Un hotel 4 estrellas de Alemania le da dulces sueños a jugadores del Eurobasket | ES | Translation

Más allá de la fama que es un dulce que muchos desearían saborear, existen factores que no son del todo simples para algunos deportistas de distintas disciplinas.

Por ejemplo, ser jugador de básquetbol podría tener muchas complicaciones. Medir más alla de 2 metros acarrearía conflictos para entrar a un automóvil, ducharse, encontrar ropa o poder dormir de una manera cómoda en una cama.

Así le pasó a distintos basquetbolistas que participan en el Eurobasket, quienes tuvieron que concentrarse en un hotel donde las camas eran demasiado pequeñas para sus largos cuerpos que en su mayoría rebasan los dos metros de longitud.

La gran figura del equipo, el alemán Dirk Nowitzki, cuya estatura es de 2.13 metros, no lograba descansar en una cama cuya medida apenas superaba el 1.90 metros. Mismo caso que el también teutón Tibor Pleiss con una altura de 2.18 metros, misma medida que el islandés Rangnar Nathanaelsson.

Ante estos severos problemas, el Hotel Oficial de Berlín tomó una decisión bastante sui géneris en la que decidió agrandar las camas de los jugadores hasta 2.50 metros para que sus largos cuerpos cupieran bien y lograran descansar.

En el hotel donde se hospedan cinco selecciones que participan en el Eurobasket (España, Alemania, Islandia, Serbia, Italia, Turquía), agrandaron 40 camas para los jugadores más altos de los distintos equipos, informó la vocera del sitio, la alemana Anita Diedrigkeit.

Imaginamos con gran ilusión que en México, con la realización del FIBA Americas Championship que da dos boletos para los Juegos Olímpicos y que participan selecciones como Canadá, Brasil, Argentina, Puerto Rico o República Dominicana, entre otros, también habría la preocupación para que los jugadores puedan descansar correctamente y puedan, de manera rápida, hacerles camas un poco más grandes.

Cabe destacar que el Hotel Oficial de Berlín no pasa de tener solamente cuatro estrellas, lo que hace aún más plausible el esfuerzo por mantener tranquilos a sus huéspedes.

Con esto, nos queda claro que ser basquetbolista profesional no siempre es algo muy cómodo, pero bueno, cuando se dice mucha lana, siempre puedes solucionar las cosas. Y si no, pregúntenle a Al Jefferson del UTAH Jazz, quien pagó 25 mil dólares por una cama de 3.6 metros de largo por 3 metros de ancho. Pues así sí.