La primera vez que Serena y Venus Williams se enfrentaron como profesionales fue en la segunda ronda del Abierto de Australia de 1998. La primera vez que se enfrentaron en una final de Grand Slam fue en el Abierto de Estados Unidos en 2001. Es increíble y emocionante saber que se verán las caras una vez más en la final del Abierto de Australia.Venus tiene 36 años y no ha ganado un título de Grand Slam desde Wimbledon 2008. Su batalla con las lesiones y con el síndrome de Sjogrens nos hicieron creer que, después de los ocho años de su último título, su carrera estaba próxima a terminar. Por ello no pudimos más que alegrarnos al verla avanzar a la final la mañana de este jueves. Luego de derrotar a Coco Vandeweghe, Venus no pudo ocultar su alegría. Aventó su raqueta a un lado y por unos segundos no sabía qué hacer, si gritar o bailar. La postal fue hermosa e inspiradora.Mientras que otros atletas suelen ser más reservados ante el público después de un triunfo, Venus nos contagió con su carisma y alegría."A todo mundo le toca brillar una vez en la vida", dijo Venus. "Quizá mi momento ha tardado un poco más pero es lo único que puedo hacer".Ahora tendrá ante sus ojos a su hermana, Serena, por la disputa del trofeo. Será una final más a la Williams, algo que lucía improbable no hace mucho. Mientras Venus se ha esforzado para regresar a la cima, Serena ha disfrutado el trono como la mejor tenista de todos los tiempos. De ganar esta final, su marca presumiría su título número 23 de Grand Slam."Estoy muy orgullosa de Venus, es inspiración pura para mí", comentó Serena después de su victoria en semifinales. "Es mi hermana mayor, es mi mundo y mi vida. Estoy muy feliz por ella, y porque ambas estamos en la final. Es un sueño hecho realidad".También añadió, "Venus es mi oponente más difícil. Nadie me ha derrotado tantas veces como ella. Creo que sea lo que pase, ya ganamos. Una Williams saldrá campeona de este torneo".
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