Una actualización de la masacre en Siria - 14a semana

Vaya, la guerra se detuvo y todos están papando moscas.

15.5.12

A principios de la semana pasada hubo elecciones parlamentarias en Siria. Aunque uno podría pensar que esto sería algo bueno para el país, estoy seguro de que la gente tiene sus dudas sobre las credenciales democráticas de dicha votación, en especial cuando la campaña electoral del partido en el gobierno involucró hacer pedazos a su gente.

En las zonas del país en las que Assad ha concentrado sus fuerzas, la elección (supuestamente para elegir a los 250 miembros del parlamento) fue boicoteada. Al partido de oposición, reconocido internacionalmente, el Consejo Nacional Sirio, tampoco se le permitió participar, así que Assad terminó compitiendo contra grupos de "oposición" creados y financiados por su régimen.

Algunos sirios decidieron expresar su sentir por las elecciones y se grabaron "votando" en casillas falsas mientras repetían en voz alta los nombres de los miles de civiles que han muerto por la violencia:

Conforme el acuerdo de paz de Annan sigue siendo ignorado y el derramamiento de sangre se intensifica, muchos comienzan a hablar de una guerra civil en Siria. Entre ellos está Jakob Kellenberger, director del Comité Internacional de la Cruz Roja, quien argumenta que la lucha en Homs e Idlib lleva tanto tiempo y ha sido tan intensa que cumple ya con la definición de un conflicto armado no internacional (otro elemento clave es el nivel de organización del Ejército Libre de Siria).

Si la pelea se reconoce oficialmente como una guerra civil, ambos bandos estarán obligados a cumplir los términos establecidos en la Convención de Ginebra. Si las personas son capturadas por el bando opuesto, tendrán que ser tratadas humanamente (es muy probable que ambos bandos sean culpables de lo contrario). También legitimaría cualquier ataque del ELS contra un objetivo militar, aunque hacerlo sería aún más difícil, pues Assad estaría en libertad de utilizar todo su arsenal, incluyendo sus aviones de combate. En realidad, el efecto más importante que esto tendría sobre el conflicto sería que la comunidad internacional estaría más dispuesta a tomar cartas en el asunto, y empezar el largo y complicado proceso de restauración.

No es que los involucrados estén particularmente deseosos de pactar la paz. La semana pasada, el líder del ELS, Riad al Asaad, prometió intensificar las tácticas guerrilleras contra el régimen por violar el proyecto de paz de Annan.

Por supuesto, los ataques contra los retenes aumentaron, las caravanas del gobierno fueron atacadas con bombas caseras y hubo miembros del ejército sirio que fueron asesinados. Sin embargo, el miércoles pasado hubo un incidente que no ayudó en nada al ELS: utilizaron un RPG contra un camión con soldados del régimen en Daraa, pero lo hicieron mientras había un grupo de observadores de la ONU en las cercanías. Siete soldados sirios resultaron heridos, aunque algunos activistas cuestionaron el supuesto involucramiento del ELS, preguntándose por qué tomarían el riesgo de atacar tan cerca de los observadores.

Al siguiente día, hubo dos enormes explosiones en Damasco. La televisión estatal siria reportó que el ELS había matado a 55 personas y herido a más de 300. Últimamente han habido múltiples explosiones de este tipo en todo el país, y muchos en la comunidad internacional sospechan que se trata de ataques orquestrados por el gobierno. Jamal al Wadi, un miembro del Consejo Nacional Sirio, dijo lo siguiente sobre el incidente: "Al orquestrar esto, el régimen intenta hacer creer al mundo que se enfrenta a una amenaza terrorista, y no a una guerra de oposición contra su represión". En su sitio, el CNS enlistó algunos argumentos convincentes sobre la participación del régimen en las explosiones, preguntándose por qué el ELS atacaría a civiles, y cuestionando cómo es que habría logrado infiltrar tal cantidad de explosivos por todos los retenes en Damasco. También hay reportes que indican que los testigos fueron asesinados por francotiradores.

Esta nueva ofensiva del ELS ha tenido sus repercusiones, y el régimen continua sus ataques a pesar de la misión de observadores de la ONU. Ha habido una ola de ataques contra ciudades como Rastán, donde se sintió la fuerza del régimen el fin de semana pasado. El ELS local logró destruir algunos vehículos blindados y tanques, como se observa en el video anterior.

El esfuerzo que han puesto ambos bandos en la lucha no ha disminuido el número de deserciones. El video anterior muestra a un soldado del ejército sirio protestando en Idlib con el cobijo de los observadores de la ONU, mientras sus ex camaradas lo miran desde el otro lado. Qué atrevido.

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