¿Rescatará Neymar al Brasil que ya no es de Dilma?

"No podemos tener votos nulos o en blanco, debe ser una victoria de la democracia". Sentado en la sala de su casa, vestido con una camiseta color gris y bermudas, Neymar -con un tono de voz serio, sin sonrisas- dirá a continuación que expresa abiertamente su apoyo al candidato presidencial Aécio Neves para que sea el nuevo Presidente de Brasil. De poco sirvió. El 26 de octubre del 2014 – algunos meses después del Mundial- Dilma Rousseff, derrotó a su contrincante político en la segunda vuelta e inició su segundo ciclo presidencial.

Pero un par de años después, el gigante sudamericano se alista a destituir por segunda ocasión en la era contemporánea a un Presidente, en esta ocasión por estar ligada a casos de corrupción a tan sólo unos meses de que se realicen los Juegos Olímpicos de Río y donde la principal figura que presentará Brasil será un futbolista: Neymar. ¿Puede un ciudadano que le debe a su país más de 45 millones de dólares ser responsable de la felicidad de un pueblo en momentos de crisis nacional?

"Un profesor vale más que Neymar". La frase se convirtió en un grito de protesta en todo Brasil durante la Copa Confederaciones del 2013 y al año siguiente en el Mundial. La sociedad brasileña exigía detener el alza de precios en el transporte y salieron a protestar a las calles. El motivo -además de que el costo de la vida se incrementó- fue la alta suma de dinero público que se destinó para los dos mega eventos deportivos más importantes del mundo: Mundial y Juegos Olímpicos, entre ambos –detallan estudios- la cantidad es de 10,000 millones de dólares.

En este contexto de protestas e inconformidades en 2013, uno de los deportistas más populares de la nación decidió dar una postura política e ideológica: Neymar.

Es verdad que el deporte no resuelve propiamente las necesidades sociales, pero según estudios sociológicos, ayuda a mejorar el ánimo y la autoestima a un pueblo. Ganar por primera vez en su historia la medalla de oro de futbol – el deporte por excelencia en Brasil- no es cualquier cosa para ellos.

Neymar, quien fue comparado en sus inicios con Pelé por su calidad y ser la estrella del Santos de Brasil, ha sido ventilado en los últimos dos años por sus problemas con el Ministerio de Hacienda de su país. De acuerdo con el diario Folha de Sao Paulo, el ahora jugador del FC Barcelona, fue hallado culpable de evadir impuestos entre 2011 y 2013. "Fraude y colusión", son las otras dos acusaciones. Pero ninguno de esos problemas afecta al jugador en su relación con el pueblo. Incluso, hace un par de años fue designado por la revista Forbes Brasil, como la personalidad con mayor influencia en su país. Los tópicos que se consideraron fueron: la popularidad, el impacto en las redes sociales y los medios de comunicación y el éxito en su profesión.

Hace unos días el FC Barcelona anunció que Neymar acudiría a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y no a la Copa América Centenario que se desarrollará en Estados Unidos. Esta será la primera vez en la historia que Sudamérica reciba la máxima justa deportiva mundial y también hay que acotar que Brasil nunca ha ganado el oro olímpico en futbol, se ha vuelto una obsesión relatan las crónicas de aquel país.

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Según el asesor deportivo Amir Somoggi, en Brasil hay al menos 145 millones de personas que son aficionadas al futbol y justo ahí aparece Neymar, como el ícono más importante del deporte de cara a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro ¿fue una razón para que Brasil decidiera que estuviera en su fiesta deportiva?, ¿de qué sirve a las naciones tener éxito deportivo o albergar un mega evento?

En el mundo se han realizado análisis sociológicos, antropológicos y económicos sobre la utilidad del deporte para el desarrollo de una sociedad. Algunos datos que han arrojado detallan, por ejemplo, que después de que Francia ganó el Mundial de 1998, la nación tuvo tres años de crecimiento continuo. Los economistas estadounidenses Dennis Coates y Brad Humphreys analizaron el Super Bowl y su impacto financiero posterior a que una ciudad recibía el evento, entre sus conclusiones hallaron que a nivel local no ocurría nada, pero en la ciudad del equipo ganador sí aumentaban los ingresos de los ciudadanos. Alemania, tras su Copa del Mundo en el 2006 pasó a ocupar el primer lugar del Branding Index (NBI) entre los años de 2007 y 2008.

"Los países con una imagen positiva y potente pueden exportar mejor sus productos, su cultura, su mano de obra, sus servicios, atraer a más turistas, inversores e inmigrantes y disfrutan de la atención y del respeto de otras naciones" comentó en el 2010 Simon Anholt, consultor británico que ha desarrollado el concepto de Nation Branding. Pero… ¿Brasil transmite todas esas cualidades con la crisis que está viviendo?

Los JO de Río de Janeiro serán los primeros en la era moderna que llegan con una crisis financiera y política. Generalmente los problemas se asomaban algunos meses después como en Grecia, que tras organizar los Juegos del 2004 cayó en quiebra. Debido a los altos costos derivados de este evento se disparó el déficit público hasta un 7.5% en 2004 y para el 26 de junio de 2015 se declaró en bancarrota. La justa olímpica costó el 5% de todo el PIB de la nación europea… ¿Y en todo esto qué papel juega Neymar?

Un hombre que le debe al fisco de su país 45 millones de dólares por evadir la ley tendrá la responsabilidad y la capacidad de que la autoestima de su nación no vaya tan mal. "En todos los países los éxitos deportivos pegan en el ánimo, porque un triunfo contribuye a la construcción de un relato de éxito. El futbol y el deporte funcionan como una metáfora, una analogía para demostrar qué tan capaz es un país", reflexiona Samuel Martínez, académico de la Universidad Iberoamericana.

Después de las protestas en la Copa Confederaciones del 2013, el diario Folha de Sao Paulo publicó a principios de 2014 una encuesta para determinar cuál era la aprobación del pueblo para el Mundial y esta creció del 51 al 63% y el 76% de los encuestados declaró sentirse "orgulloso" de organizar el torneo.

La popularidad de Neymar y su calidad para conseguir el éxito deportivo estarán a debate en la cancha y en su discurso, en una nación que hace una década era vista por los especialistas financieros como la nueva potencia mundial y que ahora tiene a su presidenta en la guillotina y la perspectiva económica no es la que se preveía en el pasado.