Betty y Miles: Un funky romance

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Música

Betty y Miles: Un funky romance

Miles Davis tiene una deuda tan impagable con Betty Davis, como el funk que vino después. Revisamos parte de la historia de esta increíble artista adelantada a su tiempo.

Los intérpretes y bandas más importantes del funk de los años setenta son para todos bien conocidos: James Brown, Ohio Players, Kool & The Gang, Parliament-Funkadelic, Sly & The Family Stone y muchos más. Todos ellos definieron el sonido del género y su canciones aún las seguimos escuchando en sampleos, fiestas y programas de formato radial. No conozco a nadie que no le guste al menos una canción de James Brown. El funk es, después del hip hop, el género de origen afroamericano más popular en el mundo.

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Tampoco es sorpresa que entre de los nombres más recordados del funk de los setenta no figuren mujeres. En la industria musical que es de rancia orientación machista pocas veces las mujeres han recibido el crédito merecido. A pesar de lo anterior, en el género existen varias artistas indispensables. Dentro de los casos que debemos mencionar está por ejemplo Lyn Collins, que fuera vocalista de James Brown y cuya interpretación de "Think (About It)" incluye uno de los sampleos vocales más populares en el hip hop y el house de los noventa. Otro de los ejemplos femeninos de la época es Marva Whitney, mejor conocida como Soul Sister #1 y quien tuvo una carrera exitosa como corista y apoyo de bandas como la de James Brown. Su carrera en el sello King la confirman como una de las voces más importantes en esa transición del soul más uptempo al funk.

Una de las referencias más recientes es la voz que construyó el sello Daptone de Brooklyn, NY: Sharon Jones. Su voz y entrega sólo se pueden comparar a artistas como el mismo James Brown. Sharon Jones y sus Dap-Kings encabezaron el rescate del soul durante los tempranos dosmiles además de continuar con una larga carrera de LPs de soul/funk que prepararon el camino de Amy Winehouse, Mayer Hawthorne y Aloe Blacc, entre otros. Podríamos argumentar que Sharon es responsable de rescatar el soul/funk con una sola mano.

Pero la mujer más importante e influyente dentro del funk es, sin lugar a dudas, Betty Davis. Betty Mabry nació en 1945 en la ciudad de Durham, Carolina del Norte. Durham es una ciudad más bien pequeña pero que fuera muy próspera debido a las múltiples plantas tabaqueras que abundan en la región. Durante su infancia, Betty también vivió en los suburbios de Pittsburgh pero a los dieciséis años decidió mudarse a Nueva York.

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Es precisamente en Nueva York que se familiariza con la escena rock y funk de la era. Y es en esta ciudad que Betty conoce a Sly Stone y a Jimi Hendrix. Después de algunos meses de ver al trompetista Miles Davis, ambos deciden unirse en matrimonio. Es Betty la responsable de introducir a Miles a los sonidos orientados al rock a través de Hendrix y Stone.

La influencia de Betty es evidente en el trabajo de Miles durante esos años. En el álbum Filles The Kilimanjaro el rostro de Betty aparece en la portada y en las piezas incluidas está "Mademoiselle Mabry" cuya dedicación huelga explicar. La influencia no pararía ahí pues también Miles reconoció que Betty le cambió el guardarropa. Lo anterior es evidente justo en la era de Miles coronada por Bitches Brew en donde las fotos muestran a un Miles que podría haber pasado como miembro del grupúsculo del Parliament/Funkadelic. Gafas que cubrían la mitad de su rostro, mucha mezclilla y camisas psicodélicas fueron las prendas favoritas de Miles durante esos años.

Es precisamente en el tiempo comprendido entre que el lanzamiento del Bitches Brew y el de On The Corner que la influencia de Betty y Sly Stone en la música de Miles es evidente. La carrera de Miles tomaba un rumbo más orientado al rock psicodélico. La influencia se hace más grande si consideramos que en gran parte, Miles durante esos años inaugura el 'jazz-fusion' que vería bandas como el Weather Report y la Mahavishnu Orchestra cobrar notoriedad en ese terreno fértil y poco explorado en esos años, entre el rock y el jazz.

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El matrimonio entre Betty y Miles no podía durar mucho: Miles era un hijo de puta y Betty no estaba para aguantar a nadie. Betty se mudó a Inglaterra a perseguir una carrera en la música pero volvería a América donde se encontraban todos sus contactos, un par de años después. A pesar de grabar tres discos (que fueran reeditados hace unos años por el sello Light in The Attic) ninguno tuvo ni el más remoto asomo de éxito comercial. No hay dudas: la música de Betty estaba adelantada a su época. Podemos definir su sonido como funk-punk con letras que emanan sexualidad y una potente base rítmica, sin olvidarnos de guitarras duras con altos niveles de rock.

Además de su sonido inconfundible, sus presentaciones en vivo también son memorables. Miembros de su banda y ella untaban sus cuerpos con aceite de bebé y salían al escenario con pocos atuendo dejando la mayor cantidad de su piel brillosa a la vista. Miles y Santana mencionaron a Betty como una piedra angular para que eventualmente artistas como Madonna, Erykah Badu, D'Angelo y Prince fueran exitosos.

El año pasado el sello Light in The Attic editó Betty Davis: The Columbia Years 1968-1969. El álbum documenta unas sesiones que fueron realizadas en los estudios de Columbia y producidas en parte por Miles Davis y Teo Macero (el productor de cabecera de Miles). Además en dichas sesiones contribuyen Hugh Masakela (en algún momento pareja de Betty), Wayne Shorter y Herbie Hancock. El sonido de Betty está entre Jimi y sus tres discos posteriores.

La influencia de Betty es invaluable y sus discos han sido reeditados así que no hay ningún pretexto para no otorgarle el crédito que merece la Señora Mabry.

En Revancha tenemos las muy buscadas Columbia Sessions y otros títulos de Betty.

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