Cosas que aprendes cuando eres virgen a los veintitantos

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Está en todos lados. Desde los pósters hasta la música, la radio, los comerciales, autos, ropa, etcétera. El sexo siempre está presente en las estrategias de marketing de nuestros líderes corporativos. No importa cuanto nos esforcemos los vírgenes por ignorarlo, la sociedad insiste en frotar sus genitales corruptos en nuestros inocentes rostros.

Solo que yo no me la creo. Tengo 25 años de edad y sigo siendo virgen.

Muchos de los que han llegado a este punto de su vida sin tener sexo, lo hacen por dos razones: o están "guardándose" por razones religiosas o están esperando al "indicado". Aún es posible que todos estos vírgenes tengan una primera experiencia placentera. Si tú, lector, eres un poco como yo —es decir, que el celibato no es tu objetivo— entonces seguro ya sabes que tu primer encuentro sexual probablemente va a ser incómodo, apresurado y lleno de falsas expectativas.

El camino hacia el coito también está lleno de otras revelaciones. A continuación algunas:

Sientes que estás teniendo una crisis de mediana edad
A mis 25 años de edad, creí que ya era inmune a la ansiedad que provoca la adultez. Empezaba a hacer las paces con el pequeño círculo en la parte de atrás de mi cabeza donde se me cae mucho el cabello (no estoy calvo, carajo) y con el hecho de que subo medio kilo en cada cumpleaños. Pero en lo que respecta a mi vida sexual, que es inexistente, estoy empezando a entrar en pánico. Me estoy acercando al crepúsculo de mi juventud y aún no he cogido. "Apúrate", pensé para mis adentros, una horrible forma de pensar.

Este tipo de pánico hace que tenga citas con todas las chicas posibles e intente desesperadamente tener una conexión especial con ellas. Supongo que las mujeres sienten la misma presión cuando creen que "sus relojes biológicos avanzan a toda prisa".

Cuando eres virgen a tus veintitantos, en el mejor de los casos, la mujer con la que sales va a rechazar tu propuesta de sexo casual. Si la mujer sigue siendo agradable después de la primera cita, corres el riesgo de clavarte. Y cuando te decepcione, algo que sin duda va a pasar, vas a experimentar los síntomas de las personas que acaban de terminar una relación de años, excepto que tu no tuviste una relación de años. Esa clase de altibajos sentimentales hace que se te quiten las ganas de tener una relación y que quieras perder tu virginidad como sea solo para callar a tus amigos.

Tus amigos te van a hacer burla pero en realidad no les importa
La gente siempre se sorprende cuando se entera que soy virgen. Casi puedo escuchar la pausa que hacen para tratar de asimilar ese descubrimiento. Es como si hubiera dicho que nunca he visto televisión, tan increíble, tan ajeno, que hace que la gente se tome unos segundos para imaginárselo. Después de un rato, se ponen a pensar a cuál de sus amigas me pueden presentar.

Pero eso no significa que mis amigos sepan por qué soy virgen. A ellos se les hace muy fácil porque perdieron su virginidad cuando eran adolescentes en el sótano mientras escuchaban Postal Service o lo que sea. A final de cuentas, nadie es grosero. Lo peor que puede pasar en una conversación es que alguien diga: "Mira, no tiene nada de malo ser virgen, ya llegará la persona indicada", que es prácticamente como decirle a alguien con depresión que hay muchas razones para vivir. Ese consuelo se siente falso y sin pruebas; no significa nada.

Tus expectativas están mal porque tu contexto del sexo lo sacaste del porno
Espera, ¿estás diciendo que las chicas en la vida real no tienen tetas, estómagos y culos perfectos, y que no disfrutan estar en las posiciones más incómodas y dañinas para la columna como en el porno? ¿Qué vas a decir después? ¿Qué los movimientos de kung fu que aprendí imitando a Jackie Chan no sirven en una pelea de verdad?

