FYI.

This story is over 5 years old.

deportes

El día que Evo Morales casi jugó futbol profesional

Si el mandatario hubiera saltado al campo, habría batido dos récords: sería el primer hombre de 54 años en debutar en el más alto nivel del fútbol mundialmente, y además se convertiría en el primer jefe de Estado en ejercicio con un contrato...

Pancartas de la hinchada de Sport Boys, los Walas y los Infieles. Fotos por Javier Sauras.

Los bolivianos más futboleros pasaron toda la semana colgados de un signo de interrogación. ¿Debutará el número 10 de Sport Boys? ¿Jugará el presidente Evo Morales? La liga del país andino no da grandes titulares, pero hace unas semanas las secciones de deportes, desde China a Canadá, se acordaron de Bolivia. Un modesto club sureño recién ascendido a primera división había fichado a Evo Morales, el presidente de Bolivia. Si el mandatario saltaba al campo, inmediatamente batiría dos récords: sería el primer hombre de 54 años en debutar al más alto nivel del futbol a nivel mundial, y además se convertiría en el primer jefe de estado en ejercicio con un contrato profesional como futbolista. Pasara lo que pasara, había que ir a verlo.

Publicidad

El entrenador del Sport Boys, Néstor Clausen.

Faltaban poco menos de dos meses para las elecciones, así que nadie sabía si la agenda del presidente le permitiría acudir a defender el azul warmeño del Sport Boys. Aún así, mucha gente insistía en que Evo es un hombre dado a las sorpresas. No importaba en qué lugar del país estuviera: en poco menos de una hora podía plantarse con su Dassault Falcon 900 en el aeropuerto de Santa Cruz, la ciudad más grande de Bolivia, situada en el sureste del país, a un paso del estadio de Warnes del Sport Boys, calzarse las botas, enfundarse la camiseta con el 10 a la espalda y ponerse a las órdenes del técnico de Sport Boys, Néstor Clausen, que fue compañero de Maradona en el Mundial de 1986. Jugaban a las tres de la tarde contra Real Potosí y en aquel momento nada nos parecía mejor que lanzarnos a la carretera para ver un partido de futbol de la liga boliviana.

Para desgracia del Potosí, aunque su escudo sea prácticamente idéntico al del Real Madrid, en sus filas no hay un James o un Cristiano Ronaldo. Por suerte para ellos, el Sport Boys no se parece en nada al Atlético de Madrid, así que el resultado del partido parecía bastante incierto. La tarde prometía diversión.

Mario Cronenbold.

Treinta centímetros por encima del resto de sus acompañantes, en Warnes nos recibió Mario Cronenbold, alcalde de la ciudad y presidente del club de futbol. El lema político de Cronenbold es “¡Soy como vos!”, pero Mario, como amistosamente le llaman sus vecinos, no puede ocultar sus diferencias. Altísimo para la media boliviana, con muchas horas de gimnasio a sus espaldas, gafas de sol y sonrisa de espejo, Mario Cronenbold parece un playboy, aunque su pasado diste mucho de haber sido sencillo. Su carrera profesional le ha llevado de los escenarios de baile al marketing, pero este político con pinta de galán de telenovela ha tenido que trabajar desde niño para salir adelante. Sus últimos años han sido convulsos: desde imputaciones por narcotráfico y polémicas con los estamentos del futbol boliviano, hasta una amistad personal con Evo Morales.

Publicidad

Un padre acompaña a sus dos hijos en el graderío. Uno de ellos lleva una camiseta de Mario Cronenbold con el lema “Soy como vos!”

Fruto de esa amistad, nació el fichaje de Evo por Sport Boys. La hinchada del Toro, como se conoce al equipo, ya tiene cánticos preparados para el presidente. Sin embargo, hoy la mayoría de los vítores son para su alcalde. Cruzamos el terreno de juego con él en mitad del calentamiento y cuando nos acercamos a la tribuna, el público empezó a cantar. “Oé, oé, oé, oé, Marió, Marió”. Cronenbold saluda y, con desparpajo, nos invita al vestuario de los entrenadores debajo del graderío. Una vez sentado, relajado, pero sin perder la sonrisa, el alcalde y presidente de Warnes comienza a pintar la escena como si fuera una obra de teatro. Y reproduce el diálogo que tuvo con Evo Morales cuando le propuso unirse al equipo:

Mario Cronenbold: Presidente, ¿cuál es su sueño?

[Con los codos apoyados sobre sus piernas Cronenbold cala un semblante adusto, agrava la voz y cambia de personaje.]

Evo Morales: Mi sueño siempre fue jugar al futbol profesional.

