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Comida

¿Quién quiere un pase de chocolate?

¿Te encanta andar metiéndote cosas por la nariz? ¿También el chocolate belga? Entonces tenemos una noticia para ti glotón. Todos tus intereses están reunidos en un divertido polvo — y el 'embale' es legal.

¿Te encanta andar metiéndote cosas por la nariz? ¿También el chocolate belga? Entonces tenemos una noticia para ti, glotón. Todos tus intereses están reunidos en un divertido polvo, y el 'embale' es legal.

Fue durante el 2008. Empezó como un chiste, un guiño cómplice para el bajista de los Rolling Stones, Ronnie Wood.

El confitero francés Dominique Persoone estaba (como la mayoría de nosotros) bien al tanto de la inclinación de los Stones por 'la colombiana'. Sin embargo, para evitar las implicaciones legales de ofrecerle a Wood auténtica cocaína, Persoone creó el chocolate para inhalar.

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En 2010 Persoone presentó su chocolate en el Congreso Internacional de Chefs en Nueva York. Así describió la experiencia uno de los asistentes: "Al principio la cabeza me dio vueltas y mi cuerpo parecía preguntarse qué estaba pasando. Sentí una ligera euforia, pero sobre todo el aroma del chocolate invadiendo mi aturdida cabeza".

Hasta hace poco, esta cocoa-caína sólo estaba al alcance de aquellos que quisieran pagar 45 euros por su propia catapulta nasal de chocolate, la cual tenían que ordenar desde La línea de chocolate, la tienda de Persoone en Bélgica. (Los más ingeniosos simplemente nos hubiéramos podido meter una raya de chocolate en polvo mezclado con barquillos triturados).

Sin embargo, hace poco una mujer que responde al alias de Watermelon ha empezado a vender en Vancouver 'pases' de chocolate por dos dólares cada uno en su tienda llamada Commercial Drive Licorice Parlour. Watermelon (también conocida como Mary Jean Dundson) le dijo al Huffington Post que inhalar chocolate —disponible en sabores de frambuesa y jengibre-menta— es una de las formas más refinadas de consumirlo.

"El chocolate sube por tu nariz y se aloja en tus senos nasales y laringe, donde se encuentra buena parte del sentido del gusto", afirmó Watermelon, quien también se desempeña como artista de burlesque, experta en hula-hula y chef de marihuana. "La herramienta nunca toca las fosas nasales, en su lugar disemina el polvo por el aire que circula dentro de la nariz".

Uno podría preguntarse por qué sus clientes no prefieren consumir el chocolate a la antigua (a través de sus cavidades orales y no de las nasales). Pero al igual que con los cigarrillos de dulce o las barras de oxígeno, eso le quitaría buena parte de la diversión, ¿o no?

Aún no sabemos si el cacao tiene un efecto placentero al contacto con las encías.