Mi relación con el porno ha sido muy complicada, no sé por qué, y lo uso dependiendo de qué tan triste me sienta (sin contar el estado de mis bolas). Si me siento motivado como para disfrutar la vida de soltero y todo lo que implica —como enfocarme en los proyectos que me apasionan, cumplir metas profesionales o mantenerme en forma para sentirme atractivo y poder ligar de vez en cuando—, entonces no lo veo tan seguido. Sin embargo, de vez en cuando me da un periodo de pesimismo acompañado de soledad y hace que todo lo que hago parezca una simple distracción.

A veces, el porno es todo lo que tenemos los vírgenes. Es el equivalente digital del sexo casual para los que no cogen. Aunque no tengo idea de qué esperar del acto real, no necesito que mis amigos me cuenten anécdotas para darme cuenta de que el porno es una exageración del sexo, aún cuando no estoy seguro de cómo se siente tener sexo de verdad.

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Tu virginidad pone mucha presión en la persona con la que sales
Cuando esperas tanto para perder tu virginidad, esperas que cuando pase sea maravilloso. Y por lo tanto, el sexo casual no es una opción. Parte de mí quiere perder su virginidad con cualquier desconocida para saber qué se siente pero algo me impide hacerlo. Siento que sería raro hacerlo con una chica —que seguro tiene mucha más experiencia que yo— una sola vez a pesar de que sé que los dos vamos a quedar inconformes. No espero a "la indicada", solo a alguien que lo entienda.

¿Quieres un consejo para saber cómo revelar tu secreto? La verdad es que… yo también. Casi nunca tengo una segunda cita y la ultima vez que le conté mi secreto a una chica, nos volvimos muy buenos amigos y nada más. Aún así prefiero seguir buscando a una chica comprensiva en vez de tener sexo casual.

Las bromas de sexo siempre son incómodas
¿Alguna vez has escuchado a alguien hablar sobre sexo? Es más, ¿alguna vez te has escuchado a ti mismo cuando hablas sobre sexo? Casi todo lo que una persona promedio tiene qué decir sobre el sexo está muy trillado y es una forma de desviar una conversación que pudo haber sido enriquecedora:

"¿Qué opinas de la película?"

"Tiene una narrativa bien construida y un gran valor de producción".

"Sí y Channing Tatum está súper bueno, ¿no?"

Aunque, la verdad, me gustaría poder unirme a este tipo de pláticas. Me gustaría poder hacer una broma de "that's what she said" sin sentirme un pervertido y un fraude al mismo tiempo. No creo que todos los que me conocen se den cuenta de inmediato de que soy virgen pero estoy seguro que me delata mi incomodidad cuando la conversación se desvía hacia el campo de lo sexual.

Si eres virgen, es porque quieres (casi siempre)
Entiendo lo agradable que es sentirse la víctima, como cuando te roban algo. En este caso, es fácil creer que a todos se nos debe amor e intimidad física y que cuando no lo recibimos, tenemos todo el derecho de enojarnos. Pero así no es la vida: eres tú el que no se quiere bajar los pantalones.

La razón por la que aún conservo mi virginidad se resume a la falta de autoestima. Cuando era adolescente, la edad perfecta para perder la virginidad, las chicas se acercaban a mis amigos pero no a mí. Eso destruyó mi autoestima. Ahora sufro de un trastorno de ansiedad que hace que cualquier posible encuentro sexual o romántico termine así: "Oh, veo que conociste a una persona hermosa. ¿Crees que vas a tener suerte esta noche? ¡Pues no! ¡Vuelve a participar, idiota!". Es un circulo vicioso y en serio tengo que superarlo antes de poder formar un vínculo sentimental —y físico— con alguien.

No digo que no haya otras razones mucho más importantes para conservar la virginidad. Hay quienes lo hacen por cuestiones religiosas. Hay otros que están esperando al mayor postor o quieren hacer un proyecto de arte. Tal vez haya quien prefiera enfocarse a salvar el planeta o algo así, sin la distracción del sexo. Si Hugh Hefner esperó hasta los 22 años para perder su virginidad, entonces los vírgenes no tenemos de qué preocuparnos.

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