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Cultură

Lo que podemos aprender de la carta homófoba contra el anuncio de El Corte Inglés

El anuncio mostraba un matrimonio homosexual y 21.000 españoles se sintieron terriblemente ofendidos.

El Corte Inglés ha retirado todos los clips de vídeo de una campaña de la vuelta al cole en la que, en uno de ellos, se retrataba una situación costumbrista de un matrimonio homosexual. La retirada se ha llevado a cabo después de que se iniciara una petición en Hazteoir.org en la que se "acusaba" a la empresa del triángulo verde de manipular la realidad española y pretender igualar los conceptos de familia y matrimonio homosexual. Según los instigadores de esta iniciativa "los niños necesitan de un padre y una madre para alcanzar un desarrollo armónico y completo".

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La petición de Hazteoir.org logró reunir 21.294 firmas, una cantidad muy inferior a las 70.276 que logró la contracampaña realizada en Change.org que pedía que no se retirase el anuncio porque este "muestra una realidad y un tipo de familia que existe cada vez más en esta sociedad de derecho".

Por su parte, el responsable de comunicación de El Corte Inglés ha comentado a Verne que los vídeos han sido retirados por un motivo muy distinto: resulta que los derechos musicales de las piezas habían caducado.

No sabemos si fueron las más de 21.000 firmas de gente indignada con la idea de mezclar lo homosexual con la familia o los problemas con la banda sonora lo que causaron la retirada de toda la campaña. Pero esto, al fin y al cabo, no importa. La suerte está echada. La aventura ha terminado. El horror moral (o no) ya ha sido cometido. El gato ya está en el horno con la manzana en la boca. Lo que sí que importa, y debe ser motivo de estudio, es el texto que acompañaba la petición inicial de Hazteoir.org, una obra espectacular, a contracorriente con lo contemporáneo y que maneja una lírica contundente y sin parangón.

El título de la obra se llama Sr. Dimas Gimeno: lo natural es la familia . De momento es un trabajo que solamente se puede leer online pero que muy probablemente en breve encuentre su lugar en el mundo editorial y podamos encontrarlo en librerías y bibliotecas. A continuación copio el texto íntegro ( control+c y control+v) y vamos comentando el texto sobre la marcha, si os parece bien.

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Presidente de El Corte Inglés, D. Dimas Gimeno:

Hasta aquí todo bien, por lo que podemos deducir formalmente se trata de una estructura clásica de misiva. El texto empieza con el nombre y apellidos (a veces incluso, como en este caso, puede incluirse el cargo que ostenta) de la persona a la que va dirigida la carta. De momento seguimos encontrándonos en el terreno de lo racional.

La publicidad que lanza su compañía refleja cada día más un olvido sorprendente, cuando no una notable distorsión de la realidad:

Aliñado con una ágil y sorprendente articulación sintáctica —no ignoremos ese uso del "cuando"— esta frase tiene el único objetivo de crear expectativas. Esos dos puntos seguidos acompañados de un salto de párrafo anticipan el horror, la declaración de un juicio de valor con un buen par de pelotas. A estas alturas, la decepción es algo impensable. Estamos deseando leer una barbaridad. Es ese momento en el que sabemos que algo que deseamos con todas nuestras fuerzas va a suceder, como cuando en Robocop atropellan a ese pobre diablo medio derretido por un extraño químico. Estamos hablando de deseo y de cumplimiento de expectativas. Ahí viene la declaración que necesitábamos leer:

Lo natural es la familia.

En pocos rincones de internet podremos encontrar declaraciones tan descabelladas. Es leerlo y pensar "¿acabo de leer lo que creo que acabo de leer?". Aquí empezamos a entrar en un mundo extraño, donde la lógica de nuestra realidad se distorsiona y muta hacia "otra cosa", algo incomprensible, vestigios de un mundo que creíamos obsoleto. "Lo natural es la familia" abre muchas preguntas. ¿Qué es lo natural? ¿Qué es la familia? Lo sorprendente es que esta gente lo tiene clarísimo. Lo "natural" es lo que DEBE ser y la "familia" es el matrimonio heterosexual.

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Esta convicción a la hora de afrontar conceptos complicados y con muchas interpretaciones es absolutamente sorprendente. Estamos hablando de una afirmación en toda regla, no existe la posibilidad de la duda o de un segundo punto de vista. "Lo natural es la familia". Pocas veces la humanidad se había mostrado tan segura en la literatura.

