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VICE World News

Los héroes kurdos de Kobane piden a Occidente apoyo político y militar como recompensa

Como baluarte contra Estado Islámico, los kurdos buscan apoyo a su causa. VICE News se reunió con Sinam Mohamad, la colíder de la coalición del gobierno del Kurdistán sirio, durante una visita a EEUU.
Imagen vía Reuters

Los héroes de la batalla de Kobane quieren su recompensa política.

A finales de Enero, milicianos kurdos apoyados por los bombardeos aéreos de los Estados Unidos expulsaron a Estado Islámico de la ciudad fronteriza de Kobane. También en Irak, los kurdos han sido claves en la lucha contra los extremistas, sobre todo, cuando el ejército iraquí se colapsó. Ahora, buscando su momento político, los kurdos de Siria quieren que esta cooperación táctica con Washington se convierta en una alianza política en toda regla.

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A mediados de marzo, Sinam Mohamad, líder de la coalición rebelde que ahora gobierna Kobane y otras regiones kurdas de Siria, se embarco en una campaña diplomática, viajando a los EEUU donde se encontró con representantes oficiales del Departamento de Estado en Washington.

Mohamad pidió apoyo económico, político y militar para los kurdos de Siria durante su reunión con Tom Malinowski, secretario adjunto de estado para la democracia, derechos humanos y trabajo.

Fue el primer encuentro de este tipo en Washington, según Mohamad. "Fue bien", dijo a VICE News en una exclusiva entrevista. Queremos construir buenas relaciones con los EEUU".

Mohamad es la colíder del Movimiento por una Sociedad Democrática (Tev-Dem), una alianza liderada por el Partido de la Unión Democrática (PYD) que gobierna en las regiones kurdas de Siria conocidas popularmente como Rojava.

Mohamad es la colíder del Movimiento por una Sociedad Democrática (Tev-Dem), la alianza liderada por el PYD que gobierna en las regiones kurdas del norte de Siria conocidas como Rojava. Foto © Reese Erlich

El Departamento de Estado informó que los participantes discutieron sobre ayuda humanitaria y los derechos de la mujer en Siria. En declaraciones a VICE News, el gobierno norteamericano dijo que "los Estados Unidos mantienen contactos muy limitados con los representantes del PYD" en un contexto de lucha contra Estado Islámico. "Nuestra política hacia el PYD y el PKK (Partido de los Trabajadores de Kurdistán) no ha cambiado".

Cuando los combates en Kobane comenzaron a finales del año pasado, el Pentágono ignoraron la batalla por la ciudad al considerarla de poca importancia estratégica. Sin embargo, cuando las milicias peshmerga del Kurdistán iraquí — pese a sus diferencias y disputas con sus homólogos sirios de las Unidades de Protección Popular (YPG) y milicianos del PKK de Turquía — se integraron en esta alianza kurda contra Estado Islámico, los EEUU cambiaron su postura y comenzaron a bombardear. Tras la batalla, alrededor de 1000 combatientes yihadistas resultaron muertos junto con medio centenar de milicianos kurdos, según Mohamad. La mayor parte de la ciudad fue destruida. Pero los kurdos jugaron un papel decisivo en la derrota de Estado Islámico.

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El PKK y su afiliado PYD jugaron un rol clave en la retoma de Kobane. Los combatientes del PKK han adquirido una dilatada experiencia militar durante la insurgencia armada contra el gobierno turco que se inició en 1984. Pero los Estados Unidos, Turquía, Reino Unido y la Unión Europea consideran el PKK una organización terrorista. Y ahí reside el problema.

"Washington se muestra indeciso ante el dilema de cómo dar apoyo a las fuerzas que combaten a Estado Islámico sin, de un modo u otro, ayudar a grupos a los que se opone", dijo Frank Rettenberg a VICE News en una entrevista. Él es un consejero de Asuntos Exteriores de los EEUU que estuvo establecido en Turquía que continúa siguiendo muy de cerca los asuntos políticos kurdos.

"Washington parece que quiere establecer unas mínimas buenas relaciones con el PYD", afirma Rettenberg, "y sin duda desearía ofrecerles su generosa ayuda si el resto asuntos fuesen correctos". Pero Turquía teme que una ayudamilitar importante al PYD pueda acabar en manos de combatientes del PKK y sea usada para atacar las instalaciones de seguridad turcas".

