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Escribe para liberar a una persona inocente de la prisión

Esa es la idea detrás de la campaña Escribe por los derechos de Amnistía Internacional, que puedes apoyar con unos pocos clics.
RYAD KRAMDI
FOTO: RYAD KRAMDI / AFP VIA GETTY IMAGES

“Este artículo fue creado en colaboración con Amnistía Internacional. Haga clic aquí para participar en Escribe por los derechos en México, o aquí para participar en Argentina. Tu simple acción podría cambiar la vida de alguien ".

Para muchos, el mundo se está convirtiendo en un lugar cada vez más hostil.

Incluso antes de que una pandemia mortal azotara a casi todos los países de la Tierra, nuestro planeta ya se sentía caótico. Cada vez más manifestaciones de odio, golpes de Estado, crisis y represión, con desastres naturales oscureciendo los cielos desde Seattle hasta Sydney en el contexto de una inminente catástrofe climática. El mundo ya estaba al borde del precipicio.

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En otras palabras, quizás nunca ha sido tan importante que la gente esté dispuesta a levantarse y actuar contra la injusticia. Ante un horror tan evidente, necesitamos a aquellas personas que estén preparadas para luchar por la justicia. Arriesgarlo todo, en beneficio de todos.

En todo el planeta, hay muchas de estas personas: gente común que se encuentra en las circunstancias más extraordinarias, obligada a luchar por su vida o por la vida de los demás. ¿Pero quiénes son? ¿Cómo son? ¿Dónde viven y qué hacen?

Son personas como Jani Silva, que ha pasado su vida defendiendo los recursos naturales y la biodiversidad de la Amazonía en su Colombia natal de intereses económicos y políticos malintencionados, solo para encontrarse con repetidas amenazas contra su vida, bajo vigilancia e intimidaciones. 

JANI SILVA. FOTO ©NUBIA ACOSTA

JANI SILVA. FOTO ©NUBIA ACOSTA

Son personas como los estudiantes Melike Balkan y Özgür Gür, quienes enfrentan hasta tres años de prisión en Turquía por organizar una marcha pacífica del Orgullo LGBTI en el campus de la Universidad Técnica de Medio Oriente el año pasado.

Personas como Khaled Drareni, un periodista de Argelia que fue condenado a dos años de prisión por el “delito” de ser periodista. Fue detenido mientras cubría una protesta contra el gobierno y acusado de "incitar a una reunión sin armas" y "dañar la integridad del territorio nacional".

Son las familias de Popi Qwabe y Bongeka Phungula, que luchan por la justicia después de que las dos jóvenes negras fueran víctimas de feminicidio a tiros en mayo de 2017 en Johannesburgo, Sudáfrica. Después de llamar a un minitaxi, sus cuerpos fueron encontrados al costado de la carretera en diferentes lugares y, a pesar de la evidencia disponible, sus familiares dicen que la policía nunca ha investigado adecuadamente los asesinatos.

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Se trata de personas como Paing Phyo Min en Myanmar, Germain Rukuki en Burundi e Idris Khattak en Pakistán, quienes se encuentran actualmente bajo custodia por los supuestos delitos de representar obras de poesía satírica contra el régimen, defender los derechos humanos e investigar desapariciones forzadas, respectivamente. 

Personas como Gustavo Gatica, quien perdió la vista a manos de la policía mientras participaba en una protesta, o Nassima al-Sada, una activista por los derechos de las mujeres que está encarcelada en Arabia Saudita por protestar contra las leyes que restringen las libertades y los derechos de las mujeres. Personas como los tres jóvenes conocidos como El Hiblu 3, quienes corren el riesgo de ser condenados a cadena perpetua en Malta por oponerse a regresar ilegalmente a posibles torturas y abusos a manos de la milicia en Libia.

La lista de injusticias y de aquellos que están dispuestos a combatirlas es interminable. Pero son estas diez historias las que este año forman parte de la campaña “Escribe por los Derechos” de Amnistía Internacional.

La campaña ha inspirado a personas en más de 170 países y territorios a escribir cartas, correos electrónicos, tuits y peticiones cada noviembre y diciembre durante los últimos 19 años, en apoyo de aquellas personas que han sido acosadas, amenazadas y encarceladas injustamente. Solo en 2019 se llevaron a cabo más de 6.5 millones de acciones.

