Entre locos: entrevistamos a Half Japanese

No vale la excusa de que se solapaban con Pere Ubu. Si este año volviste del Primavera sin ver a Half Japanese, tiraste tu dinero. Ahora que el grupo de los hermanos Fair son todos señoras mayores, el lo-fi de pedrada en la cabeza que crearon hace más de treinta años en casa de sus padres sabe incluso mejor. Jad, su líder, no vive de la música; paga el alquiler con sus obras de arte, cuida de dos caballos inútiles y antes de repartir caña burra desde el escenario ATP me confesó que tiene intención de volver el año que viene a presentar una exposición de Daniel Johnston. Fetén.

Vice: Sé que sois amigos desde hace tiempo. ¿Aún quedas a menudo con Daniel?

Jad Fair: Bueno, Daniel vive en un pueblo muy pequeño de Texas que está a 2 horas y media en coche desde donde yo vivo, así que conduzco hasta allí un par de veces al año o así. Cuando llego a su casa no sé nunca si estará despierto porque suele trabajar de noche.

¿Has visto que Worn by vende la camiseta de “Hi, How are You” por 35 euros? ¿No es ridículo?

¿Sí? No sé. Espero que al menos Daniel vea algo de todo ese dinero. Si la compañía le hace llegar parte de esos ingresos, por mí no hay ningún problema.

Es un mal chiste, créeme. La prenda incluye un certificado como garantía de que Kurt Cobain tenía una igual… ¿Cómo recibisteis vosotros la noticia de que Kurt llevaba una camiseta de Half Japanese al suicidarse?

Era un buen amigo nuestro. Le conocimos de gira con Nirvana y nunca daban un mal concierto… Obviamente para nosotros fue muy triste y muy duro enterarnos de que hizo lo que hizo. Lo de la camiseta es lo de menos. No tiene la menor importancia. Podía haberse puesto cualquier otra aquel día.

Nirvana fue un grupo fugaz de alcance masivo. Mientras que vosotros seguís siendo minoritarios a pesar de una larga y prolífica trayectoria.

No te voy a decir que nos gustaría ser mainstream pero tampoco estaría mal vender más discos. Sin que eso significase hacer música convencional, por supuesto. Es como esta reunión. No la haríamos si no siguiésemos conectando al 100% con los viejos temas y disfrutando de ellos como el primer día. Me ayuda no depender económicamente de la música. Desde hace 12 años tengo la suerte de vivir de mis exposiciones y los libros que publico.

También te sacas una pasta haciendo canciones a medida.

Justo acabo de hacer dos. Normalmente son encargos para cumpleaños y bodas. Lo más complicado fue una para una pedida de matrimonio. Normalmente no siento ninguna presión, pero ahí lo pasé fatal. Al final salió todo bien. Ella le dijo que sí.

¿Y de qué viven el resto de músicos?

Gilles [Rieder, batería] vive entre Francia y Suiza y trabaja en el cine como responsable de localizaciones y haciendo música para esquizofrénicos. John [Slugget, guitarra] compone bandas sonoras de películas y toca con Moe Tucker. Jason [Willett, guitarra/bajo/teclado] tiene una tienda de discos en Baltimore llamada The True Vine y su propio sello Megaphone Records. Y Mick [Hobbs, guitarra/bajo] hace programas de radio con enfermos de un hospital psiquiátrico en Londres y lleva el sello Life and Living Records.

Veo que las enfermedades mentales están muy presentes en el grupo. Jason me comentó antes su experiencia con Mu-Mesons [nda: grupo australiano de noise industrial formado por esquizofrénicos].

Jason dice que aprendió de ellos que es mejor ser cómo eres y tocar cómo te sale en lugar de esforzarte por proyectar algo concreto al mundo. Esa gente es muy honesta consigo misma. No les queda más remedio que serlo.

Igual que vosotros. Es difícil encontrar artistas con tan poco artificio a la hora de expresar emociones sobre un escenario.

Nuestro rasgo más característico es ser naturales. No hacer una fórmula. La mayoría de la gente hace eso por miedo a sí mismos o porque creen que ser natural no es interesante. Pero, siendo quien soy yo, ser natural es muy divertido [risas].