Sinam Mohamad espera superar las negativas de Turquía y de algunos miembros del gobierno de los EEUU y establecer una alianza duradera con Occidente. Bajo el liderazgo de otros partidos políticos, los kurdos de Irak han conseguido construir esta alianza con los Estados Unidos, Israel y Europa. Pero hasta ahora, Washington y los kurdos de Siria han mantenido una alianza táctica en la lucha contra Estado Islámico, limitando la cooperación a objetivos terrestres concretos.

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"Lo que queremos es estratégico", dijo Mohamad. "Ese es nuestro objetivo".

Los kurdos de Siria esperan ampliar la cooperación militar con los EEUU, como la ofrecida al gobierno regional de los kurdos del norte de Irak, donde las tropas estadounidenses están ayudando a las fuerzas de seguridad. Hasta ahora los EEUU y las potencias occidentales han rechazado tal alianza. Foto © Reese Erlich

Pero el PYD, afronta una situación compleja, frente a las críticas de la izquierda y la derecha. Para entender el conflicto actual, es útil revisar algunos hechos de la reciente historia kurda.

Alrededor de 30 millones de kurdos viven repartidos entre Siria, Turquía, Irak e Irán —la mayor nación del mundo sin estado. Los kurdos tienen su propio idioma, cultura e historia. Durante siglos, han resistido los esfuerzos de asimilación por parte de los imperios turcos, árabes y persas.

Los kurdos constituyen el 10 por ciento de los 22 millones de habitantes de Siria. La mayoría de los kurdos vive en el norte del país cerca de las fronteras con Irak y Turquía, pero también en grandes ciudades como Damasco y Alepo.

Durante décadas el partido gubernamental de Siria, el Baath, llevó a cabo políticas represivas contra los kurdos. A principios de los 1970, el gobierno recolocó árabes sirios para asimilar y desplazar a los kurdos que vivían en el norte. El gobierno privó a muchos kurdos del derecho de tener negocios propios y propiedades. La lengua kurda nunca ha sido enseñada en las escuelas y los medios de comunicación en kurdos prohibidos.

Desde principios de los 1960, el gobierno sirio ha denegado el derecho a la ciudadanía a los kurdos que alegan haber nacido en Turquía e Irak. A sus descendientes también les fue denegada la ciudadanía. En 2011, se estimaba que los kurdos sin estado eran cerca de 300.000. El presidente sirio Bashar al-Assad prometió la ciudadanía a alrededor de 250.000 kurdos cuando la revuelta comenzó en un intento de ganarse el apoyo kurdo.

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El presidente sirio Bashar al-Assad ha ejercido políticas de represión contra la población kurda del país. Foto © Reese Erlich

En 2004, los kurdos de la ciudad norteña de Qamishli se levantaron contra el régimen de Assad. Las fuerzas de seguridad mataron cerca de 30 kurdos y miles huyeron al Kurdistán iraquí.

La cuestión kurda también tiene un componente económico. Los pozos de petróleo de Siria están situados en una histórica región kurda, ahora habitada por una población mixta de árabes y kurdos. Antes de la guerra civil de 2011 y del embargo económico por parte de Occidente, Siria producía 370.000 barriles diarios, que representaba sólo el 0,4 por ciento de la producción mundial total.

El rol del país a nivel internacional es mínimo, pero sus campos petrolíferos para un hipotético nuevo gobierno Sirio son vitales. El régimen de Assad, Estado Islámico y kurdos luchan por controlarlos.

El movimiento kurdo sirio está fragmentado, con al menos 15 partidos rivalizando por apoyos. En los últimos años, el PYD ha emergido como el más fuerte y efectivo para controlar la mayor parte de Rojava. Es necesario recurrir a las historia del PKK y del PYD para entender cómo han ganado este poder.

Estudiantes radicales liderados por Abdullah Ocalan fundaron el PKK en 1978 en la región kurda de Turquía. Ideológicamente, el PKK combina ideología marxista y nacionalista, como hacían muchos grupos insurgente de Oriente Medio en aquella época. El PKK llamó a la lucha armada para crear un Kurdistán socialista e independiente de Turquía, Iraq, Irán y Siria.

