Por qué el porno está saturado de ‘creampies’

El término creampie hace referencia a una práctica sexual muy extendida en el porno, consistente en mostrar cómo una persona expulsa semen del orificio vaginal o anal justo después de que un hombre haya eyaculado en su interior. La práctica se ha convertido en un subgénero tremendamente popular y se ha ganado un puesto en el léxico sexual de muchas personas. Pese a no ser tan común como las escenas de eyaculaciones sobre el cuerpo o la cara (las llamadas cumshots), sí ha atraído más búsquedas que estas en Google y fue uno de los términos más buscados en Pornhub entre 2011 y 2012. Tal ha sido la popularidad de este fetiche que incluso se ha filtrado en el ámbito más comercial en forma de referencias, como ocurre en Shame, con Michael Fassbender, o la serie Colgados en Filadelfia. Su presencia es tan generalizada en el porno que uno podría pensar que se trata de un género largamente establecido.

Sin embargo, según el archivista de pornografía y fundador de IAFD.com (el equivalente a IMDB para el cine de adultos) Jeff Vanzetti, este característico género no adquirió una identidad definida hasta entrada la década de 1990. A principios de los 2000 alcanzó el cénit de su popularidad, con la aparición de incontables series como Creampie Cuties, Creampie Surprise o Internal Combustion.

La codificación y difusión de la práctica del creampie en el porno no se debe a un proceso orgánico, sino que es el resultado del activismo persistente de un colectivo de aficionados devenidos en productores y otros grupos de presión. Estos aficionados gestionaban el sitio web creampie.com, todavía activo, que empezó siendo una compilación de las escenas de creampie favoritas de los usuarios, con comentarios y reseñas, y terminó albergando contenido original. Fueron ellos quienes acuñaron el término (y marca registrada), establecieron las normas de cómo deben grabarse estas escenas y difundieron su fetiche a lo largo y ancho de la red.

Hace poco contactamos con una de las figuras clave de creampie.org, un hombre que responde al pseudónimo de Sir Ron y que empezó siendo un amante más de los creampies. Este género acabó consumiéndole tanto tiempo que decidió dejar su trabajo en California y dedicarse por completo a la industria del cine para adultos, de la que sigue viviendo. Charlamos con Sir Ron sobre qué les llevó a él y a los otros aficionados al creampie a poner tanto empeño en que su fetiche apareciera en el cine porno, cuáles fueron sus tácticas para popularizarlo y qué opinión le merecían las escenas de creampie actuales.

Nuestro proyecto empezó en 1994 como respuesta al monopolio de corridas en la cara que había en el porno. Reivindicábamos los creampies como alternativa a las corridas faciales. En una película con cinco escenas, todas eran de corridas clásicas. Estábamos saturados.

En la época de las revistas de papel, ¿con qué se masturbaban los tíos? Con las fotos de coños. Un primer plano de un coño pone cachondo, y si encima es un plano en el que se ve semen saliendo del orificio, todavía mejor, porque los hombres funcionan mucho a base de estímulos visuales, y en este tipo de escenas se combina la imagen del sexo femenino con la excitación del momento "después de".

Los aficionados ya llevaban tiempo creando escenas de creampies, como las de Jan B,  Amy French o Lynn Carroll. Nosotros empezamos como un sitio web en el que colgábamos y reseñábamos vídeos con escenas de creampies o corridas internas. Pronto empezaron a contribuir otros aficionados al porno y seguimos manteniendo el sitio.

Nuestra lucha por dar visibilidad a este tipo de escenas empezó en 1996. Acudíamos a ferias del sector y pedíamos a los productores que incluyeran creampies en sus vídeos. Como imaginarás, en aquella época ninguno había grabado este tipo de secuencias.

En 1998 empezamos a crear contenido. Necesitábamos contratar a chicas, y el único sitio donde podíamos encontrarlas, aparte de las agencias de talentos, eran las revistas de intercambios de parejas como Oddity y Continental Contacts. Si veías una chica que te gustaba, podías escribirle. Les hacíamos una entrevista y recuerdo que muchas de ellas nos decían, "¿Pero no se supone que así es como va el sexo?". Y así era. Es lo que todo el mundo hace, solo que nosotros lo queríamos mostrar.

En el sitio web habíamos dejado instrucciones sobre cómo grabar un buen vídeo de creampie, y una de las reglas era que había que grabar la escena en una única secuencia, sin cortes. De esta forma se demostraba que no era falsa. Si hay cortes, uno puede sospechar que le han metido algún líquido blanquecino a la chica para que lo saque. Otra regla es que hay que recrearse en la escena, mantenerla durante un máximo de dos minutos. Se tiene que ver la corrida saliendo. Eso es lo que hace que una escena de creampie tenga éxito.

Nuestro primer intento de promocionar nuestro contenido y difundir el término fue contactar con AVN y decirles, "¿Sabéis que creampie es el término que se usa en el sector para definir las corridas internas?". Ellos nos escribían de vuelta y nos decían que no lo sabían. Y así fuimos corriendo la voz.

Hoy día, creampie es una marca registrada por nosotros. La registramos en 1999 porque no queríamos tener ningún problema con alguna productora que de repente dijera que el término era suyo.

Con la llegada del nuevo milenio empezaron a aparecer series de creampies de grandes productoras como 4-Play Video, Anabolic Video, Bangbros, Devil's Film, Elegant Angel, Kickass Video, Lethal Hardcore y Randy West. La industria del porno se mueve mucho por tendencias. De repente se imponen las escenas anales y todo el mundo las hace. Pues lo mismo pasa con el creampie.

Hoy en día este tipo de escenas son ya un género en sí mismas, con series superespecíficas, como Creampie Thais. Pulse también ha creado lo que denomina Anal Consumption, un género en el que el hombre se corre dentro del ano de la mujer, luego esta expulsa el semen en una copa y se lo bebe. Y cada vez se crean más subdivisiones dentro del género. En mi opinión, se debe a dos factores: la necesidad de nuevos estímulos y la de sobrevivir en un mercado muy dinámico y agresivo.

Lo cierto es que no pretendíamos convertir estas escenas en un fetiche, con sus series exclusivas y todo. Nuestra idea era que los creampies fueran una opción más, una alternativa a las típicas corridas finales de las pelis porno.

Lo bueno es que los seguidores del creampie son muy fieles y ya tenía bastante público sin necesidad de promocionar mucho. Uno de los primeros usuarios que se unió a nuestro sitio web se dio de baja el año pasado porque falleció. Se llamaba Jerry y estuvo ahí todo el tiempo. Siempre escribía cosas. "Soy Jerry, de 1996", decía.

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Traducción por Mario Abad.