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FIGHTLAND

Incluso estando en UFC, Cyborg sigue siendo la campeona en las 145 libras

Dice que sólo enfrentará a las peleadoras más importantes de UFC en peso pactado.
Photos by Jason Silva-USA TODAY Sports

¿Qué va a hacer una chica cuando después de años de esperar y rezar al fin obtiene lo que más desea en este mundo? ¿Se emociona y deleita en aquello por lo que trabajó tanto después y prometa hacerlo por siempre? ¿Habla maravillas al respecto y deja que todos sepan su sentir? ¿Abandona su autonomía por la intoxicación de placer? ¿O aparece un poco de decepción desde un lugar profundo e insatisfecho de su interior que le dice, "Ni siquiera esto es suficiente" y se queda atrapada en esa decepción al declarar lealtad sólo a lo que le dicta su interior?

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¿Quién mejor para responder estas preguntas que Cris Cyborg, quien al fin hizo su esperado debut en UFC la semana pasada? Después de todo, tal éxito, por placentero que haya sido, debe llegar con un poco de amargura para Cyborg, quien pasó más tiempo en los últimos años defendiendo su reputación y tratando de convencer a la gente de su lugar en el MMA femenil que defendiendo su cinturón en Invicta FC? Por todo ese tiempo que tuvo que sentarse a ver a su némesis Ronda Rousey se convertía en la estrella más grande que el MMA haya visto jamás y esperar a que algún día UFC dejara sus reservas de lado y le diera la oportunidad.

La victoria que logró Cyborg hace una semana sobre Leslie Smith no sólo fue una pelea, sino que fue la culminación de una carrera a través de la decepción profesional, peleas injustas, incluso de burlas e insultos.

Entonces no es tan sorprendente que la respuesta de la brasileña fuera tan reservada como lo fue. En lugar de declarar su deseo por quedarse en UFC y hacer cualquier cosa que le pidan los ejecutivos de la promotora (respuesta común entre los peleadores que son nuevos en la promotora), Cyborg insistió en que su lugar no reside dentro de un solo lugar, ya sea UFC o Invicta, sino en un estado anatómico, psicológico y posiblemente existencial. Cyborg ha dejado claro que su hogar está en las 145 libras, no en una promotora. Fue una declaración de independencia por parte de Cyborg, una insistencia en un deporte que cumple los deseos de los promotores, y no los peleadores.

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La semana pasada UFC Tonight reportó que Cyborg estaba siendo considerada para otra pelea en peso pactado para el 30 de julio, ahora contra la peleadora holandesa Germaine de Randamie. La mayoría de los peleadores verían la posibilidad de un regreso tan pronto en UFC como una bendición, especialmente una peleadora como Cyborg, quien pasó tanto tiempo intentando llegar a UFC, además lo verían como una aprobación por parte de los ejecutivos de UFC y como una segunda oportunidad de ganar dinero.

Pero no Cyborg. Negó los rumores casi de inmediato y le aseguró a sus seguidores que su siguiente pelea sería un regreso a Invicta donde actualmente es la reina de la división en la que se siente más cómoda.

"Mi siguiente pelea será en mi peso, 145 libras. Una defensa del título en Invicta FC", publicó Cyborg en Twitter. "Peso pactado ya sólo contra Ronda Rousey o Miesha Tate… soy la campeona de 145 libras. UFC no tiene mi división, está bien… Defenderé mi cinturón en mi siguiente pelea".

Después de todos esos años batallando para lograr la aprobación de UFC, de esforzarse al derrotar oponentes que no merecían enfrentarla y ganar poco dinero y sufrir las críticas de los fans y todos aquellos que dudaron de su legitimidad como peleadora y de no pelear en una promotora que no la dejaba entrar, Cyborg parece haber llegado a un estado de iluminación: conciencia sobre sí misma. Es una peleadora de 145 libras y campeona de esa división. El hecho de que UFC no tenga la división aparentemente no significa nada para Cyborg.

Noten en la publicación de arriba que ella rechaza la idea de pelear en las 135 libras, sin importar si la pelea fuera por el título gallo contra Miesha Tate o por reclamar el lugar número uno en el MMA femenil contra Ronda Rousey. Si UFC quiere que enfrente a cualquiera de esas peleadoras, contra las que queremos verla pelear, entonces ellas tendrán que llegar a ella. Cyborg aparentemente ha dejado de distorsionarse para demostrar su legitimidad. Al menos llegó a comprender que su identidad y lugar en el mundo van de la mano con su cuerpo.