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Los gobiernos aliados de Estados Unidos y Turquía en aquella época rechazaron reconocer cualquier derecho del pueblo kurdo e impusieron una ley marcial sobre la región kurda. El PKK ganó apoyo popular en su lucha contra la represión del gobierno.

Las mujeres jugaron un papel importante como miembros y líderes haciendo del PKK un movimiento único entre los movimientos y gobiernos de la región dominados por hombres. Este reportero entrevistó a mujeres líderes en las bases del PKK de las montañas Qandil en el norte de Irak, quienes aseguraron que al menos el 50 por ciento de los miembros del PKK son mujeres. Otras fuentes estiman que la proporción se sitúa entre el 30 y 40 por ciento, pero en cualquier caso, la cantidad es considerable.

Las mujeres dijeron que ellas se unieron a la lucha armada, no a una organización terrorista. A diferencia de grupos como al-Qaeda, ellas argumentaron que el PKK ataca únicamente objetivos militares y gubernamentales, no civiles.

En 1999, con la ayuda de la CIA, Ocalan fue capturado y deportado a Turquía. Fue declarado culpable de traición y aún está cumpliendo una sentencia de cadena perpetua en una prisión turca. Ocalan revisó su ideología, abandonado el marxismo y el socialismo revolucionario, y apostó a la autonomía kurda, renunciando a la independencia.

A principios de los 2000 el PKK supervisó la formación de partidos políticos en los diferentes países con población kurda. En 2003 el PYD fue fundado en Siria. Los líderes del PYD afirman tener una ideología común con el PKK. Los críticos argumentan que los liderazgos están también vinculados.

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Mujeres que apoyan al PKK visten camisetas con la imagen del líder encarcelado Abdullah Ocalan. Foto © Reese Erlich

El PYD se ganó el apoyo popular en 2011 como uno de los poco partidos kurdos que realizó manifestaciones contra el régimen de Assad. En 2012 el PYD organizó una milicia armada opuesta tanto al gobierno como a grupos extremistas como el Frente al-Nusra, la franquicia siria de al-Qaeda. En julio de 2012 el régimen de Assad retiró sus tropas de la mayoría de ciudad kurdas hacia otras partes de Siria. El PYD y sus aliados aprovecharon la situación para reemplazar el vacío gubernamental.

El PYD ha tratado de conseguir apoyo internacional tanto de la derecha como de la izquierda. Un artículo publicado en la web de un think tank de seguridad llama a la gran coalición militar de Occidente a apoyar militar y políticamente a las milicias vinculadas al PYD.

Al mismo tiempo, una web anarquista define el partido que controla Rojava como "una movimiento anarquista de vanguardia en la lucha mundial".

Sinam Mohamad afirmó que el PYD ciertamente no es anarquista. Ella dijo que Ocalan ha leído todo tipo de filósofos, incluyendo anarquistas. Sin embargo, ella dijo a VICE News, "él tiene su propio pensamiento y su propia filosofía".

Ocalan también ha abandonado el marxismo. "A veces debes cambiar tu pensamiento de acuerdo con los tiempos", dijo Mohamad. "Ahora necesitamos tener un sistema democrático".

Günes Tezcür, un profesor asociado de Ciencia Política de la Universidad Loyola de Chicago que ha escrito de forma extensa sobre la insurgencia kurda, dijo a VICE News que el PKK y el PYD continúa usando su retórica izquierdista, pero su principal reclamo se basa en el nacionalismo.

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El partido político legal en Turquía afiliado al PKK defiende la igualdad de género, los derechos de los gay, la libertad de culto y políticas medioambientales, dijo Tezcür. "Sin embargo, el PKK y el PYY son principalmente organizaciones nacionalistas", el dijo. "El sentimiento nacionalista es mucho más fuerte que cualquier ideología política".

El nacionalismo del PYD lidera a los kurdos en la búsqueda de alianzas con cualquiera que apoye su causa. "Estamos tratando de establecer relaciones con todo el mundo, incluidos los EEUU, todo aquel que apoye nuestro proyecto" en Rojava, dijo Mohamad.

"Incluso Israel?", preguntó VICE News. "Por qué no?", fue la respuesta.