Los niños necesitan de un padre y una madre para alcanzar un desarrollo armónico y completo.

No es solo que la idea de exigir un progenitor de cada género sea un auténtico disparate, lo más extraño de toda esta frase es lo de tildar de "armónico" el desarrollo ideal de los niños y niñas de España. La armonía supone igualdad y proporción, compatibilidad y funcionamiento. Y que me aspen si el crecimiento de un niño no debería estar repleto de cicatrices, golpes y dudas. El hecho de aprender supone bailar con el error y el riesgo, la armonía es todo lo contrario de lo que supone ser un infante. Esta gente —los autores de este texto— sueñan con un mundo en el que los cuchillos están hechos de un material que puede cortar la pechuga de un pollo pero que nunca, nunca jamás, podrá seccionar el dedo de un preadolescente.

Así lo atestiguan todos los estudios rigurosos, y no los panfletos que sostienen ideologías y políticas interesadas.

Nada, solamente comentar que me parece brillante el hecho de prescindir de poner enlaces sobre estos "estudios rigurosos", la fuente ya no importa. Un simple link habría bastado para generar cierta veracidad en el discurso. La ausencia de este genera duda y desconfianza.

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Es igualmente exquisita la extrema subjetividad de la narrativa, la fácil identificación del bien y del mal. "Estudios rigurosos" contra "panfletos", el uso de los sustantivos y adjetivos no deja lugar a dudas del posicionamiento del autor o de los autores. De nuevo, la detestable buena praxis que rige hoy en día las inútiles sociedades democráticas y que pretende alcanzar la objetividad total y la igualdad y el respeto no encuentra grieta por la que colarse en este escrito.

Sin embargo su compañía, especialmente desde que usted la preside, se empeña en presentar modelos de familia extraños y en su última campaña "Vuelta al cole", defiende además la adopción de niños por parejas homosexuales.

El final de la carta nos lleva hacia la llegada del clímax definitivo. Donde el remitente desvela sus intenciones reales, donde tu amante Clarisa te comenta que está embarazada y que educará al retoño con Rodolfo en la villa familiar y que no quiere que se sepa nunca que tú eres el padre. En fin, este párrafo es un crescendo constante hacia la locura, una acumulación de despropósitos, entablados uno encima del otro.

Empieza proponiendo esos "modelos de familia extraños" que no quedan descritos con demasiada concreción para, finalmente, lanzarnos la perlita, la joya de la corona: el problema es que a esos homosexuales de los "panfletos" a veces se les ocurren ideas raras, como adoptar niños, cosa con la que el autor o los autores de la misiva no están de acuerdo. Es esta sinceridad y esta forma de obviar los sucedáneos y los laberintos semánticos es lo que hace entrañable esta carta. No tiene miedo de mostrarse grosera o, directamente, malvada. Es un niño desbocado exigiendo una bolsa de patatas, un niño que sería capaz de degollar a su madre para conseguirlo. Este savoir faire parece surgido de otra época, funciona como un portal temporal que nos propone volver al siglo XIX.

Le ruego que reflexione: si El Corte Inglés olvida que sus clientes mayoritarios son familias y se empeña en convertirse en otra cosa, buscaré otros lugares donde comprar.

El uso de la negrita (en WhatsApp se consigue rodeando una palabra con asteriscos) denota que esta parte del texto es muy importante. Si algo tienes que leer, es esto . Se trata de una amenaza en toda regla donde el motivo de conflicto es algo tan poco concreto como ese "otra cosa". La dificultad de concretar el mal o el enemigo no deja de ser entrañable, como cuando el peor enemigo del hombre era ese Diablo que mutaba constantemente y adoptaba mil formas. El mal era "lo otro", lo desconocido, algo imposible de etiquetar y describir de forma concreta. Algo que, de hecho, no interesaba concretar ni comprender, pues, muy probablemente, el diálogo con ese "otro" lo dotaría de propiedades humanas y se correría el riesgo de, incluso, llegar a estar de acuerdo con sus ideas.

Muchas gracias.

Después de abrir una puerta hacia la locura y despertar criaturas malignas que llevaban eones durmiendo en las profundidades del mar, recurren a los buenos modales y al protocolo. Al soltar la bomba sobre Hiroshima el piloto susurró "perdón".