Si hay que resumir en una sola jugada a Gales, tendríamos que poner atención al minuto 6 del partido por los cuartos de final contra Bélgica. Los dragones enrojecidos corren hacia su meta porque ataca Bélgica, de elegante uniforme blanco hueso, casi gris. El centro viene de un extremo, cruza el área y cae en los pies de Carrasco. El arquero achica y desvía el tiro. El desvió cae a los pies de Hazard, jugador del Chelsea y quizá el responsable máximo de su arribo a está instancia. El su tiro pega en un defensa galés que se barre y la pelota sale desviada a tiro de esquina. Eso es Gales en esta Euro.
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Tenacidad y suerte. Y con eso logró esquivar la resurgente Bélgica. El primer gol fue preciso y hermoso. Al ángulo y las yemas de los dedos del arquero de Gales apenas sumaron una caricia al golazo. Pero luego, Gales. Suerte y tenacidad. Tres goles en tres momentos precisos: uno antes de que terminara el primer tiempo, y dos en el segundo, cuando Bélgica apretaba el paso, cuando parecía que la suerte terminaba.
Ahora, dos de los tres estelares del Real Madrid –CR7 y Gareth Bale– dirimirán una llave de las semifinales. ¿Continuarán de su lado la tenacidad y la suerte? Aunque, para ser honestos, tampoco es solo tenacidad y suerte. Gales, dicen los números, ha anotado más goles que las demás selecciones —10— en competencia. Tenacidad, suerte y goles.