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fútbol contra el racismo

Gitanos contra policías en un campo de fútbol

Acabar con los tópicos: este es el objetivo del partido que organizó la Asociación Cultural Gitana de Ponferrada entre policías y gitanos.

"Van un negro, un moro y un gitano en un coche. ¿Quien conduce? La policía". Erradicar este y otros chistes todavía más chuscos es el objetivo del partido de fútbol "Gitanos vs. Policía Nacional", celebrado el mes pasado en Ponferrada con motivo del Día Internacional del Pueblo Gitano. Todavía hoy, si buscas "policía y gitanos" en Internet aparecen básicamente imágenes y noticias de sucesos, agresiones y detenciones, lo que contribuye a alimentar el mito de la guerra fría y no tan fría entre esta etnia y los agentes de las fuerzas de seguridad.

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Guillermo García, perteneciente a la brigada judicial de la Policía Nacional de la localidad leonesa, fue el impulsor de la iniciativa. "Soy entrenador de fútbol base y tengo dos chavales gitanos en el equipo de benjamines. A través de mi amistad con sus padres, quise organizar un encuentro para integrar al colectivo en la sociedad y demostrar que todos somos iguales". La cita tuvo un componente solidario, al cobrar un euro de entrada destinado a productos de primera necesidad para grupos sociales desfavorecidos y un kilo de comida que cada aficionado donó al Banco de Alimentos.

La convocatoria fue un éxito, con 700 espectadores. Más de 200 familias se beneficiaron de lo recaudado. "Estaba previsto que viniera José Luis González, un árbitro de Primera División, pero al final no pudo", cuenta Guillermo. A pesar de ello, su plan salió a la perfección. "Se demostró que lo de que la Policía no se lleva bien con los gitanos es mentira, porque ni son todos delincuentes ni tenemos ningún problema con ellos". Y se derribaron clichés: "los compañeros que no estaban de acuerdo con celebrar el partido acabaron dándome la razón y felicitándome".

El presidente de la Asociación Cultural Gitana, Juan Vicente, lo describe como una experiencia "exquisita y bonita, disfrutando y rompiendo los malos rollos que parece que había". Lo que más le emociona es que "Ponferrada vivió los goles y vio que con la equipación somos todos iguales, como mucho unos con la tez un poco más oscura". Añade que "fue precioso ver a la jefa de la Policía estrechando la mano al Tío Julio, 'patriarca' y representante del consejo de ancianos del pueblo gitano" y ha pedido una revancha a la Policía, ya que los suyos perdieron 2 a 1.

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¿Y si un gitano es policía? ¿En qué equipo jugaría? El representante gitano responde entre risas que no lo sabe, pero que ese dilema podría llegar pronto porque conoce a dos jóvenes de la población berciana a los que les gustaría entrar en el Cuerpo. Confía en que, para entonces, se haya retirado ya de la RAE el significado que identifica a los gitanos con trapaceros, "personas que con astucias, falsedades y mentiras procuran engañar a alguien en un asunto". Un escenario posible si, como dice el agente García, "vamos cambiando poco a poco la mentalidad de la gente".

Este artículo se publicó originalmente en VICE.com.