El jersey que Tom Brady traía puesto en Houston mientras completaba la voltereta más grandiosa en la historia del Super Bowl se perdió, misteriosamente, luego de que entrara a los vestidores después del partido. Brady fue el primero en darse cuenta, y se le vio cabizbajo pero al mismo tiempo indiferente. Sin embargo, se armó todo un show para buscar la preciada indumentaria y hasta el gobernador de Texas ordenó a los Texas Rangers (cuerpo especial de agentes del Departamento de Seguridad Pública de Texas) que resolvieran el caso.
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Aún no lo logran, pero el dueño de los Patriots, Robert Kraft, cree que el caso se resolverá en poco tiempo. Y qué bueno que sea así porque cree que robarse un jersey de ese tipo sería como robarse una obra de arte."Me parece muy triste que alguien hiciera algo así, porque es como tomar un gran Chagall o un Picasso, o algo parecido. Nunca puedes enseñarlo. Pero de alguna forma siento que pronto sabremos más del caso y se solucionará en el futuro no muy distante", dijo Kraft. "Espero que se aclare pronto. Creo que ha habido mucha gente intentando averiguar qué sucedió, y prefiero no decir algo que pueda interferir en su trabajo. Tarde que temprano la playera aparecerá".Sabemos que Kraft y Brady son muy cercanos, casi familia, pero seamos un poco realistas. Se trata de un jersey, nadie la va a colgar en el Louvre o pagará 100 millones de dólares por ella. De todos modos, una playera de Brady perderá su valor en el mercado. Esta analogía no tiene sentido.[Boston Herald]Leer más: La NFL y estas fueron las mejores jugadas de la temporada - Parte 1