Fotografía cortesía de Mad Cool
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¿Cuál ha sido el secreto del éxito de Mad Cool para competir con festivales con décadas de recorrido en tan solo dos ediciones? Las razones pueden ser muchas y variadas, pero hay dos puntos clave a los que prestar atención: la fuerte demanda del público de Madrid para que la ciudad disfrutase de un festival de esta magnitud y la propia concepción del evento, un festival a lo grande, sin escatimar en nombres, recursos y promoción. Solo así se entiende la arriesgada puesta de largo del primer año, en 2016, cuando no solo programaron a nombres más o menos habituales en este tipo de eventos (es el caso de Band of Horses, Two Door Cinema Club, Garbage, Caribou, Vetusta Morla o Lory Meyers, grupos con recorrido y experiencia), sino que la banca saltaba con los cabezas de cartel, dos figuras de la talla de The Who y Neil Young, leyendas indiscutibles en la historia de la música contemporánea, y espectáculos bastante difíciles de ver en España. A eso se le llama entrar por todo lo alto.Hay dos puntos clave para entender su éxito: la fuerte demanda del público de Madrid para que la ciudad disfrutase de un festival de esta magnitud y la propia concepción del evento, un festival a lo grande, sin escatimar en nombres, recursos y promoción
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Este año, la organización ha querido dar el enésimo golpe sobre la mesa en lo que a cabezas de cartel se refiere. ¿Queríais rock? Aquí tenéis rock. Desparecido Kurt Cobain en 1994, solo un nombre podía recoger el testigo de su reinado en Seattle, y esos eran Pearl Jam, creadores de discos históricos como Ten o Vitalogy y supervivientes de la época dorada del grunge. El grupo liderado por Eddie Vedder nunca ha dejado de estar en forma, como tampoco lo han hecho los Arctic Monkeys, seguramente el reclamo más multitudinario de la tercera edición de Mad Cool, más cuando presentan un disco tan reciente como Tranquility Base Hotel & Casino. Pasaron de ser los niños bonitos del NME a dejarse crecer el tupé y endurecer su sonido gracias a la inestimable ayuda de Josh Homme, capo de Queens of the Stone Age, precisamente otro de los grupos de rock que estarán en este festival.Pero no solo de rock vive el hombre (o eso agradecerían nuestros tímpanos), y es que hay dos ejes más sobre los que gira el festival madrileño: la electrónica y el pop, siempre bien mezclado. De estas dos cosas saben un rato los Depeche Mode, que siguen paseando por el mundo su disco del año pasado, Spirit, mientas no dejan de tocar sus hits habituales (ya sabéis: “Enjoy the Silence”, “Just Can't Get Enough”, “Personal Jesus”, el listado es interminable), los franceses Justice, expertos en animar cualquier fiesta que se precie, o los MGMT, que, pasada la fiebre “Kids”, han seguido haciendo discos más que recomendables.El gran acierto del Mad Cool en esta tercera edición es, sin duda, la clase media, nombres grandes que no llegan a ser cabeza de cartel pero que no deberías perderte por nada del mundo. ¿Ejemplos? Fleet Foxes y su folk onírico, la deliciosa mezcla de indie pop y noise trotón de Yo la Tengo, el pop psicodélico de Tame Impala, los anfetamínicos At the Drive-In o el pop preciosista de Real Estate. Eso sin olvidar algunos grupos que siempre han estado allí, como Massive Attack, Alice in Chains o los escoceses Franz Ferdinand, que vuelven al ruedo con nuevo disco y gira europea. Muchos nombres que son clásicos.El resultado es un cartel equilibrado y de calidad, donde se juntan la vigorexia y la delicadeza, la veteranía y la juventud, el baile y la reflexión. Mad Cool estrena lugar y lo hace a lo grande, como todos los movimientos que ha hecho hasta ahora. La cosa pinta realmente bien, para qué os vamos a engañar.El gran acierto del Mad Cool en esta tercera edición es, sin duda, la clase media, nombres grandes que no llegan a ser cabeza de cartel pero que no deberías perderte por nada del mundo