Sigue a VICE Sports en Facebook para descubrir qué hay más allá del juego:–Oficina de patentes, dígame…
–…
–Sí, así es…
–…
–¡Vaya, qué gran honor, señor Ibrahimović! ¿En qué puedo servirle?
–…
–Eeeh… ¿un gol, dice? Bueno, patentarlo, patentarlo, dudo que se pueda…
–…
–Verá, es una acción en un partido de fútbol, no creo que pueda usted pedir copyright, ni royalties, ni nada parecido…
–…
–No, tampoco aunque tenga la propiedad moral de la acción ni lo haya hecho antes muchas veces, lo siento mucho. Vendría a ser Creative Commons, jeje…
–¡…!
–No, perdone, no quería ofenderle, tiene usted toda la razón. Jamás se me ocurriría a mí la idea de…
–…
–Nada, un placer ayudarle y siempre a su servicio. ¡Tiene aquí usted a un gran admirador!No tenemos del todo claro que la conversación de arriba se llegara a producir en ningún momento de la historia de la Humanidad, pero debería. Porque si un jugador —en este caso, el maldivo Hassan Naiz, en un partido del campeonato de la SAFF en el que su selección terminó venciendo por 1-3 a Bangladesh— protagoniza una acción digna de Zlatan, Zlatan debería llamar y preguntar a ver si le corresponde el copyright correspondiente.Al César lo que es del César, a Dios lo que es de Dios y a Zlatan lo que es de Zlatan. Por orden creciente de importancia, por supuesto.
–…
–Sí, así es…
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–¡Vaya, qué gran honor, señor Ibrahimović! ¿En qué puedo servirle?
–…
–Eeeh… ¿un gol, dice? Bueno, patentarlo, patentarlo, dudo que se pueda…
–…
–Verá, es una acción en un partido de fútbol, no creo que pueda usted pedir copyright, ni royalties, ni nada parecido…
–…
–No, tampoco aunque tenga la propiedad moral de la acción ni lo haya hecho antes muchas veces, lo siento mucho. Vendría a ser Creative Commons, jeje…
–¡…!
–No, perdone, no quería ofenderle, tiene usted toda la razón. Jamás se me ocurriría a mí la idea de…
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–Nada, un placer ayudarle y siempre a su servicio. ¡Tiene aquí usted a un gran admirador!No tenemos del todo claro que la conversación de arriba se llegara a producir en ningún momento de la historia de la Humanidad, pero debería. Porque si un jugador —en este caso, el maldivo Hassan Naiz, en un partido del campeonato de la SAFF en el que su selección terminó venciendo por 1-3 a Bangladesh— protagoniza una acción digna de Zlatan, Zlatan debería llamar y preguntar a ver si le corresponde el copyright correspondiente.Al César lo que es del César, a Dios lo que es de Dios y a Zlatan lo que es de Zlatan. Por orden creciente de importancia, por supuesto.