los ratones y atrae a los turistas.

Este gatito es un flacucho, sobre todo si lo comparamos con ese león gigante de piedra. Fui a una tienda a comprar telas, es una delicia ir allí porque los gatos y sus crías son los amos y señores del espacio. La tienda se llama Mustafá Blaoui y es el lugar por excelencia para ir a ver gatos en Marruecos.

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Estos estaban cansados después de un largo día. Cuando tomé esta foto hacía muchísimo calor. Qué sueño…

Una gata y su pequeño fuera de una tienda de rellenos para muebles. Los suaves cojines de la tienda lo hacen el espacio perfecto para que los gatos puedan dormir.

Esta pobre gata estaba maullando y sangrando así que probablemente estaba en celo.

Estos gatos estaban echando la siesta entre escombros.

¿Dónde duermen los gatos callejeros por la noche? Buena pregunta. Quién sabe. Alguna buena persona dejó estos cojines en la acera para que ellos pudieran dormir ahí. De lo contrario, tendrían que dormir en los aparcamientos para motos o cerca de la basura.

Este es uno de mis gatos favoritos en Marrakech. Estaba limpio y sano. A diferencia de los gatos adultos, los cachorros estaban limpios porque no habían estado demasiado tiempo vagabundeando en la calle.

Le di un besito a cada una de estas monaditas. No, no me han contagiado ninguna enfermedad.

Un gatito durmiendo a la sombra de los pinos, digo, de un barco.

La ciudad está plagada de gatitas preñadas. A ésta le puse de nombre Fluffy. Cuando una gata está a punto de parir, suele hacer guardia en alguna casa que le parece buen lugar para dar a luz. En cuanto alguien abre la puerta, se mete dentro y pare.

Unos gatitos intentando camuflarse en un sofá.

Me puse a escribir unas postales en un café cuando este gato, al que llamé Sport, se me subió encima ronroneando. Es lo mejor que me ha pasado en la vida.

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 Esta gata estaba preñada y era enorme. La llamé Stripey.

Primer plano de Stripey. ¡Seguro que no le costará nada encontrar novio!

Bebés gatunos. Estos viven en un agujero en la pared de una tienda.

¡¡¡MUEROOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!!!