Si estas alianzas fructifican, ciertamente se alinearán con el PYD y los movimientos árabes de izquierdas.

El PYD y todos los partidos kurdos de Siria rechazan el separatismo, y están a favor de cierta autonomía dentro del estado sirio. El PYD apuesta por una autonomía en la que los kurdos, árabes, asirios y otras minorías controlen democráticamente Rojava como parte de una Siria descentralizada.

"En Rojava, observamos como de difícil es para nosotros tener un estado independiente", dijo Mohamed. "No estamos solos. Queremos un estado democrático para todos los sirios, no un estado kurdo separado".

Pero los críticos cuestionan si, una vez finalizada la guerra, el PYD puede gobernar de forma democrática. Ellos alardean del culto a la figura de Ocalan. Sus seguidores tienen su retrato en sus hogares, cantan su nombre en las manifestaciones y visten camisetas con su imagen.

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"El PKK se articula alrededor del culto a Ocalan", dijo Tezcür. "Ocalan aspira a ser el Atatürk kurdo (el fundador de la Turquía moderna) cuyo culto a su personalidad está aun muy vivo en Turquía".

El PYD también se ha ganado una mala reputación por su sectarismo, situando sus intereses por delante de los intereses generales del movimiento kurdo. Ha sido acusado de asesinar a líderes de otros partidos kurdos. En junio de 2013, la milicia del PYD disparó y mató a tres miembros de un partido político opositor y golpeó a otros por organizar una manifestación contra el PYD en la norteña seguridad de Amuda, según un informe de Human Rights Watch.

El PYD "ha mantenido una relación ambigua con la democracia", dice Tezcur. "Por un lado, está comprometido con el pluralismo étnico y religioso. Por el contrario, tiene poca tolerancia con las organizaciones que le desafían para representar al pueblo kurdo".

Fred Abrahams, un asesor especial de HRW, visitó Rojava en 2014 para investigar el respeto de los derechos humanos en la región. Su informe criticaba al PYD por haber "cometido arrestos arbitrarios, violaciones durante los procesos de detención y no resolver con éxito los casos de asesinatos y secuestros".

En una entrevista con VICE News, subrayó que el PYD había colaborado con la investigación y se había movido para corregir los abusos. "Por supuesto la clave es lo que suceda sobre el terreno", dijo.

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Abrahams añadió que "la conducta de las autoridades del PYD es mucho mejor en relación a lo que sucede en otras partes de Siria, pero aun así es un estándar inaceptablemente bajo. Como autoridad gubernamental, el PYD puede y debería respetar mucho más lo derechos humanos".

Sin embargo, los derechos humanos nunca han estado en la agenda de prioridades de las potencias occidentales aliadas en Oriente Medio. Los países occidentales afrontan un problema: Deberían formar una estrecha alianza con el PYD y alimentar el riesgo en Turquía? O deberían mantener solo una cooperación militar temporal?

El ex funcionario de Exteriores de los Estados Unidos, Rettenberg, dijo que si Turquía modifica su política con el PKK, Washington también lo hará. "A pesar de las reticencias turcas al armamento de las fuerzas kurdas, ello significaría un duro golpe a Estado Islámico y al mismo tiempo relanzaría el proceso de paz turco-kurdo", dijo. Pero hasta ahora, las conversaciones de paz entre el PKK y el gobierno turco no han llegado muy lejos.

Así, mientras que la alianza militar entre Estados Unidos y el PYD es probable que continúe, el reconocimiento político será lento si es que alguna vez llega.

"Es muy poco probable que los EEUU envien tropas de tierra para ayudar al PYD a corto plazo", dijo Tezcur. "Por lo tanto, espero que la colaboración de Estados Unidos con el PYD continúe siendo limitada".

Sinam Mohamad, por otro lado, es paciente. Cuando le preguntaron si es probable que los EEUU les ofrezcan apoyo político, ella dijo: "Yo soy siempre optimista".

 Sigue a Reese Erlich en Twitter: @ReeseErlich

El veterano corresponsal en el extranjero Reese Erlich ha cubierto Oriente Medio durante 29 años._ _Es autor de "Inside Syria: The Backstory of Their Civil War and What the World Can Expect", con prólogo de Noam Chomsky y publicado por Prometheus Books.