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VICE World News

Por qué África será ‘el mercado del futuro' de las drogas ilegales

El nuevo rol del África Occidental como enclave estratégico para el tráfico de drogas que viajan de Latinoamérica a Europa, ha facilitado el acceso de los narcóticos ilegales en el continente, según nos cuenta un portavoz de Naciones Unidas.
Foto di Karel Prinsloo/AP

África está destinada a convertirse en el "mercado del futuro" de las drogas ilegales, según cuenta un alto cargo de Naciones Unidas especializado en la lucha contra el narcotráfico.

En declaraciones emitidas durante una cumbre internacional celebrada en Panamá, Pierre Lapaque, representante de la oficina de Naciones Unidas contra la droga y el delito (UNODC) en África Central y Occidental, afirmó que el continente negro ya se ha convertido en un centro de paso para las drogas que viajan de Latinoamérica a Europa.

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En una parte de su reciente serie para HBO "Lines of sand", VICE siguió el trayecto de la cocaína de América Latina a África — un lugar de paso para la creciente cantidad de drogas que se consumen en Europa occidental.

En una entrevista con VICE News, Lapaque explicó que la inestabilidad política, la corrupción de los funcionarios y las bandas criminales — entre las que se cuentan grupos terroristas — han convertido la zona en una "tierra de nadie" completamente permisiva con el narcotráfico.

Además de ser un lugar de tránsito para las drogas que viajan rumbo al mercado europeo, contó, el flujo permanente de drogas ilegales en el África Occidental está contribuyendo al nacimiento de un nuevo mercado en el continente africano.

VICE News: ¿Qué le hace pensar que África podría convertirse en el próximo gran mercado de drogas ilegales?
Pierre Lapaque: Realmente es muy sencillo. El perfil del consumidor de droga es el de un hombre de 25 años o menos. Ahora que los mercados norteamericanos [Canadá y Estados Unidos] y el europeo están completamente saturados, los beneficios y el crecimiento son limitados, y a los narcotraficantes les cuesta cada vez más encontrar compradores potenciales. Así que han tenido que buscar en otros lugares en busca de mercados incipientes. En el futuro, el negocio de la droga se desarrollará en zonas donde una gran parte de la población tiene 25 o menos años y cuyo poder adquisitivo ha crecido. Así que están apuntando a África. A día de hoy, la mitad de la población que vive en África tiene menos de 25 años. Y teniendo en cuenta de que se trata de un mercado emergente, el consumismo ha aumentado tanto como el acceso a las drogas ilegales. Es un mercado económico con un potencial descomunal; parece evidente que África podría convertirse en el mercado del futuro para las drogas ilegales.

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¿Por qué hay cada vez más drogas que pasan por África?
Sabemos que África opera como una zona de nadie. Antes, las drogas que abastecían al mercado europeo eran transportadas directamente por los productores latinoamericanos hasta los países de consumo. Sin embargo, los esfuerzos de la policía y de los funcionarios de aduanas dieron sus frutas y los traficantes se vieron obligados a encontrar una nueva zona desde la que "impulsarse" para continuar suministrando a los mercados europeos. África Occidental era una elección evidente, debido a su gran inestabilidad política, porque la ley raramente se aplica y porque existe una falta de estabilidad gubernamental. Tales son las condiciones "ideales" para cualquier traficante que busque actividad criminal. Se estima que cada año pasan por esa región entre 35 y 40 mil kilos de droga.

¿Cómo se transporta la droga?
La mitad de las drogas [de América Latina] viajan directamente a Europa Occidental, mientras que otra parte es almacenada en la zona. Eso lo hacen para mantener los precios estables — la cocaína alcanza entre los 80 y los 100 euros [91 o 114 dólares] por gramo en las capitales europeas — y para no saturar el mercado. También necesitas reservas en caso de que las drogas sean incautadas, para mantener así un flujo ajustado. Las drogas se introducen en el mercado regularmente. Es puro sentido comercial. La parte que queda de la cocaína se vende al África Occidental para ayudar a abrir el mercado en la zona. Según los informes, hay entre dos y tres millones de consumidores de estupefacientes en la zona.

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¿Existe un vínculo entre el tráfico de drogas y las organizaciones de combatientes yihadistas de la zona?
Es un tema delicado. Las organizaciones yihadistas necesitan ser financiadas y tienen que acudir a distintas fuentes para hacerlo. Una de las maneras en que recibían dinero era a través de los rescates por secuestros. Pero debido a la radicalización [de estos grupos], ya no hay tantas exigencias de rescate como antes y las organizaciones han empezado a ejecutar a sus rehenes. Claro que un rehén muerto no da ningún dinero. Así que necesitan encontrar nuevas fuertes de financiación.

Algunos de ellos pasan [drogas] y otros están metidos en el tráfico [la compraventa de droga]. Muchos de ellos están metidos en alguna clase de tráfico. Como el contrabando de cigarrillos. No hay que olvidar que Mokhtar Belmokhtar [el líder del grupo terrorista Al-Mourabitoun, que acaba de confesar su vinculación con el llamado Estado Islámico] era conocido por el apodo de "Míster Marlboro", por su implicación en el contrabando de cigarrillos. Ni que es muy fácil saltar de una forma de tráfico a otra. Algunos grupos están más implicados que otros, pero sigue sin estar claro. Lo que sí podemos decir es que están todos implicados más o menos y a distintos niveles en una o más formas de tráfico.

¿Qué política están siguiendo los estados africanos afectados por el problema para combatirlo?
Están completamente implicados. Conocen los vínculos entre las organizaciones yihadistas y el narcotráfico. Están en peligro porque los guerrilleros yihadistas pueden llevar a cabo ataques [terroristas] de mayor envergadura. La comunidad internacional está ayudando a los estados de la zona de reemplazo a decidir qué medidas tomar. Necesitamos concentrarnos en la lucha antiterrorista y en la batalla contra la corrupción para generar un contexto hostil para los organizaciones criminales. Pero no existe la panacea.

Hay tropas francesas destinadas en el Sahel como parte de las operaciones militares Serval y Barkhane. ¿Le consta que estén luchando contra el tráfico de drogas?
Durante la operación Serval [de enero de 2013 a julio de 2014] los traficantes de drogas que operaban en el norte de Mali fueron obligados a detener su actividad. Aquello significó un respiro porque la zona estaba en guerra. Pero ahora las cosas han vuelto, más o menos, a la normalidad y la gente puede moverse por allí libremente. A mí lo que me preocupa es que el tráfico haya empezado de nuevo [en la zona]. Barkhane fue una operación concebida para luchar contra el terrorismo, pero si los agentes interceptan información sobre la existencia de algún convoy que transporte droga, intervendrán. Pero es importante recordar que el Sahel es una enorme extensión de arena — es imposible tener ojos en todas partes. Los sistemas de seguridad — ya sean franceses o locales — no están herméticamente sellados. La única manera de avanzar es trabajar con inteligencia, saber cuando van a pasar grandes cantidades de droga, y tener a las tropas listas para intervenir.

Sigue a Mélodie Bouchaud en Twitter: @meloboucho