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Drogas

Probé el kratom, la droga más reciente que EUA quiere prohibir

En dosis bajas, sus efectos se asemejan a los de la cocaína o la cafeína: euforia, sociabilidad, concentración, energía. Pero en cantidades más altas, sus efectos se parecen a los de la morfina.

Foto vía Wikimedia Commons.

El verano pasado, el gobierno estadounidense sorprendió a todos cuando anunció sus intenciones de añadir una nueva planta a su lista de sustancias controladas dentro de la Clasificación I. Esta es la clase más restrictiva, que también incluye al LSD, la mariguana y la heroína. El mismo país que ha sido vocal en su llamado por ponerle fin a la guerra contra las drogas, mientras que lentamente legaliza el cannabis, ahora tiene en la mira la hoja de un árbol del sudeste de Asia conocido como kratom.

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Un lobby se movilizó rápidamente para obligar a la Administración para el Control de Drogas (DEA) a dar marcha atrás. Sin embargo, mientras se estudia más a fondo su estatus, el kratom está atrapado en una zona gris.

Este intento de prohibición, por supuesto, ha tenido el efecto paradójico de llamar la atención del público sobre un psicotrópico poco conocido, que, por cierto, es completamente legal de este lado de la frontera.

Maquillaje Farmacéutico

El ingrediente activo del kratom es la mitragyna, su principal alcaloide. En dosis bajas, sus efectos se asemejan a los de la cocaína o la cafeína: euforia, sociabilidad, concentración, energía. Pero en cantidades más altas, el kratom hace que el pensamiento se nuble y el cuerpo se sienta más pesado, con efectos secundarios parecidos a los de la morfina. Tradicionalmente, en Tailandia, las hojas se mastican mientras se trabaja, algo parecido a la práctica de los peruanos de mascar hojas de coca. En Canadá, las hojas se pueden encontrar en forma de polvo.


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Los defensores de la hoja hablan a favor de sus propiedades sedantes como argumento en contra de la decisión de la DEA. Algunos pacientes que buscan reducir su consumo de opiáceos encuentran que el kratom es mucho menos nocivo para el cuerpo que el fentanilo o el oxycontin. Además, las personas con tendencias depresivas o hiperactivas responden a esta droga favorablemente. Y algunas personas adictas a la heroína incluso lo utilizan para calmar sus síntomas de abstinencia.

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La evidencia anecdótica muestra que no se sabe con certeza si el uso diario conduce a la dependencia. Los síntomas y la gravedad de la abstinencia varían dependiendo de los testimonios: algunos los clasifican como los de la cafeína y otros los asocian con los opiáceos.

Foto vía Wikimedia Commons.

No apto para consumo humano

Busqué en Google "Montreal" y "kratom", y el sitio web Madam Kratom apareció de inmediato seguido de unos anuncios clasificados de un importador privado.

La diversidad del catálogo en línea de Madame Kratom me dejó un poco confundido, así que decidí pasar en persona a la dirección mencionada en el sitio. Imaginé que habría un dispensario donde se mostraran las diferentes variedades de kratom, con asesores listos para responder a las preguntas de un neófito. En cambio, la propia "Madam" se reunió conmigo en el vestíbulo de un antiguo edificio industrial. Parecía un poco estresada, y hablaba como si trabajara encubierta, a pesar de que lo que estábamos haciendo era legal. (Nota: ella no suele vender a los clientes minoristas en persona, y dice que a la gente le va mejor si ordena desde el sitio web.) Terminamos por llevarnos bien, y ella regresó a su oficina para traerme tres paquetes: el relajante Super Borneo Red, el energizante White Borneo, y el más equilibrado Maeng Da Thai, (tres paquetes de 25 gramos, por 40 dólares (824 pesos) cada uno, impuestos incluidos).


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Cuando le pregunté cuáles eran las dosis adecuadas me paró en seco. "Lo siento, pero internet es tu mejor amigo", dijo. De hecho, me explicó que el kratom no es "para consumo humano" (un viejo truco usado por los distribuidores para absolverse de la responsabilidad de las decisiones que toman los usuarios). Me fui poco después, dejando atrás una de las más extrañas transacciones de drogas de mi vida.

Foto vía Wikimedia Commons.

Integrar un nuevo psicotrópico en tu vida no es tan fácil

Los efectos del kratom pueden variar enormemente dependiendo de cómo se consuma.

Debido a los efectos paradójicos de la planta —que es a la vez un estimulante y un sedante— el resultado final es consecuencia de la cantidad ingerida, que varía dependiendo de la tolerancia del individuo a los opiáceos. También aprendí que cuando se toma directamente, el polvo se metaboliza mejor que cuando se prepara en un té. Esto significa que la cantidad ideal para un té de hierbas puede enviarte a un trance opiáceo (seguido de una resaca de varias horas) si se mezcla con jugo o leche con chocolate.

También tuve que pasar por una fase de aclimatación. Todos los testimonios que leí en línea no fueron suficientes para prepararme contra las náuseas y dolores de cabeza que acompañaron mis primeras tres pruebas. Pero seguí adelante sin arrepentimientos.


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Eventualmente, descubrí una mezcla que funcionaba mejor para mí: un té hecho con dos cucharadas (cerca de cinco gramos) del polvo con el estómago vacío. El té de hierbas afila tu mente, eleva tu estado de ánimo, alivia tu hambre y te prepara para la cena. Los efectos se desvanecen al comer. Ahora tomo kratom de vez en cuando al final del día y he descubierto que es un reemplazo fino para el trago tradicional de después del trabajo, en vista de que los días se están haciendo más fríos.

No puedo decir que haya notado diferencias reales entre las variedades. Y hasta ahora no he sufrido efectos secundarios adversos. Ahora rara vez pienso en el kratom y podría vivir sin él si se complica demasiado adquirirlo. Si lo piensas bien, el kratom es un psicotrópico que tiene propiedades bastante interesantes, y una de ellas es que es totalmente legal de adquirir.

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