Aquí quizá lo pasáis un pelín mal con tanto hype y tanto nerd de pasarela…

No, no es para tanto. En un festival tan grande como éste siempre hay opciones. Incluso para nosotros. Ya hemos visto por ejemplo a Grinderman y P.I.L., que sonaron genial.

En la prueba de sonido vosotros también sonabais genial pero tú sigues igual de desafinado que siempre.

Tocar desafinado no significa tocar mal. Lo hago así porque el resto del grupo me apoya. No necesito afinar. Ya afinan ellos por mí. Del mismo modo que no necesito ir a por un café porque ya me lo trae John.

¿No es paradójico que las bandas a las que habéis influenciado se esfuercen en sonar cutre cuando realmente dominan perfectamente sus instrumentos?

No tiene sentido. Puede ser divertido pero al final lo importante es lo que transmites. Nosotros siempre fuimos unos tipos que intentaban hacerlo lo mejor posible. Si en algún momento sonábamos mal era porque no lo sabíamos hacer mejor.

¿Reconocéis a esos grupos que se inspiran en vosotros?

Podemos reconocer algunas que tienen un espíritu similar pero no un mismo sonido. En Baltimore hay 20 o 30 grupos muy extraños en la onda de Needlegun o The Pleasant Livers. Chavales que se juntan sólo por el disfrute de sacar fuera lo que llevan dentro. Creemos que es culpa de alguna sustancia rara que echan al agua de Maryland.

Hablando de chavales, un tío que ni había nacido cuando salió el ‘Charmed Life’ me dijo que ese disco es lo mejor que ha escuchado jamás.

Bueno a medida que te haces viejo no te queda más remedio que relacionarte con gente más joven que tú. Me gusta tocar para quienes nos acaban de descubrir y que, además, con internet ahora se pueden descargar toda nuestra discografía del tirón. Parece ser que nos llamaron para este festival porque lo demandaron los internautas. Tenemos que ser realistas en cuanto al número de gente que sigue comprando vinilos.

Pero para vosotros el soporte siempre fue importante. Aquellas primeras maquetas de edición limitada son hoy auténticas piezas de coleccionista.

Hoy no tengo tiempo para eso. Y aunque lo tuviera lo dedicaría a otras cosas. Prefiero disfrutar con mi mujer de nuestros perros y de los caballos. Los caballos los tenemos desde hace mucho tiempo. Son dos caballos abandonados demasiado salvajes para montarlos pero como nadie los quería los tenemos nosotros en casa.

¿Es cierta la leyenda de que recuperasteis los máster de ‘Charmed Life’ extorsionando a un ejecutivo de la NBC?

No exactamente. La compañía llevaba 4 años secuestrando el disco y no nos dejaba publicarlo ni con ellos ni sin ellos. Penn Jillette [mago, anarquista, humorista y fan número 1 de Half Japanese] negoció insistentemente con uno de los ejecutivos pero aquel tipo mentía compulsivamente y no cedía, así que acabó yendo a su despacho de la NBC a esperarle durante horas y finalmente convenció a su secretaria (que le reconoció por haber salido en la serie Miami Vice) de que le diese todo. El ejecutivo intentó recuperarlo de nuevo pero Penn le amenazó con agredirle físicamente si algún día me intentaba chantajear o algo.

Otro personaje vital en vuestra carrera es Moe Tucker ¿Qué opináis de las declaraciones que la vincularon al Tea Party?

Se exageró mucho. Fueron sólo unos minutos de entrevista que por algún motivo salieron a la luz un año más tarde y generaron comentarios y suposiciones sin fundamento. El mensaje podría ser distinto si escuchásemos la entrevista completa. No conozco los detalles pero Moe siempre ha sido muy demócrata y liberal. Aquello se sacó de contexto y se distorsionó.  ¿Te puedes creer que salió en Newsweek y todo? En el fondo ella estaba en contra de los impuestos. Y criticaba el derroche del Gobierno. La mayoría de gente está de acuerdo con eso, ¿no?

¿Y cuál es vuestra opinión sobre la gran noticia del año en EEUU? La caza, asesinato y sepultura acuática de Bin Laden a cargo de un Premio Nobel de la Paz.

Tiene sentido que lo enterraran en el mar. Creo que… [largo silencio] Él era… en fin, si has vivido una vida tan violenta como la suya es como si tú mismo hubieses elegido que tu final sea también violento.

Glups.