—Presidente, ¿y por qué no juega para Sport Boys?
—Ya tengo 54 años. Tengo temor a las críticas y además, no quiero perjudicar a Sport Boys.

—No, ¿en qué sentido puede perjudicar? Usted le va a dar un plus a Sport Boys. Va a ser un mensaje para los jóvenes. Nosotros estamos acostumbrados a querer cumplir nuestros sueños sin sacrificio y esfuerzo. Usted va a demostrar que a sus 54 años tiene que esforzarse y ponerse físicamente bien para estar ahí 15 minutos.

Publicidad

[El Evo Morales interpretado por Cronenbold duda unos instantes. El Cronenbold interpretado por Cronenbold da la puntilla.]

—Presidente, hay que hacerlo.
—Ya, está bien, anúncialo.

Vista desde el graderío.

La hinchada canta enardecida, bajo banderas azules y blancas, pero cuando sacamos del grupo a alguno de los fans, todos albergan dudas. ¿Se atreverán a pegarle a Evo? ¿Lo marcarán duro? ¿Y si hace un gol? ¿Y si se lesiona? ¿Y si intenta controlar un balón y resbala? ¿Y si se le cruzan los cables, como ya ocurrió antes, y se lía a patadas? “Aquí va a venir tanto el que está a favor de Evo Morales como el que está en contra”, advierte Cronenbold, que entró en el Movimiento Al Socialismo en Santa Cruz, una de las provincias donde el partido tiene menos adeptos. El alcalde de Warnes, todo risas y dientes, reconoce sin problemas que el fichaje es un movimiento para atraer la atención, pero recalca las virtudes del presidente sobre un campo de futbol.

“Evo Morales es una persona que pisa muy bien el balón. Tiene buen toque, buen remate de derecha y tiene mucha resistencia. Sabe tirar buenos tiros libres. Tiene condiciones”, afirma. El entrenador, Néstor Clausen, no desdice a Cronenbold. Ganador de una Copa del Mundo, una Libertadores y una Intercontinental, el mánager repite casi punto por punto la lección de su directivo. Tan sólo cuando le preguntamos, medio en broma medio en serio, quién ganaría en un uno contra uno, cambia el discurso. “Yo”, nos dice. “Soy mejor yo”.

Publicidad

En el graderío tienen que dejar los primeros bancos vacíos para poder ver el partido. Uno de los fans anima con un tambor para que los demás bailen.

Sport Boys comenzó la temporada con dos estrellas latinoamericanas de peso —y pasadas de kilos— en su plantilla: El Ogro Fabbiani y El Bomba Limberg. Es parte de la política de marketing de Cronenbold, que mezcla jugadores locales con otros de relumbrón a las que todavía pueda quedarles algo de pólvora. El Ogro y El Bomba calientan con los suplentes. Ni entre ellos ni entre los titulares está Evo Morales.

El Ogro Fabbiani (segundo por la izquierda) calienta junto a El Bomba Limberg (tercero a la izquierda).

Mucha gente cree que el club deportivo se maneja con los recursos de la alcaldía, pero aunque hay un presupuesto en Warnes destinado al equipo, Cronenbold no puede financiar como alcalde sus tareas como presidente del Sport Boys. “Políticamente me pueden hacer daño”, señala.

Sin embargo, “tiene sus ventajas ser el alcalde”, nos dice poco tiempo después. En Warnes existen 72 empresas de grandes contribuyentes y se está construyendo el parque industrial más grande de Latinoamérica. “El año pasado hemos sacado más sponsors que Blooming y Oriente [los dos grandes equipos de Santa Cruz]. El empresario dice: ‘Tengo que apoyar a Sport Boys porque el presidente es el alcalde. Lo tengo que apoyar, por si acaso voy a necesitar alguna ayuda’”.

Publicidad

El Bomba Limberg lanza un libre directo que se convertirá en el gol de Sport Boys. A su derecha, El Ogro Fabbiani mira el lanzamiento

Cronenbold se ríe. Comienza el partido, Evo no ha venido, y Mario Cronenbold sigue riendo. El encuentro avanza, sin pena ni gloria, hasta que en el segundo tiempo salen El Ogro y El Bomba. Sport Boys, entonces, se adelanta de libre directo. En el último minuto, el Real Potosí empata. Después de ver el partido, nos planteamos la gran pregunta: si el Sport Boys necesitó a dos de sus tres jugadores más veteranos, menos en forma, y más mediáticos para elaborar buen futbol, ¿qué pasará cuando juegue el tercero? ¿Qué ocurrirá cuando debute Evo?

El Ogro. 

Mario Cronenbold junto a los fans.