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#liberenalossiete

La violenta pesadilla del Cedros Rugby Club de Argentina

Siete jugadores de rugby argentinos se encuentran bajo libertad condicional en Brasil luego de una riña con autoridades locales. Esta es la historia.
Foto: Twitter Cedros Rugby Club

Los viajes de pretemporada son realmente un sueño en el mundo del rugby. En un deporte que continuamente pregona la unión y el compañerismo, el hecho de compartir 15 días fuera de tu país estando las 24 horas con quienes durante el resto del año lucharás espalda con espalda para defender la misma camiseta es una bendición que pocos pueden alcanzar. Sin embargo, en el siguiente relato, ese cuento de hadas pasará a transformarse en una película de terror en cuestión de minutos.

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Los Cedros Rugby Club está ubicado en Los Polvorines, en la Gran Provincia de Buenos Aires. Si bien no es de las instituciones más pudientes del deporte local, ostenta su buen nivel de importancia. El plantel completo se trasladó en marzo a Río de Janeiro con motivo de vivir la tan esperada pretemporada, pero transcurridas las risas, los entrenamientos y las excursiones, el último día llegó el infierno. La noche final decidieron salir a bailar y tuvieron un altercado con tres policías brasileños (todos ellos vestidos de civil, sin uniforme ni identificados). Los locales empujaron a uno de los chicos y el grupo saltó a defenderlo, en lo que terminó con los oficiales heridos y uno de ellos con la mandíbula completamente fracturada. Ahí, se produjo la inmediata detención de los argentinos, que fueron trasladados a la comisaría más cercana.

Integrantes del Club Los Cedros durante un juego. Foto: Fan Page Club Los Cedros

"Cobardes, le pegaban siete contra uno", les gritaba el Jefe de la Comisaría apenas los habían traído, aún sin saber qué había pasado. Quedaron inmediatamente detenidos y ahí entró el rol de la jueza designada, quien levantó cargos por lesiones graves y lesiones leves, dejando a los brasileños que habían participado de la gresca sin imputación alguna y completamente libres. Cuatro de los rugbiers fueron trasladados a una cárcel de máxima seguridad y otros tres quedaron en libertad pero sin poder abandonar el país. Por ende, por más que pudieron moverse libremente por la calle estaban presos en una nación en la que no querían estar más. ¿Lo más llamativo del caso? En un video presentado por el abogado defensor se ve que parte de los detenidos ni siquiera estaban dentro del lugar (esperaban afuera) cuando se produjo la pelea, y el chico que había lanzado el golpe que finalmente le fracturó la mandíbula al policía no había sido detenido y ya se encontraba en Buenos Aires.

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La gota que rebasó el vaso llegó cuando los tres que no estaban detenidos fueron autorizados a volver a Argentina luego de un habeas corpus presentado por la defensa. Subieron al avión y, cuando ya era el momento del despegue, la Policía ingresó al mismo y no sólo los bajó, sino que los mandó junto a los otros cuatro a un penal de máxima seguridad acusándolos de desacato a la autoridad e intento de fuga.

Los tres rugbiers que fueron bajados del avión cuando habían sido autorizados para viajar a Argentina. Foto proporcionada por los propios deportistas

Familiares y amigos entraron en estado de desesperación al ver el nivel de animosidad que se manejaba hacia este grupo de argentinos. Las tierras brasileñas empezaban a mostrarse cada vez más ajenas y el martirio parecía no tener final. Tanto jugadores del equipo como miembros del club empezaron a contactar a periodistas para presionar desde los medios. La campaña bajo el hashtag #LiberenAlos7 fue masiva y en apenas un día de publicaciones en diarios, radios y programas de TV la causa se movió luego de 14 días de estancamiento. Cuatro de los chicos fueron liberados a las 24 horas y los tres restantes salieron a los dos días.

"Los primeros cuatro estábamos en una celda de tres metros por tres, muy incómodos pero preferíamos eso a estar separados. Nadie limpiaba y nos daban agua sólo cuatro veces por día, que había que decidir si con eso te lavabas los dientes, la tomabas o la usabas para limpiar. Las luces las dejaban prendidas las 24 horas y el calor era infernal. No sabíamos si era de día o de noche y no nos dejaban ni salir a tomar aire, ése era el concepto de Bangú. Lo único positivo fue que no nos mezclaron con los otros presos", contó Tomás, uno de los detenidos.

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Ante la ayuda de todos los argentinos, hoy los siete mantienen una libertad a medias. Pude hablar con parte del equipo que está en Buenos Aires y ellos mismos cuentan que la situación es caótica. Cuatro de los chicos están en Río de Janeiro y los otros tres en San Pablo. "No los dejan seguir el proceso en Argentina y según la ley de Brasil la jueza puede tomarse tres meses para decidir si lo permite o no. Están muy bajos de ánimo", me contó Ezequiel Amarilla, uno de los que por suerte descansa en Argentina, pero que se comunica a diario con sus amigos retenidos.

Otros equipos de rugby han mostrado su apoyo a los siete detenidos en Brasil. Foto: Twitter Los Cedros

"Algunos pueden trabajar desde allá por Internet (Patricio, Ignacio y Tomás), pero el resto no. Y entre la lejanía, la situación judicial, y el no tener ocupación estable los tiene muy mal", agregó.

Desde el club hicieron rifas y llegaron a juntar 20 mil pesos (algo así como 1400 dólares) pero no alcanza para nada. Sólo en abogados se les fueron entre 10 y 30 mil dólares por persona, teniendo en cuenta que también necesitan representación legal habilitada en suelo brasileño.

Los chicos, como pueden, sueñan con un guiño de la Justicia que les permita recuperar la libertad y así volver para Argentina. Un viaje que imaginaba puro placer terminó en una pesadilla que por ahora no parece tener pronta solución. Cada golpe derriba un poco más sus esperanzas pero ellos anhelan terminar con esta odisea como pregonan los valores de su deporte: luchando todos unidos por el bien común.