El pasado, presente y futuro del Sónar Bogotá

En el año 1994, tres amigos españoles deciden juntarse para gestar una oferta musical única, en la cual se conjugaría meticulosamente la experimentación lúdica con las vanguardias artísticas. Es así como Ricard Robles, Sergi Caballero y Enric Palau dan inicio al Sónar, el festival de música electrónica de avanzada y cultura digital más influyente del mundo. Tras dos décadas de existencia, Sónar ha logrado convertirse en un suceso cultural único en su clase, llegando incluso a trascender su natal Barcelona para visitar más de una veintena de ciudades a lo largo de los cinco continentes.

Enric Palau, actual codirector del Sónar, comenzó a cimentar su camino como artista visual. Junto a sus dos colegas, en medio de tardes enteras produciendo música electrónica y compartiendo inquietudes afines relacionadas a la misma, lograron encontrar el camino que los llevaría a iniciar un proyecto esencial en la historia reciente de la música contemporánea. A partir de allí, Palau se ha sumergido en el proceso creativo detrás del festival, evolucionando a la par de la tecnología y de las nuevas corrientes musicales.

Hablamos con el español para conocer de antemano cómo ha sido su percepción acerca de la llegada de Sónar a Bogotá, la vinculación de artistas colombianos al festival de Barcelona y sus proyecciones a largo plazo.

¿Cómo empieza Sónar a salirse de Barcelona y qué parámetros deben tener las ciudades por las que ha pasado? ¿Qué buscan ustedes en un territorio para recrear la experiencia Sónar allí?

Sónar empezó a viajar en 2002, siendo la forma de dar respuesta a gente que nos llamaba de todas partes del planeta y que tenían interés en que los fuéramos a visitar. Desde que salimos de Barcelona fuimos claros en lo que buscábamos. Nos interesa ir a sitios que puedan tener una escena musical interesante y que supongan un reto también para poder trasladar la experiencia Sónar al lugar. En el caso de Bogotá estaba muy claro: percibimos que hay una energía de gente muy joven, de artistas muy interesantes, con un gran público, muy eufórico en una primera versión, esperemos que este año sea igual.

¿En cuántos países se ha hecho Sónar desde que iniciaron?

Hemos realizado cerca de 50 eventos en todo el mundo desde 2002, aparte del Sónar de Barcelona. Por darte un ejemplo, esta temporada estaremos en Buenos Aires, Reikiavik, Estambul, Hong Kong y luego llegaremos nuevamente a Barcelona en junio.

En el caso de Bogotá hubo también relación con algunos amigos colombianos que ya han estado en el Sónar. Bomba Estéreo que ya ha estado en dos ocasiones por ejemplo, mostrando la música que puede ofrecer Colombia y que nos han ayudado a conocer otros artistas como Las Hermanas quien se presentó en el Sónar de Barcelona.

Hemos creado muchos puentes artísticos y eso nos ha llevado a hacer ediciones en sitios como Tokio, nos ha dejado conocer escenas como la japonesa y esperamos que nos suceda lo mismo en el caso de Colombia, que podamos crear puentes culturales cada vez más fuertes entre ciudades.

Entendiendo Sónar como una plataforma que puede llegar a ser catapulta para muchos artistas, ¿cuáles han sido esos artistas que fueron descubiertos gracias al festival?

Tendría que prepararme para dar una respuesta a esa pregunta. Pero hay artistas que hemos rodeado de manera natural. Moderat es uno de esos casos, una banda compuesta originalmente por Modeselektor y Apparat.

Gernot y Szary, de Modeselektor, fueron al festival cuando todavía no habían formado la banda como fans de la música electrónica hace años, a disfrutarlo como público. Tiempo después empezaron a hacer música y fueron una de las primeras presentaciones cuando iniciamos el proyecto Sónar, y ahora están como Moderat presentándose en varias ediciones del festival, incluida Bogotá.

Las Hermanas y Bomba Estereo han participado en otras ediciones del Sónar. ¿Qué apreciación tienen ustedes como organizadores sobre el talento colombiano?

Hacer Sónar en Bogotá nos ha dado la posibilidad de conocer la escena electrónica local. Que el festival sea de solo un día nos limita mucho a la hora de programar talento local, pero siempre los tenemos en cuenta.

Hemos ido descubriendo propuestas diferentes e interesantes, que puede haber un sonido con influencias muy locales como la cumbia y que combinan con la música electrónica, como Bomba Estereo. Pero no solamente esto, también están Las Hermanas que es un sonido más trip hop, que hace exploraciones que se desvían de los sonidos tradicionales. Es una escena que tiene muchísimo potencial, de una riqueza musical importante.

¿Qué expectativas tienen con esta segunda edición del festival en Bogotá?

Queremos seguir dando a conocer todo lo que el Sónar puede dar. Seguir conectando con el público y los artistas bogotanos, y además llevarles shows como el de New Order, que sacaron un disco fenomenal. Queremos sobre todo dar un paso más en este viaje que ha sido el Sónar al rededor del mundo, seguir afianzando la relación que tenemos con el público en Bogotá y de aquí seguir creciendo juntos en la medida en que nos vayamos conociendo mejor.

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