​Un hotel japonés creó un habitación especial para que las mujeres vayan a llorar

El estereotipo de los japoneses es que son robots sin emociones. Esto se debe que los japoneses tienen una característica muy peculiar: no les gusta expresar cómo se sienten.

La vergüenza interna del Samurai se hace muy pública cuando se destripan a sí mismos con el acto del seppuku. La derecha en Japón desfila en el centro de las grandes ciudades montada en vehículos militares gigantes mientras aúlla sobre el nacionalismo y los valores tradicionales. En el cortejo fúnebre de Hideto "Hide" Matsumoto, ex guitarrista de la banda de metal X Japan, miles de hombres y mujeres lloraron hasta colapsar en las calles y tuvieron que llevar ambulancias para darles agua, reponer sus niveles de fluidos y poder seguir llorando. Si no lo creen, pueden ver el video de abajo. El funeral de Lady Di se queda corto.

Sin embargo, llorar en medio de la calle puede ser muy peligroso. Por eso, 17 años después de ese trágico día, el Hotel Mitsui Garden Yotsuya en Shinjuku, Tokio, diseñó una habitación especial para que las mujeres puedan tener un llanto masivo. La habitación cuenta con pañuelos de casimir, películas emotivas como Forrest Gump, libros tristes y frazadas calientitas. El vocero del hotel dijo que el objetivo es ayudar a las mujeres japonesas a reducir su nivel de estrés.

El estrés es algo que las mujeres japonesas experimentan todos los días. En Tokio hay vagones exclusivos para mujeres que funcionan desde las 7:30AM hasta las 9:30AM por el acoso sexual del ajetreo mañanero. Japón es uno de los países con más desigualdad de género en todo el mundo, por lo tanto, resulta lógico que las mujeres se pongan a llorar por toda la opresión que tienen que soportar.

La mayoría de los espacios que crea Japón son tiernos, como los cafés de gatos, los cafés de búhos o los cafés de abrazos (aunque estos últimos suenen un poco más siniestros). Pero las habitaciones para llorar no tienen nada de tierno. Revelan un problema mucho más profundo. Las ciudades de Japón están construidas sobre planicies estrechas rodeadas de cadenas montañosas y Tokio es una de las ciudades más pobladas del mundo. Entonces, los millones de habitantes viven en espacios muy reducidos donde los buenos modales y la tranquilidad es una necesidad social y no el fruto de una buena educación familiar. Es imposible que haya tantas personas en un mismo lugar y que todas se comporten como idiotas.

Entonces, ¿qué puede hacer una mujer japonesa para liberar su estrés en la tierra de las emociones reprimidas? Al parecer, la solución es reservar una habitación en el hotel Mitsui Garden Yotsuya. No soy ningún experto pero estoy seguro de que sería mejor exigir que se elimine la presión que provoca que una persona entre corriendo con la cara roja a una habitación llena de libros y películas tristes para liberar la frustración que siente. Aunque supongo que es más fácil abrir una lugar donde poder llorar a gusto por una módica cantidad de aproximadamente 1,200 pesos.

No puedo negar que hay algo gracioso acerca de las habitaciones para llorar. Pero, por desgracia, también refleja la falta de un espacio para las mujeres citadinas japonesas. Un espacio para reflexionar y alejarse de los empleados ebrios. Una falta de parques y áreas verdes donde sentarse a derramar unas cuantas lágrimas. En general, los departamentos son del tamaño de un bote de basura. La gente recibe codazos en las costillas cuando está en casa, en el trabajo, en el metro y en la calle. Adelante, ríanse de las habitaciones para llorar. Pero piensen un momento en aquellos que en realidad las necesitan.

@joe_bish