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Cada año, estos millones de mensajes llegan a las bandejas de entrada y a las puertas no solo de quienes han sufrido violaciones de derechos humanos, sino también de los responsables. Inundan las instituciones de poder en países de todo el mundo, presionando a los gobiernos, líderes y responsables de la toma de decisiones para que defiendan los derechos humanos.

Una sola acción puede cambiar el mundo, pero esa acción necesita el respaldo de decenas, cientos, miles o millones para ejercer el tipo de presión que sólo puede producirse cuando todos y todas gritamos juntos.

Esa presión ha provocado un cambio real y ha cambiado o salvado la vida de las personas. Personas como Moses Akatugba, de 15 años, quien fue arrestado por el ejército nigeriano y, según él, recibió un disparo en la mano, lo golpearon en la cabeza y la espalda y luego lo acusaron de robar celulares. Moses fue liberado después de que activistas de Amnistía escribieran más de 800.000 cartas a autoridades del país en 2014.

La presión ejercida por los redactores de estas cartas también tiene el potencial de producir un cambio significativo en algunas de las mayores luchas que enfrenta la humanidad en la actualidad. Durante más de 50 años, la comunidad indígena de Grassy Narrows First Nation ha estado sufriendo los efectos del envenenamiento por mercurio en una de las peores crisis de salud de Canadá. Después de décadas de defensoría por parte de la comunidad, y más de 400.000 personas actuando en solidaridad con Grassy Narrows durante la campaña de “Escribe por los Derechos” del año pasado, el 2 de abril de 2020 finalmente se firmó un acuerdo de 19.5 millones de dólares canadienses para construir un centro para el tratamiento del envenenamiento por mercurio.

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POPI QWABE Y BONGEKA PHUNGULA. FOTO ©PRIVATE

POPI QWABE Y BONGEKA PHUNGULA. FOTO ©PRIVATE

La campaña, que también anima a las personas a enviar cartas y mensajes de apoyo a quienes luchan o son perseguidos, tiene el potencial de brindar la esperanza que tanto necesitan quienes se encuentran en uno de los momentos más oscuros de su vida.

En 2018, yo fui una de las 15 personas que fueron condenadas por delitos relacionados con el terrorismo luego de tomar medidas para evitar que un vuelo de deportación saliera del aeropuerto de Stansted. Después de la condena, el futuro parecía sombrío mientras contemplábamos una posible cadena perpetua. Los activistas de Amnistía en el Reino Unido escribieron miles de cartas al director del Servicio de Fiscalía de la Corona y al Fiscal General; esas cartas fueron fundamentales para garantizar que no fuéramos a la cárcel. Los mensajes de apoyo y solidaridad que recibimos, unos 11.000 en total, significaron todo para nosotros, y nos recordaron que no estábamos solos en un momento en el que realmente lo necesitábamos.

Entonces, ¿quiénes son estas personas que luchan contra la injusticia? Son quienes menciono aquí y miles más. Pero me consta que también son personas como tú y tus seres queridos. Todos y todas ustedes tienen el poder de sumar sus voces a cualquier número de luchas globales contra la injusticia: al escribir lo que podría parecer una simple carta, están cambiando potencialmente o salvando la vida de alguien.

Mientras el mundo está en su peor momento, personas como tú son las que tienen el poder de volver a iluminarlo. Este diciembre, suma tu voz. Participa en la campaña “Escribe por los Derechos” y ayuda a que el planeta se vuelva un lugar mejor para todos.

Desde 2001, Amnistía Internacional ha llevado a cabo la campaña ‘Escribe por los Derechos’, animando a sus activistas a escribir cartas, correos electrónicos y tuits a quienes están en el poder y tienen la oportunidad de detener los abusos de los derechos humanos. VICE se asoció con ellos para destacar algunas de las historias de la campaña de este año y para animarte a participar. ¡Puedes obtener más información y empezar a escribir aquí!

Haz clic aquí para participar en Escribe por los derechos en México, o aquí para participar en Argentina.